La endometriosis afecta al 10% de las mujeres en edad fértil, causando dolor y problemas de fertilidad. Los especialistas juegan un papel crucial en su diagnóstico y tratamiento, al ofrecer soluciones precisas y adaptadas a cada caso
La endometriosis, una enfermedad que impacta al 10% de las mujeres en edad fértil, se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Este tejido puede crecer en órganos como el intestino, la vejiga y las trompas de Falopio, generando dolor intenso durante la menstruación, relaciones sexuales dolorosas y problemas de fertilidad.
Andrés Vigueras, ginecólogo especializado en endometriosis de Clínica Biobío, explica que el diagnóstico ha mejorado notablemente en las últimas décadas. Señala que antes, muchas mujeres podían pasar años sin un diagnóstico claro, sufriendo dolor persistente hasta la menopausia, cuando la enfermedad suele volverse inactiva. “Hoy, la precisión del diagnóstico ha alcanzado entre un 80 y un 90% gracias a estudios de imágenes como la ecografía y la resonancia magnética que realizan profesionales capacitados, siguiendo un protocolo específico”, añade.
De ambas herramientas diagnósticas, la ecografía es la más accesible, pero es fundamental considerar la experiencia de quien la realiza. En varios países se ha protocolizado el mapeamiento de endometriosis o el estudio extendido de endometriosis profunda por ecografía, ya que se requiere una preparación específica. Esto incluye realizarla en un momento preciso del ciclo menstrual, preparar el intestino y seguir un protocolo detallado. Además, la eficacia de la ecografía para detectar endometriosis depende mucho de la experiencia del profesional que la realice. “Un médico con años de experiencia en ecografías puede no identificar todas las lesiones adecuadamente si no tiene formación especializada en endometriosis,” advierte el Dr. Vigueras.
Tratamientos personalizados
El tratamiento de la endometriosis no siempre requiere cirugía. El enfoque debe ser personalizado, y solo una minoría de las pacientes necesita intervención quirúrgica. Los tratamientos médicos suelen ser la primera línea de acción e incluyen hormonas (como anticonceptivos orales o inyectables) y medicamentos no hormonales para controlar el dolor.
La cirugía para tratar la endometriosis se considera en tres situaciones principales: cuando el dolor persiste o empeora a pesar de los tratamientos médicos, la cirugía puede ser necesaria para ofrecer alivio. También, ante la presencia de quistes endometriósicos grandes, generalmente mayores de 7 a 8 centímetros, a menudo requieren extracción para prevenir complicaciones. Por último, si la endometriosis es la única causa identificada de problemas de fertilidad la cirugía puede mejorar las posibilidades de embarazo.
El ginecólogo Andrés Vigueras subraya que, en el pasado, se solían realizar cirugías radicales, como la histerectomía, que no solo eran innecesarias sino perjudiciales. Hoy en día, el enfoque es eliminar únicamente los implantes visibles de endometriosis, evitando la histerectomía, especialmente para las mujeres que desean tener hijos. “Es crucial evitar la extirpación del útero como tratamiento para la endometriosis, un enfoque que a veces se sigue ofreciendo incorrectamente,” concluye.
La detección temprana y el tratamiento adecuado de la endometriosis pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de las pacientes. La clave está en consultar a especialistas capacitados que puedan ofrecer un diagnóstico preciso y opciones de tratamiento adaptadas a cada caso.