Fundado en 1888, la institución educativa ha dedicado su trayectoria a la integración cultural a través de su programa académico, que incluye el aprendizaje del alemán y del inglés, para preparar a sus alumnos para ser ciudadanos globales. Este año, el inicio de un proyecto de Aprendizaje con Apoyo Digital busca seguir con un proceso vanguardista que forme estudiantes indagadores, críticos y protagonistas de su aprendizaje.
135 años de existencia, cientos de estudiantes que se formaron en sus aulas, amistades que se forjaron en las salas de clases y los recuerdos entrañables de las enseñanzas de los profesores forman hoy parte de la historia del Colegio Alemán de Concepción, uno de los establecimientos más antiguos y reconocidos de la capital regional.
Un proyecto que comenzó en un local arrendado, en la calle Castellón esquina Cochrane, donde integrantes de la colectividad alemana en Concepción decidieron iniciar un colegio para que sus hijos recibieran una formación acorde con su tradición. Con el paso del tiempo, el colegio se transformó en un lugar de encuentro de las culturas chilena y alemana, se desarrolló e incorporó las mejores prácticas académicas, para llegar a ser un establecimiento acreditado por la República Federal de Alemania con el sello de la Excelencia Académica Internacional.
Los procesos son enormes
En sus inicios, el Colegio Alemán de Concepción tenía una matrícula de no más de 20 estudiantes. Hoy, 135 años después, tiene 1.500.
El colegio vivió etapas importantes, como la compra de su primera propiedad, un local ubicado en la calle Castellón 69-83, donde funcionó hasta su traslado, en 2008, a sus actuales instalaciones en San Pedro de la Paz. En este nuevo lugar, el colegio inició su proyecto educativo institucional, orientado hacia la formación de ciudadanos integrales del mundo multicultural y globalizado.
“El colegio ha crecido y mejorado, pero algo que se ha mantenido inalterable en estos 135 años, son los valores que se inculcan a los alumnos: honestidad, perseverancia y respeto. Estos principios trascienden generaciones y marcan a los estudiantes en su paso por el colegio, en la universidad y en el mundo laboral”, comenta Liliane von Leyser, exalumna del colegio y actual integrante de su directorio.
Estos valores, dice, no están necesariamente declarados, pero están implícitos en la formación que reciben los alumnos.
Sobre la actual etapa que vive el colegio, Liliane von Leyser sostiene que esta se encuentra llena de desafíos.
El colegio -dice- ha crecido mucho y por la decisión, asumida ya hace algunos años, de potenciar su inserción en la comunidad internacional a través del aprendizaje del idioma inglés (además del alemán) Y de la certificación de la calidad de su enseñanza, con estándares como el Bachillerato Internacional GIB (IB con mención en alemán), entre otros. “Eso ha generado un gran desafío para los estudiantes. Por eso nuestra apuesta es de ver esta decisión como un valor, una diferenciación que nos ubica a la altura de cualquier colegio internacional”, expresa”.
Nuestros estudiantes, añade, deciden ir a estudiar a Alemania y no deben rendir ninguna prueba especial. “ Y aquí yo creo que el objetivo es transmitir y hacer entender a los alumnos que dominar tres idiomas al egresar del colegio es algo que les abre las puertas del mundo. Por eso, también queremos potenciar que varios de ellos realicen su pregrado en el exterior, ya que el colegio los prepara para ello”.
Recalca que como directorio siempre están buscando innovar en educación y en la forma en la que se hacen las cosas. Sin embargo, enfatiza que este es un camino lento, “porque muchas veces los procesos son enormes”.
Por eso, como directorio, esperan seguir contando con el apoyo de toda la comunidad para ir construyendo etapas que les permitan seguir siendo reconocidos, en Chile y en el extranjero, como comunidad educativa chileno-alemana vanguardista y formadora de ciudadanos responsables, perseverantes y competentes, que están preparados para aportar a la sociedad multicultural del mundo.
El inicio del ACAD
La fecha 6 de marzo del 2023 quedará marcada como otro de los hitos para recordar en la historia del Colegio Alemán de Concepción.
Ese día se puso en marcha, para los alumnos desde séptimo básico hasta segundo de enseñanza media, el Aprendizaje con Apoyo Digital (ACAD), a través del cual se integró el uso de dispositivos electrónicos en el aula (iPads), como herramienta fundamental del proceso de aprendizaje de los estudiantes.
El objetivo principal del ACAD, explica el director del Colegio Alemán de Concepción, Stefan Seitzer, es abrir nuevos caminos para que el estudiante sea el protagonista de su aprendizaje.
“Lo que hicimos fue incorporar la tecnología como una adición a un pensamiento que ya teníamos como colegio: que es que el alumno es quien toma las decisiones y acciones que conducen su aprendizaje, pues según nuestro modelo educativo, ellos no son receptores pasivos de información, sino que, por el contrario, son actores activos que construyen su propio conocimiento”.
Y con el dispositivo, agrega, eso se puede hacer mejor, porque la tecnología ofrece más oportunidades para la investigación, para la colaboración con otros -con lo que se potencia el trabajo grupal- y para la expresión creativa. Es así dice, como los iPads son usados como cuadernos, como fuentes de investigación y como herramientas para crear productos digitales.
Stefan Seitzer explica el funcionamiento del ACAD: “Los estudiantes ingresan a sus iPads, donde se conectan a la aplicación AULA y realizan sus clases. Mediante esta herramienta, el profesor comparte documentos y tareas, y los alumnos, a su vez, pueden trabajar individual o colaborativamente con sus compañeros”.
De esta manera, sostiene el director, el estudiante del Colegio Alemán de Concepción, a su vez, tiene más control sobre su aprendizaje, pues la tecnología le permite realizar un trabajo tanto sincrónico (en el colegio junto a los profesores), como asincrónico (fuera de los tiempos del aula), lo que abre nuevas posibilidades sobre cuándo y dónde aprender. Además, potencia sus competencias investigativas, ya que Internet es una fuente de mucha y variada información. “Eso implica otro desafío, que es desarrollar la competencia del pensamiento crítico para evaluar la pertinencia de las fuentes, para filtrar la información que utiliza, para distinguir el contenido verdadero del que no lo es, lo que desde temprana edad los transforma en consumidores críticos de información”.
En el aspecto metodológico, el ACAD permite adquirir competencias digitales que ofrecen más oportunidades para la expresión creativa, porque el estudiante puede elegir investigar un tema que le interesa, realizar presentaciones sobre una materia aprendida o crear proyectos digitales con estos recursos sobre un tema de una clase.
Stefan Seitzer recalca que lo anterior cambia el paradigma donde el profesor es quien tradicionalmente tiene el conocimiento y lo comparte, “para llevarlo a un sistema de enseñanza aprendizaje donde es el estudiante, quien, a través de la indagación, del pensamiento crítico, de la creatividad y del trabajo colaborativo construye su conocimiento, lo que además es más sostenible, más interesante y motivante”.
Construir un mundo mejor
Tras dos años donde la pandemia por Covid-19 limitó las clases presenciales, 2023 comenzó sin restricciones para el Colegio Alemán de Concepción y, con ello, muchos proyectos pudieron ver la luz. Así fue como el primer día de clases se inauguró el nuevo campo deportivo, la pista atlética y la renovación del casino que fueron las primeras novedades de esta fase postpandémica.
–¿Cuáles son los desafíos que enfrenta el Colegio Alemán en este momento?
“Diría que es la convivencia, porque puede ser también que como producto de la pandemia que vivimos, hoy el estar juntos todo el día genere conflictos. Entonces hay que volver a enseñar la convivencia entre la comunidad escolar. Eso es un tema en donde estamos trabajando fuertemente, pero no solo en cómo resolver conflictos, sino que también en potenciar actividades positivas para fortalecer la comunidad. Por ejemplo, a fines de septiembre tuvimos el tradicional Rock Festival, con una participación grande de alumnos y de papás. Esas cosas nos importan muchísimo, porque generan comunidad. También tuvimos días de convivencia donde trabajaron en proyectos conjuntos los alumnos más pequeños con los más grandes. Esas iniciativas son las que hoy nos ocupan para abordar los temas de convivencia”.
-¿Cuál es su mensaje para la comunidad del Colegio Alemán de Concepción?
“Precisamente, que sigamos como comunidad, fortaleciendo nuestros lazos internos y también con el exterior para de esa forma construir un mundo mejor”.
Un nuevo espacio
Según explica el director del Colegio Alemán de Concepción, desde antes de la pandemia ya existía la idea de construir un nuevo espacio para ser destinado completamente a aulas para estudiantes de enseñanza media.
“Hoy, asesorados por una arquitecta peruana alemana, estamos enfocados en definir el diseño interno de las salas de clases. Estas tendrán una nueva espacialidad, diferente a la tradicional, donde el profesor está ubicado al frente de los alumnos. Esto responde a las necesidades de nuestros modelos de enseñanza. El mobiliario modular permitirá ajustar las salas de clases a las necesidades de los procesos de enseñanza. Es un nuevo enfoque que pone a la arquitectura a disposición de la educación”. El edificio comenzaría a construirse dentro de un año.