Existen personas que deben poner atención a los alimentos que consumen porque padecen la enfermedad celíaca -o intolerancia al gluten- que puede dañar el revestimiento del intestino delgado e impedir que digieran y absorban de forma adecuada algunas comidas.
De acuerdo con la European Food Information Council (EUFIC), esta enfermedad puede dar como resultado una malnutrición crónica, con deficiencia de calorías y nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas y minerales, si no es atendida de forma correcta.
Algunas personas pueden presentar síntomas de debilidad, aletargamiento, irritabilidad y molestias intestinales luego de consumir gluten que se encuentra en el trigo y en otros cereales como el centeno, la cebada o la avena, los que están presentes en la elaboración del pan, pastas, pasteles, galletas y algunos productos cárnicos.
Esta necesidad ha permitido que hoy con más frecuencia se pueda encontrar en el mercado una gran variedad de productos elaborados sin gluten -que se ofrecen a los consumidores con etiquetas que así lo indican- para que puedan seguir una dieta en equilibrio, balanceada y que también incluya alimentos con gran sabor.
Así también es necesario saber que no todos los granos contienen gluten y que productos como el amaranto, el arroz o el trigo sarraceno están libres de este elemento y pueden ser incluidos en la dieta de los celiacos. De todas maneras siempre es importante realizar una consulta con un especialista en nutrición para decidir de forma adecuada el plan alimenticio que llevará a cabo la persona que vive con intolerancia al gluten. El diagnóstico será fundamental para saber qué específicamente se padece y de esta forma será más sencillo tomar la decisión de eliminar ciertos alimentos.