El líder del gremio de la producción y del comercio en Biobío asegura que pese a estar en un momento de cambios, lo que permanece en la empresa es la determinación de generar desarrollo, nuevos emprendimientos y negocios que empujen el crecimiento sobre la base de certezas. Precisamente, mostrar y comunicar los escenarios en que vive la empresa serán los propósitos del evento de Impulsa 2022, que la CPC Biobío desarrollará el próximo 25 de agosto en Concepción.
Por Carola Venegas Vidal
En el ADN emprendedor y de la empresa está siempre el deseo de permanecer, sobreponerse a los escenarios adversos y desafiarse a crecer. La versión de Impulsa Biobío que se desarrollará este año, el 25 de agosto en Concepción, contiene justamente los componentes para que los asistentes puedan formarse una idea del futuro ambiente en que se moverán los negocios en nuestro país, pero con una visión esencial: pase lo que pase hay que fortalecer el emprendimiento y trabajar para que las empresas puedan mantenerse en el tiempo.
Así lo describe el presidente de la CPC Biobío, Álvaro Ananías, gremio que organiza este encuentro de negocios que este año estará segmentado en cinco paneles. “Es la cuarta versión del Impulsa, y para nosotros es muy importante abordar distintas áreas de interés, como los ecosistemas de los emprendedores, con las startups; los contextos políticos y de normativa, en un panel donde estarán presentes el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y el ex titular de esa misma cartera, Ignacio Briones. También, en una última parte nos enfocaremos con autoridades, parlamentarios y empresarios de la provincia de Arauco en temas de gestión y seguridad, porque estas son una preocupación constante que debe abordarse desde varios frentes”, destacó.
-Desde el año pasado vienen trabajando en el acercamiento de las empresas y las comunidades. ¿Cómo ha sido ese tránsito?
“Es verdad. Como gremio en la CPC estamos abocados en generar acciones para que la empresa sea vista como lo que es, un actor social que tiene un rol dentro de la comunidad. Creamos un área especial, hay un grupo de empresarios trabajando para eso, y queremos poder informar en este Impulsa las decisiones que se están tomando y qué acciones vamos a realizar este año. Hay bastante desarrollo en este sentido”.
-En ese entonces también había una visión drástica sobre el empresariado. ¿Eso cambió?
“Con bastante asidero te digo que la percepción es mucho mejor ahora que hace un año. Hay otras instituciones que se han depreciado más. Nuestro sector está mejor parado frente a otros, incluso, la misma convención o los constituyentes -más allá de que si les gusta o no les gusta el texto- tiene una evaluación deficiente. De verdad, nos hemos hecho cargo de la percepción que había hace un año haciendo un trabajo mucho más arduo con las comunidades. Y un ejemplo de eso es que en noviembre se juntaron en Icare todos los gremios de Chile y sacaron una declaración, que nosotros también suscribimos, en la cual se recalcaba el compromiso que las empresas deben mantener y salvaguardar con todos los grupos de interés a su alrededor”.
¡Seguimos!
El Impulsa 2022 según la CPC Biobío es una invitación a reflexionar sobre el cambiante escenario económico, político y social a nivel mundial y nacional. Y es, además, una oportunidad para reafirmar que como gremio, dicen, “Seguimos, siempre Seguimos” comprometidos con el desarrollo de la región y del país.
“El desafío de este encuentro empresarial es contribuir, en un trabajo conjunto público y privado, a propiciar espacios de encuentro en torno a temáticas que apunten al bienestar de la región y sus habitantes, poniendo énfasis en el emprendimiento como motor de desarrollo para hacer una mejor región”.
-Esa frase está muy sintonizada con el gobierno. ¿Es un espaldarazo por la votación que viene o tiene otra forma de observarse…?
“La acepción que quisimos darle al Impulsa con este eslogan es que el 5 de septiembre el país debe seguir adelante, pase lo que pase. Los empresarios tenemos que seguir trabajando igual. Es verdad que no es lo mismo un 5 de septiembre ‘tipo A’ o ‘tipo B’, pero sigue siendo un escenario real en el que vamos a tener que poner toda nuestra energía para empujar el desarrollo. El mensaje es que, como sea, debemos continuar nuestra dinámica de trabajo. Pueden pasar distintas cosas y tomar diferentes caminos, pero los que trabajamos, los que queremos seguir desarrollando Chile, vamos a tener que seguir nuestra ruta. Ese es el sentido del eslogan del Impulsa de este año”.
“Como gremio estamos trabajando en refrescar y actualizar el concepto de ser empresario, porque se tiende a ver la palabra con una idea más antigua”.
-Y en cuanto al contenido, ¿cómo conformaron los paneles?
“Abrimos con un panel donde está invitado el presidente Gabriel Boric, donde queremos potenciar el ambiente de confianza. En los paneles siguientes expone el ministro Mario Marcel, enfocándonos sobre todo en la Reforma Tributaria. Seguido de eso también es importante tener la mirada y la experiencia del exministro Ignacio Briones. La idea es reunir distintos puntos de vista. Después viene un panel con emprendedores de alto impacto, esos que dejan huella y han transformado la forma de hacer negocios. Y ahí están Alejandra Mustakis, José Manuel Correa, Santiago Peralta y Janan Knust. Santiago Peralta es el fundador de los chocolates Pakari, que se están moviendo en todo el mundo y son un caso de éxito, han sido calificados como los mejores chocolates del mundo. Janan Knust, que es un emprendedor que está desarrollando plataformas digitales para lograr más eficiencia en los puertos y la logística, con una definición mucho más moderna de cómo utilizar carga y logística. Viene llegando de Nueva York con una entrevista espectacular en la bolsa de comercio. Y un último panel con invitados de la región, con el subsecretario Manuel Monsalve; nuestro gobernador, Rodrigo Díaz; la diputada Flor Weisse y Luis Felipe Gazitúa, presidente de CMPC. Invitados muy variados para abordar temas transversales”.
-¿Cuál es el desafío entonces como propuesta de temas en el Impulsa?
“Como gremio estamos trabajando en refrescar y actualizar el concepto de ser empresario, porque se tiende a ver la palabra con una idea más antigua. Probablemente los empresarios de otra época se criaron en una cultura y sociedad más restringida y con muchas dificultades para emprender, mientras que los de ahora están en otro mundo… y de alguna forma los emprendedores o empresarios más antiguos tienen que ir poniéndose a tono con lo que la sociedad les va pidiendo. Nosotros como gremio queremos hacer esa pega, y por eso estamos apoyando y participando activamente en la reciente formación del consejo regional de Endeavor Biobío. Queremos estar mucho más cerca de los empresario nuevos o emprendedores, como se les dice hoy día, y cambiar la percepción de que nuestra cámara está más orientada a la empresa que es más tradicional”.
Tranquilidad y certeza
-Va a ver opiniones diversas y las realidades de la región también son distintas y sensibles hoy.
“Claro. No nos podemos abstraer del momento en que estamos, y las figuras que puedan dar esa información desde el punto de vista económico y político son Mario Marcel, para comentar a la audiencia más detalles de la reforma tributaria y lo que tiene que ver desde el punto de vista de la nueva constitución en el impacto económico. Lo mismo Ignacio Briones, que va a dar su perspectiva de la reforma tributaria. La idea es que los asistentes puedan escuchar distintos puntos y opiniones. El mundo está cada día más abierto. La palabra global la ocupamos cada vez en forma más cotidiana, pero las personas pierden de vista que hoy las empresas se instalan donde les es más eficiente estar, no porque tengan un sentido regionalista o de fidelidad particular a un lugar, sino que lo hacen donde les resulta óptimo y competitivo estar. Hoy día una empresa puede prestar servicios desde cualquier país y puede cruzar fronteras. En áreas como la tecnología, por ejemplo, al final las compañías se instalan donde resulta más seguro, donde encuentras los profesionales más competentes, donde la legislación es más amigable y flexible, donde los tributos son más razonables y donde tienes menos incertidumbre”.
“Queremos tranquilidad y certeza. Cuando eres un país en vías de desarrollo y quieres que lleguen inversiones tienes que ser competitivo. Si eres más nuevo, generas más riesgo, y por eso debes tener características distintivas que den estabilidad y seguridad”.
-¿Y eso es lo que necesita el ambiente empresarial y emprendedor?
“Exacto. A toda escala, desde el emprendimiento más pequeño hasta el más grande tú tomas decisiones en base a qué tan cierto ves el futuro. Desde abrir un pequeño minimarket en la esquina hasta construir una planta, la decisión tiene que ver con un mismo tema. Cuando entras en un período de alta incertidumbre, las empresas se detienen y toman caminos alternativos, porque son seres vivos. Ellas quieren vivir y crecer, y analizan si van por un camino o por otro, dependiendo de los riesgos. El movimiento de capitales en el mundo es en estos tiempos súper simple, porque hoy todas las redes están abiertas. A nosotros lo que nos preocupa es que estamos en un país en que estamos tratando de avanzar con demasiadas complicaciones e incertezas. Finalmente, por mucho que tú digas, voy a seguir trabajando como empresa, puede ser que cambies domicilios, que te vayas a otro país o salgas a vender a otros lugares, porque acá en estos momentos no es un buen mercado. Sentimos que la gente que está demasiado comprometida ideológicamente no entiende que en los negocios y el emprendimiento opera la lógica de la razón, no de la ideología. Insisto, las empresas se instalan donde les resulta más eficiente”.
-¿Quién da esas certezas?
“Es evidente que es el gobierno quien administra el Estado durante el tiempo de su mandato. El gobierno es el que te debe dar certezas durante el período en que está a cargo. Después están las leyes y, más arriba, la constitución. En términos simples, la constitución es el rayado general de la cancha, las leyes son las reglas del juego, y el gobierno y las autoridades son como los árbitros y el VAR. Tenemos una constitución actual que puede tener problemas, pero declara lo que significa, por ejemplo, propiedad privada: tu emprendimiento, las cosas que posees y que no se pueden expropiar. O lo que se paga al valor comercial. Y si se cambia el texto y en vez de declarar valor comercial se le pone ‘precio justo’, de qué estamos hablando… “.
-¿Qué esperan la empresa y los emprendedores del escenario político y económico que viene?
“Queremos tranquilidad y certeza. Cuando eres un país en vías de desarrollo y quieres que lleguen inversiones tienes que ser competitivo. Si eres más nuevo, generas más riesgo, y por eso debes tener características distintivas que den estabilidad y seguridad”.
Resolver desde el origen
A propósito de seguridad, ¿la situación en la zona de Arauco también se va a analizar?
“Ese es un ejemplo de una certeza que no tiene que ver con lo económico. Hoy ir a invertir en la zona de Arauco es impensado, porque todo tiende a ser violentado, atacado, quemado. Hablaba con un emprendedor que administra un colegio… se le echa a perder una fotocopiadora y no existe un técnico que llegue allá para poder repararla. A qué voy con esto, que hay una provincia de nuestra región que está sufriendo una involución en su desarrollo. Hay pueblos que viven a la orilla del mar y que se estaban desarrollando con un montón de iniciativas y ahora están prácticamente muertas. Es terrible. Están tratando de vender sus propiedades y nadie quiere comprar. Hemos recogido la seguridad como un dolor y lo vemos desde un punto de vista evidentemente gremial, porque tiene implicancias directas en la economía de nuestra región”.
-¿No basta el diálogo como se propone desde la autoridad?
“Este es un problema que se tiene que resolver desde el origen, y para eso se necesitan recursos mancomunados. No se trata solo de diálogo, porque hay ilegalidad evidente en los dineros que financian a los grupos violentistas. Las comunidades mapuches sí necesitan diálogo para resolver sus conflictos históricos, pero hay una temática que no tiene que ver con los pueblos originarios, y eso no se resuelve con diálogo, sino con la ley y, por supuesto, con recursos”.