Podría ser considerada el ébano de la huerta o el petróleo de las cocinas, pero por desgracia parece ser sólo el carbón del refrigerador, que de vez en cuando se utiliza en algunos buffet como parte de la decoración, ya que su color, brillo y forma no dejan a nadie indiferente.
Este fruto, que puede ser encontrado en más de un tamaño y color, pues también las hay blancas, amarillas e incluso rojas, tiene su origen en la India, aunque hay quienes sostienen que pudo haber sido en los países vecinos o incluso en latitudes más extremas.
Su principal característica es la de ser un fruto con gran cantidad de líquido y fibra, a lo que se suma vitamina C, hierro y potasio, lo cual la hace ser idónea para cuidar o mantener el equilibrio en la dieta. También se le atribuyen propiedades diuréticas y antioxidantes que son altamente valoradas por quienes deben perder algunos kilitos. Para esto debe ser consumida como jugo, el que se obtiene de la cocción de un par de berenjenas en no más de dos litros de agua. Una vez frío licuar todo con un tomate maduro. Se recomienda beberlo helado, con toquecito de su sabor favorito, ajo, eneldo, orégano, etc.
Su consumo puede estar sujeto al uso de múltiples técnicas de cocción, siendo la más habitual frita y horneda, esta última muy utilizada por las colonias medio orientales, ya que en las más occidentales de hoy es salteada con algo de oliva, ajo y vinagre, lo que a mi parecer es una opción rápida y sabrosa de comer.
Siempre es recomendable consumirla cocida y antes de aplicar una técnica debe ser reposada en abundante agua, sal y vinagre, para así bajar su amargor original. También es bueno que considere que su piel es comestible al igual que toda su pulpa, por lo cual puede ser comida íntegra, ya sea en puré, relleno de pastas, asada, en garnituras de pizzas, albóndigas en guisos o salsas y, por cierto, frita como escalopa, siendo esta opción la más conocida al parecer.
Por último no olvidar que tiene en la berenjena la posibilidad de disfrutar por poco dinero de un alimento de sabor notable, nutritivo y con una historia ancestral que avala su calidad.
Berenjenas y tomates asados con tomillo limón, acompañados de salsa de yogurt
Ingredientes (4 px)
– 4 berenjenas pequeñas.
– 2 tomates.
– Tomillo limón (a gusto).
– 1 diente de ajo.
– Aceite de oliva (0.1 litro).
– 1 limón.
– 1 yogurt sin sabor.
– Sal a gusto
Preparación
Cortar las berenjenas en mitades, reposar en agua, sal y vinagre. Luego sacar del agua, condimentar con sal, tomillo limón, aceite de oliva y ajo. El tomate debe ser mondado (pelado en agua hervida) y dejado sin semilla, para luego ser condimentado igual que las berenjenas. Ambos productos deben tener una cocción de no más de 15 minutos a horno fuerte (220 grados Celsius). La salsa debe ser preparada con jugo de limón, yogurt, sal, pimienta y oliva si se desea. Finalmente presentar decorativo y con salsa.
Lasaña de berenjenas con Philadelphia y salvia
Ingredientes
– 4 berenjenas pequeñas.
– Queso Philadelphia (0.3 kg)
– Un tercio de perejil.
– Aceite de oliva (0.2 Ltr.)
– 10 hojas de salvia.
– 5 hojas de romero.
– 2 dientes de ajo.
– Vinagre blanco (0.1 Ltr.)
– Aceite de oliva (0.2 Ltr.)
– Sal a gusto.
Preparación
Cortar finas láminas de berenjenas, dejar reposar en agua, sal y vinagre. Posteriormente, filtrar, condimentar con hierbas, ajo y aceite de oliva. Luego saltearlas y reservarlas en frío. El queso debe ser mezclado con perejil picado y sal. Finalmente, armar capas de berenjenas y queso para luego servir con alguna salsa de su agrado.