Con una entrega simbólica del nuevo edificio, que se destaca por sus modernas líneas arquitectónicas, la Caja de Compensación La Araucana dio por inaugurado en julio el centro de servicios y atención para sus afiliados.
Es un aporte a la ciudad, en la esquina de Lincoyán con Barros Arana, el nuevo edificio de Caja de Compensación La Araucana no pasa inadvertido, pero los cambios no son sólo estructurales, lo más importante, la gestión interna, se muestra de igual forma renovada y con miras a un desarrollo a la altura de los tiempos.
“Lo interesante es que se pone a disposición para nuestros afiliados y asociados una propuesta programática, una propuesta de beneficios súper interesante y que abarca toda el área de gestión de la seguridad social: salud, educación, recreación, turismo, vivienda, créditos sociales en modernas instalaciones”, comenta Tomás Varela, Gerente Zona Sur de La Araucana, quien agrega que junto a los mejores profesionales, la Caja de Compensación busca que la nueva apuesta satisfaga los intereses de su gente. “Queremos la mayor cobertura posible en el uso de nuestras instalaciones”, enfatiza Tomás Varela, a la vez que confirma que la gente aprecia el esfuerzo económico que se ha hecho, el esfuerzo de renovación de las propuestas sociales. “Nos falta mucho camino por recorrer, pero sabemos que contamos con el aprecio de los empresarios, dirigentes sindicales y líderes de opinión”.
La meta para este año es cumplir con todas las propuestas sociales comprometidas con la empresa y con los afiliados. “No queremos dejar deudas pendientes para el próximo año, eso significa una serie de actividades que tenemos por delante, como por ejemplo: el campeonato de baby-futbol (la versión nº 35) a nivel inter-empresas, charlas motivacionales, capacitaciones, todo esto en el transcurso de este año. Muchas actividades outdoors, paseos familiares, paseos laborales, potenciar el bienestar del trabajador y su familia y con eso una buena calidad de vida con los suyos. Nosotros buscamos los espacios para lograr todas estas actividades en un ambiente familiar”, ése es el espíritu para el Gerente Zona Sur de La Araucana.
Vocación de servicio
El objetivo final de Caja de Compensación La Araucana es de carácter social, es decir, dar mayores y mejores servicios y beneficios a los afiliados y los pensionados. Esto se logra a través de una re-inversión de los excedentes que genera o aporta el sistema de crédito.
Pablo Illanes, Gerente General de La Araucana, explica que para que estos excedentes se reinviertan en mayores y mejores servicios se deben hacer inversiones en tres áreas fundamentales:
“La primera es el capital humano, inversiones en la gente. Esto significa capacitación, perfeccionamiento, especialización profesional, en definitiva, un sello de cultura muy potente que se podría traducir en una frase: vocación de servicio. Ése es el sello, la impronta de los que trabajan en La Araucana. Aquí, una pieza que no encaje produce un desperfecto en la maquinaria y esto está dado por el rol social y por una política y convicción de que ésa es la manera de llegar a la gente, de hacerla sentir cercana a la empresa, que es un producto escaso en los tiempos que corren, eso es una preocupación primordial”, comenta.
El segundo tema es el de la Tecnología, y que ha significado una inversión alta en los últimos años, entendida ésta como un medio para contribuir al objetivo general. “Esto se traduce en muchos proyectos que estamos desarrollando y que apuntan a una tecnología en lo que es servicio, y que se manifiesta, por ejemplo, en la implementación del sistema SAP. Hay una serie de otros proyectos, en el tema de los servidores, una mesa de servicio interno, conectada con las empresas relacionadas con la Caja, que busca ser una solución on-line. También está el proyecto del call-center que está en una etapa muy avanzada. Creemos que hoy uno no puede funcionar en buena forma, si no cuenta con herramientas tecnológicamente potentes”, aclara Pablo Illanes.
Un tercer aspecto es el tema inmobiliario, que es un tema muy fuerte y el edificio recientemente inaugurado en Concepción es una muestra de lo que la Caja ha hecho durante los últimos 10 años. “Edificios modernos, cómodos y orientados al cliente”, especifica Pablo Illanes, y agrega que un cuarto vértice de la gestión es el tema financiero. “Por nuestra propia historia o propia juridicidad institucional, tenemos una serie de limitaciones propias de la ley orgánica de las cajas, pero hemos tenido que irnos abriendo, lo que no ha sido ni fácil ni rápido. Lo hemos logrado con apoyo de las autoridades que nos han permitido desarrollar una gestión financiera más acorde a los tiempo que corren. Por ejemplo, podemos dar créditos hipotecarios hasta 40 años, créditos de educación hasta 15 años, créditos de consumo hasta 7 años”.
Por otra parte, diversificar las fuentes de financiamiento. Hasta hace poco tiempo las cajas podían endeudarse con la banca en operaciones de corto y mediano plazo y con eso financiar el crédito y las inversiones. “Hoy nosotros hemos logrado abrirnos espacios, es decir, diversificar nuestras fuentes de financiamiento, no sólo a la banca o al capital propio, sino abrirnos hacia los inversionistas institucionales a través de distintos instrumentos. Por ejemplo, los bonos de crédito, las líneas del sector de comercio y pretendemos llegar con un bono corporativo. Estos tres instrumentos son ejemplo de apertura y diversificación de financiamiento de los que estamos absolutamente abocados”, puntualiza.
Investigación de calidad
Para Antonio Castilla, Presidente de La Araucana, la educación tiene un rol fundamental en el contexto de las cajas de compensación y de la mano de ello va la investigación. “Estamos trabajando en cuatro proyectos Fondef, lo que implica más de 5 millones de dólares. Tenemos proyecciones espectaculares, pero lo mejor es tener una caja que está comprometida con la educación, porque para nosotros la educación es calidad de vida, es bienestar sustentable, es seguridad a futuro. No es investigar por investigar, la idea es aplicar conocimientos”, enfatiza, a la vez que explica que en La Araucana hay una serie de otros proyectos que están en conversaciones con las autoridades de Gobierno. “Tal vez lo destacable es que nos consideren como socios de investigación, lo que es un asunto muy desconocido de las cajas, pero es parte del concepto de educación de calidad”, aclara Antonio Castilla.
“Las cajas no les cuestan nada a los trabajadores, ni a las empresas ni al Gobierno, todos estos recursos son generados por nosotros. Nuestro directorio es bipartito, la mitad son trabajadores y la otra mitad son empresarios elegidos”. El otro factor importante es que no tienen fines de lucro, todos los beneficios se distribuyen entre los trabajadores en forma directa o los dineros se invierten en beneficio de la comunidad.
Caja La Araucana crece y se reinventa día a día y para ello genera nuevos negocios. Un ejemplo es la asesoría hipotecaria y el leasing habitacional, que se maneja a través de una empresa especializada, de giro único. “Aquí es interesante destacar que asesoramos a un grupo de trabajadores para construir su vivienda, también en tramites de crédito”. Así, se avanza cumpliendo con la gente, con algo que está en la esencia de las cajas, la Responsabilidad Social Empresarial.