Therapeuthes es un grupo multidisciplinario de profesionales que aplican un innovador sistema formativo en el colegio Kingston College. La metodología canaliza las energías, creatividad e intereses de los alumnos en actividades que contribuyen en la consolidación de sus personalidades.
Los niños son alegres, a veces inquietos y otras porfiados. Aprenden con facilidad, pero también en ocasiones les cuesta entender lo que se les dice. Todos estos rasgos son propios de su crecimiento, el que unido al proceso educativo permite modelar sus identidades.
En el colegio Kingston College, el grupo Therapeuthes, formado por profesionales de distintas disciplinas, está aplicando un innovador método formativo que ha permitido desarrollar sus personalidades de manera integral e incluso superar trastornos como déficit atencional o hiperactividad sin recurrir a medicamentos.
El Rector Hans Aravena explica que la educación del Kingston se fundamenta en el desarrollo de las potencialidades dormidas de cada alumno, filosofía que han reforzado con el desarrollo de esta nueva metodología que utiliza como estrategia la canalización de las energías de los niños en actividades creativas, lúdicas y formativas.
Capitalizar energías
Therapeuthes está constituido por psicólogos, fonoaudiólogos y profesores quienes además de trabajar en talleres con los alumnos también lo hacen con los papás y la familia. De hecho, padres e hijos desarrollan en conjunto un invernadero, actividad que los une en intereses y contribuye en su formación y crecimiento.
Van a ser tres años desde el comienzo de esta iniciativa. El proyecto tomó un grupo de 18 alumnos de kinder y todos han demostrado una evolución positiva, tanto en el control de su comportamiento como en el rendimiento escolar, porque la estrategia mejora la concentración. “Los Therapeuthes buscan crear en los chicos condiciones para que desarrollen su propia personalidad. Indudablemente que no cambian de la noche a la mañana, pero sus potencialidades individuales se forman con el tiempo. Sus impulsos ya no son descontrolados o sin sentido, sino que están enfocados a actividades que nacen del interés de los propios niños”, concluye el Rector.