Bastante arraigo tienen estas bebidas en nuestras tradiciones. Si bien algunas han viajado desde muy lejos para instalarse en nuestra cultura, hay otras que “casi” son locales y que día a día nos acompañan en este húmedo y frío invierno sureño.
Si quisiéramos clasificar estas bebidas según su producto genérico, podríamos decir que hay varias basadas en café, de las cuales esta vez destacaremos algunas cotidianas, como el café espresso, que es el resultado genuino obtenido de la molienda del café, para posteriormente ser filtrado con agua caliente y presión. Está el americano, idéntico en preparación al anterior, pero con un porcentaje de agua hervida; el café cortado, al que se le agrega leche tibia. Y se suman el capuchino, café más leche tibia y espuma de leche; el latte que, a diferencia del capuchino. contiene más leche, y el irlandés, que al producto principal adiciona whisky y crema de leche.
En relación con las bebidas con base en leche, hay que nombrar a la más emblemática: el chocolate caliente, con su base de leche, a la que se incorpora chocolate, azúcar, especias aromatizantes, como canela, clavo de olor y anís estrella y que, en algunos casos, puede ser espesado ligeramente con maicena. Otra clásico de este tipo puede ser la leche con vainilla, la que debiera llevar, al menos, una vaina de vainilla por litro de leche. Se le agrega azúcar y un toque de seste de limón o naranja.
Las bebidas de hierbas podemos clasificarlas en las que tienen su origen en el té y todas las variedades según su zonas de cultivo -Asia principalmente-; en tipos y calidades de hojas, normalmente valoradas según su ubicación en la planta o el nivel de calidad de la misma; el secado de la hoja también es importante, así como lo es el enrollado y posterior fermentado en el caso de los té tradicionales.
Y siguiendo en este mismo grupo, las bebidas basadas en hierbas también son muy usadas, como la clásica Yerba Mate y todos sus posibles derivados, mezclados con otras hierbas aromáticas o medicinales. También puede ser en infusión de leche o en algunos casos acompañada de un destilado.
Finalmente, es necesario comentar que también se incluyen en esta lista de hierbas las usadas para consumir con fines más bien medicinales, de las cuales poco uso hacemos y que, de verdad, entregan muy buenos resultados.
Tips de preparación y consumo
En general use líquidos que tengan un poco menos de temperatura que el punto de ebullición, es decir, no la prepare recién sacada del hervidor o de la tetera.
Repose al menos un par de minutos para que el líquido se impregne de la infusión que está utilizando y así pueda disfrutar su sabor y aroma.
Considere siempre que el sabor mandante es el del género principal (café, el té o la Yerba Mate), por lo mismo, al preparar algún derivado no olvide este consejo, para no terminar, por ejemplo, tomando un té que tenga sólo sabor a canela.
Cuando prepare, piense que al momento de disfrutar su bebida, deberá percibir su aroma, sabor y textura.
Otro punto importante en la preparación es considerar los utensilios necesarios. Actualmente existe un sinfín de éstos, como tazas especiales, cafeteras, teteras, filtros y loza.
Una vez preparada y reposada su bebida o infusión, deje que pierda algo de temperatura para poder disfrutar al máximo.
Mate tradicional
Ingredientes: Tres cucharadas soperas de Yerba Mate, 150 cc de agua hervida. Optativo: hierba aromatizante, puede ser poleo o cedrón.
Té aromatizado
Ingredientes: 10 a 15 gramos de té negro, canela a gusto y 200 cc de agua hervida.
Carajillo
Ingredientes: Una taza con 100 cc de café (de grano), preparado tipo espresso, y 15 cc de brandy.
Mate en leche
Ingredientes: Tres cucharadas soperas de Yerba Mate, 150 cc de leche caliente, azúcar o endulzante a elección. Optativo: hierba aromatizante (poleo, cedrón o seste de limón).
Capuchino
Ingredientes: Una taza con 100 cc de café (de grano) preparado tipo espresso, 20 cc de leche caliente y 2 cucharadas soperas de espuma de leche. Optativo: canela o chocolate rallado.