El crecimiento de las ciudades tanto en tamaño como en cantidad de población trae aparejada la obligación de gestionar las urbes teniendo como norte los diferentes requerimientos de sus habitantes, para asegurarles espacios confortables, seguros y que den respuesta a sus necesidades sociales, culturales y ambientales. Esto a llevado a las autoridades a convertir a Concepción en la capital de la bicicleta
La idea de que la calle es un espacio compartido y que, por lo tanto, debe acoger diferentes tipos de movilidad, motivó que en el año 2014, el Gobierno se impusiera el desafío de construir 190 kilómetros de ciclovías de alto estándar en el país. 6,2 de ellos correspondieron a Concepción que, con este proyecto, llegaría a sumar 18 kilómetros de vías exclusivas para bicicletas ubicadas en diferentes puntos de la ciudad.Previamente, el municipio había realizado un levantamiento de información a través de la Oficina Ciudadana de la Bicicleta (Ocbi), en conjunto con universidades locales y organizaciones sociales, que le permitió configurar un plan maestro con las principales arterias que requerían de dicha infraestructura. Esa información se compartió con el Minvu, organismo a cargo de impulsar el plan, lo que determinó que finalmente éstas se construyeran en los ejes viales de O’Higgins, Cardenio Avello, Ongolmo, Manuel Rodríguez, Angol y Janequeo.
Que tuvieran un alto estandar consideraba modificaciones sustanciales respecto de las ciclovías que ya existían en la ciudad. La principal era que ahora tendrían su emplazamiento en la calzada, para evitar que fueran ocupadas por peatones, como ocurría en otras vías para este tipo de transporte en la capital regional. De esta manera, a medida que se fueron completando las etapas, los penquistas comenzaron a observar la aparición de ciclovías en las calles, hechas de hormigón y dotadas de una faja de segregación e intersecciones demarcadas de color. Además, se añadieron lámparas para bicicletas en las esquinas semaforizadas, hitos verticales para indicar el radio de giro vehicular motorizado y un contador de flujo de circulación.
Estos 6,2 kilómetros se enlazaron con las ciclovías previamente construidas, de manera de ofrecer una real alternativa de conexión para los ciclistas dentro de Concepción.
Que este proyecto se destinara al perímetro céntrico tenía como base, además, la idea de promover el transporte en bicicleta para acceder al núcleo de la ciudad y así desincentivar el uso de automóviles.
En este último punto tiene especial importancia la ciclovía de avenida O’Higgins, pues es la única de su tipo en el país que está emplazada en la principal vía de tránsito de una ciudad.
El uso que los ciclistas están haciendo de esta infraestructura, sumado a la cantidad de kilómetros contruidos, ya hace pensar a muchos que Concepción podría convertirse en la capital de la bicicleta. Una idea que no parece estar tan lejana si se tiene en cuenta que -de acuerdo con el Portal de Datos de Ciclovías del Minvu, que registra el promedio de tráfico de 68 contadores electrónicos ubicados en diferentes vías para bicicletas del país-, la ciclovía de Roosvelt se ubica en el número uno de las más usadas, y otras dos, Manuel Rodríguez y O’Higgins, entre los cinco primeros lugares.
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