Armando Araiza: “El mundo está lleno de Johnny cien pesos”

/ 25 de Mayo de 2016

El actor azteca vuelve al país para interpretar al mismo  personaje que lo hizo conocido en los ‘90, pero ahora como un “Johhny” más viejo y reflexivo, y que se enfrenta a una nueva sociedad tras pasar largos años en la cárcel.

 
Es imposible no fijar la mirada en su cuello. Desde hace 20 años, el actor mexicano Armando Araiza Herrera (47) -hijo de un director de cine y de una conocida actriz azteca- lleva colgando una moneda de 100 pesos como una especie de amuleto que -dice- marcó el inicio de su carrera internacional en el cine.
En Chile quizás no todos lo identifican por su nombre, pero si decimos que él es Johnny 100 pesos, seguramente la gran mayoría recordará la película homónima, estrenada en 1993, donde Araiza encarnó a un escolar de 17 años que, por un poco de ingenuidad y mucho de mala influencia, protagoniza un mediático asalto, con toma de rehenes incluido, a un video club ubicado en pleno centro de Santiago.
Este filme dirigido por Gustavo Graef-Marino se inspiró en una historia real: el asalto a una casa cambiaria santiaguina, ocurrido en octubre de 1990, y en aquella época fue todo un éxito de taquilla. Sus avales: un sólido guión, un potente elenco -conformado entre otros actores por Luis Gnecco, Patricia Rivera, Willy Semler y Paulina Urrutia-, y la capacidad de reflejar a través de un thriller policial los complicados momentos del Chile que vivía su primer año de transición a la democracia.
“Johnny representa esa generación adolescente desorientada y que además había sido estupidizada por la dictadura”, dijo en aquella época Graef-Marino, para explicar las circunstancias que llevaron a Juan García, “Johnny”, a transformarse en un delincuente que hipotecó su juventud siguiendo el falso sueño de surgir fácilmente en una sociedad que a sus ojos no ofrecía ningún tipo de oportunidades para él.

20 años y un día después

Con más de 45 películas y numerosas series y telenovelas que lo han transformado en uno de los referentes de la actuación en su país, Armando Araiza está nuevamente en nuestro país para traer de regreso a la pantalla grande la historia de Juan García (Johnny 100 pesos), ahora como un ex reo cuarentón que deberá enfrentarse a un Chile totalmente distinto de aquel que dejó de recorrer libremente cuando era un escolar desbandado.
cien pesos-1Johnny 100 pesos, 20 años y un día después llevará por título esta secuela que lo reúne nuevamente con su amigo Gustavo Graef-Marino. Araiza es el único actor del elenco original, quien interpretará a un delincuente redimido que deberá salvar a su hijo del mundo delictual.
La particularidad del filme es que un 25 por ciento de sus escenas se grabó en locaciones de la Región del Biobío y que su banda sonora será interpretada por bandas penquistas.
En un alto en sus grabaciones conversamos con Armando Araiza, quien en todo momento se muestra cercano. Antes de iniciar la entrevista nos revela que si no hubiese sido actor, se habría dedicado al Periodismo, “al de investigación”, dice… luego de unas risas en la sala, comenzamos.
-¿Cuál ha sido tu impresión de la ciudad? ¿Es tu primera vez en Concepción?
“Es primera vez que estoy acá, y ha sido maravilloso sentir la hospitalidad y el cariño de la gente. Para mí significa mucho estar pisando estas tierras”.
-¿Qué te parece esta misión que se te ha encomendado? porque, además, Johnny 100 pesos, 20 años y un día después descentraliza el cine nacional, al viajar por otros escenarios que son parte importante de la película.
“Es maravilloso poder colaborar con este objetivo desde el cine, mostrando los tesoros que cada ciudad tiene, y que merece dar a conocer. Pero sobre todo me gusta filmar en estos lugares que apuntan a un público masivo. Ésta es una película internacional, que irá a festivales y que, por lo tanto, podrá mostrar al mundo los paisajes de Concepción”.
-El contexto social ha cambiado en Chile desde aquella época en que Johnny 100 pesos lideraba la taquilla nacional, ¿cómo ves este proceso después de 20 años?
“Es muy interesante la pregunta, porque el personaje de Johnny en estos 20 años no se ha dedicado a delinquir o a perder el tiempo dentro de la cárcel. Él se dedicó a leer, a culturizarse, a hacer ejercicio, y tiene visualizadas cosas positivas ahora que sale en libertad. Pero se encuentra con una sociedad diferente, invadida de tecnología, y eso es parte de lo que se verá en la secuela de la película, qué sucede con estas sorpresas”.
-Donde además debe revivir su destino…porque tendrá que salvar a un hijo que al parecer no anda en buenos pasos.
Aunque no quiere revelar detalles, responde: “Tras recuperar la libertad, él (Johnny) tiene una dirección, pero la realidad a la que el destino lo obliga a enfrentarse no le permite llevar a cabo sus planes tal cual como los había pensado, y ahí es cuando comienza la historia, que es muy ágil, dinámica, con acción; que tiene suspenso, amor, desamor e, incluso, tintes de comedia, pero de circunstancias, lo que ya sería como un humor negro.
 


 

Qué es Film Friendly

En un sello internacional que obtienen sólo aquellos municipios o gobiernos locales que demuestren estar preparados para recibir y facilitar locaciones para rodajes audiovisuales o publicitarios. Como, por ejemplo, facilitar logística, cortar calles, ceder dependencias, reponer patrimonio, entre otros. El municipio de Concepción firmó el compromiso, pero no se ha sabido de avances aún.


 
 
Creo que esta película tiene todos los factores para llegar al nivel que sea. Está escrita por mi amigo Patricio Lynch, y dirigida por mi otro gran amigo Gustavo Graef-Marino. Él es una especie de capitán de barco que no duda ni un sólo momento de cómo quiere contar la historia. Eso y compartir mi trabajo con un equipo de chilenos talentosos me da mucha seguridad de que tendremos una crítica positiva”.
-En cuanto a la temática, ésta es una película transversal a las realidades de otros países, porque muestra la delincuencia, la violencia social y la falta de oportunidades.
“Yo creo que es una historia que aborda estas situaciones de manera inteligente. Pienso que está lleno de Johnny 100 pesos en el mundo. Es como un perfil. Seguramente muchas personas encontrarán un puente de comprensión y se identificarán con el protagonista. Probablemente cambiará de escenografía o de lugar, pero será el mismo sentimiento, porque este personaje es un guerrero, y el mundo está lleno de gente como él”.
-Pero también hay un mensaje esperanzador, porque Johnny se rehabilita, ¿o no?
“Habrá que ver la película para descubrirlo”, responde entre risas. “Sí tengo claro que es una película muy esperada, que hay muchas expectativas, y eso ya es muy bonito. Estaba en la calle y la gente me decía: ‘Hola, Johnny’, y me pedía autógrafos. Siento que Johnny 100 pesos es un personaje que la gente quiere y que quiere rescatar. Él no es malo, sólo que a veces se le olvida que es bueno, porque las circunstancias lo llevan a hacer algunas cosas”.
Pero sé que será un personaje bien recibido y esperado, que tiene una madurez diferente y mucho aprendizaje tras su largo paso por la cárcel. Johnny tuvo mucho tiempo para arrepentirse del error que cometió y eso lo va a demostrar en esta secuela”.
-¿Y Armando Araiza también ha cambiado en estos 20 años?
“Mucho, aunque he continuado haciendo mi vida artística en México, en el cine, teatro y televisión, varias cosas han cambiado en mi vida. Me divorcié hace algunos años, tengo dos hijas, me preocupo de mi salud, de hacer ejercicio, he viajado mucho en estos 20 años, pero sigo amando profundamente mi trabajo. Me gusta dirigir, producir, actuar, por lo que es muy importante para mí estar hoy aquí. Todos cambiamos en 20 años, y eso es una experiencia que evidentemente le imprimo a mis personajes”.
-Y surge la pregunta sobre lo que lleva colgando en su cuello. Una moneda de 100 pesos que, asegura, atesora desde hace muchos años. ¿Es en realidad algo preciado o es mero marketing?
“No es un disfraz. No la llevo porque vengo a filmar y es parte de un show publicitario.
Creo que Johnny 100 pesos repercutió de tal forma en aquellos años en mi vida, que tal vez de manera incosciente intenté parecerme a él en mi vida real. A los actores a veces nos pasa que hay historias que son dificiles de olvidar. Por ello protagonizar esta historia significó para mí que esta moneda se transformara en un amuleto. En mis redes sociales ustedes podrán comprobar que siempre la llevo conmigo”.
-¿Desde hace 20 años?…
“Sí, por 20 años. Por eso regresar a Chile con esta moneda al cuello tiene un gran significado, porque fue como tatuarme esta película. Imagínate entonces el significado que tiene esta oportunidad de estar aquí nuevamente colaborando con Chile en el cine, y el valor que tiene en mi carrera”.
-Para Armando Araiza todo lo que esté generando esta filmación, ¿es una oportunidad?
“De todas maneras. Por eso es que agradecemos profundamente a los actores que serán parte del elenco y que vinieron al casting realizado. Johnny no es del productor o del director, es de Chile, y esto provocará oportunidades nuevas”.
 
Qué es lo que queda de la película en la Región del Biobío
No es casualidad que Concepción y sus cercanías sean las locaciones elegidas para  la secuela Johnny 100 pesos, 20 años y un día después, y que sean parte importante del filme. Es la clara y concreta forma de fomentar el desarrollo de la industria audiovisual que se ha propuesto llevar adelante el gobierno del Biobío. A esto se suma el apoyo económico que ha realizado el Programa de Industrias Creativas de la Región (de Corfo), que aportó 140 millones de pesos, que se suman a los recursos del Fondo de la Cultura y las Artes, con un monto total cercano al millón y medio de dólares para financiar la grabación.
Una huella importante es la inmaterial. Aquella que tiene que ver con la sensación de volver a ser centro de una producción importante y que da sobre todo a actores locales la oportunidad de proyectar una carrera, por pequeña que haya sido su intervención en la película, pues para la grabación en Concepción se llamó a un casting para la interpretación de extras y roles secundarios al que se presentaron alrededor de 300 personas. Seis de ellos pudieron ser parte del elenco.
Y la tangible son, sin duda, las locaciones, pues después de cuatro días de rodaje, podremos ver en esta película lugares como caleta Tumbes, Los Morros, Playa Blanca de Coliumo, Tomé, o el campus de la Universidad de Concepción. También quedaron las experiencias vividas en los diversos talleres, en los cuales pudieron participar los creativos locales junto al director de la película Gustavo Graef-Marino.
Para el directivo de Film in Chile, asociación de comisiones fílmicas regionales, Rodrigo Romero, esta grabación es un paso “importantísimo” para el cine de la Región, que se traduce en un mayor conocimiento tecnológico transferido a productores locales y audiovisualistas, gracias al apoyo de Corfo y su programa de Industrias Creativas.
 Además, asegura, deja un buen sabor de boca en la industria local, que se vislumbra como un nuevo sector exportador, ya que el desafío ahora es traer un rodaje internacional.
 Según Romero, la creación de una comisión fílmica que promueva las locaciones de Biobío requiere mucho apoyo estatal, ya que beneficia al turismo, el transporte, la producción y logística, además de la industria creativa.
Pero ahora viene el desafío. La idea es articular una mesa técnica con las autoridades, con miras a que Film in Chile capacite a los municipios que deseen implementar el sello Film Friendly. Eso es algo que la ONG quiere y puede lograr, ya que cuenta con la acreditación AFCI, de la asociación internacional de comisiones fílmicas.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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