Es apreciado por su sabor y sus compuestos bioactivos, como la cafeína y el ácido clorogénico, que aportan beneficios a la salud. Sin embargo, es fundamental consumirlo con moderación para evitar el insomnio o el aumento de la presión arterial. Experto de la UCSC aconseja a grupos específicos, como embarazadas y niños, que limiten su ingesta, e indica que un consumo de hasta 400 mg de cafeína al día es considerado seguro para la mayoría.
El café es una de las bebidas más populares en el mundo. Es apreciada no solo por su sabor y aroma, sino también, por los compuestos bioactivos que contiene. Y aunque su consumo moderado puede ofrecer diversos beneficios para la salud, es importante estar atentos a sus posibles efectos adversos.
Rodrigo Buhring, director de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Medicina UCSC, explica que el café está compuesto por nutrientes como proteínas, polisacáridos y minerales, además de contener importantes sustancias bioactivas. Entre ellas, la cafeína, que se destaca como un estimulante que mejora la atención y el estado de alerta. Menciona, asimismo, otro componente clave: el ácido clorogénico, conocido por sus propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a combatir el daño celular y tienen un potencial efecto positivo en la regulación del azúcar en sangre y en la salud cardiovascular.
Pero agrega que, como cualquier alimento o bebida, es crucial consumirlo con moderación, para evitar efectos adversos. Menciona entre ellos el insomnio, inquietud, alteraciones digestivas y el aumento de la presión arterial. “También estimula la liberación de ácido en el estómago, lo que puede provocar sensación de acidez y afectar la absorción de algunos minerales como el calcio”, añade.
Realiza una especial recomendación para las embarazadas, para las mujeres en etapa de lactancia y para los niños y adolescentes, a quienes aconseja mantener su consumo por debajo de las cantidades habituales para evitar riesgos potenciales.
“Las personas con problemas cardíacos también deben evaluar si es necesario reducir su consumo o incluso restringirlo por completo. Es fundamental que cada uno considere su situación y consulte con un profesional de la salud para recibir orientación sobre el consumo de café”, indica.
¿Cuánto consumir?
Se ha demostrado que el consumo regular de café no representa un riesgo para la salud en condiciones normales. Buhring explica que una ingesta de hasta 400 mg de cafeína al día generalmente es considerada segura. Todo dependerá del tipo de grano, de la forma de preparación y de si se trata de café comercial (soluble) o de especialidad, así como del tipo de molienda y el tiempo de extracción.
Da como ejemplo que una taza de 250 ml de café soluble aporta aproximadamente 50 mg de cafeína, mientras que una taza de café preparado en una cafetera de filtro o goteo puede contener entre 90 y 130 mg. “Con esta referencia, consumir de dos a tres tazas de café al día puede ser razonable, aunque esto varía según la persona”.
Advierte que es importante también considerar otras fuentes de cafeína, como el té, el mate y las bebidas energéticas. “Dado que los efectos del café se sienten entre 15 y 20 minutos después de su ingesta y pueden durar de 3 a 4 horas, es aconsejable evitar su consumo antes de dormir para no alterar el sueño”, finaliza.