No hay que fijarse solo en si son bonitas o en el precio. La elección de las mochilas, zapatos y zapatillas debe tener en cuenta la comodidad, seguridad y las medidas anatómicas (peso y talla) de los escolares.
FUENTE: Comsulting.
Faltan pocos días para el regreso de los niños al colegio, y los padres preparan este hito con la compra de útiles y uniformes. Según Enrique Enoch, kinesiólogo coordinador del Centro de Salud Deportiva de Clínica Santa María, hay dos elecciones entre estos ítemes en las que se debe tener especial cuidado: el calzado y la mochila. Añade que estas deben cumplir, al menos, cuatro características. La primera es que los niños deben sentir su pie cómodo dentro del zapato, “que le permita los movimientos adecuados de los dedos y también del pie”, sostiene el kinesiólogo.
Una segunda condición es la relación entre estabilidad y flexibilidad, “es decir, que el pie se mantenga seguro al momento de la caminata, con una suela que idealmente sea antideslizante, pero que al mismo tiempo le permita una buena flexibilidad”.
Además, es importante que los materiales sean transpirables (que se renueve el aire), para evitar la sudoración del pie. También, que las costuras internas sean de un material resistente, para que dure más tiempo y, que a la vez, sean suaves para que no lastimen el pie del escolar.
Como cuarta recomendación, Enrique Enoch enfatiza en que la plantilla interna debe ser plana y flexible. “Nunca se debe usar una plantilla correctora, a no ser que tenga una indicación prescrita por el médico ortopedista”.
Ojo con los tirantes, el tamaño y el peso
Y en cuanto a las mochilas, lo principal es elegir una que tenga tirantes acolchados y que permitan una buena sujeción entre la mochila y la espalda. Sobre el tamaño, esta debe quedar ubicada a la altura de los hombros y terminar unos cinco centímetros antes de la cintura. Si la mochila llega más abajo, quiere decir que es muy grande para tu hijo.
En las mochilas con ruedas, el brazo telescópico debe tener suficiente distancia para que al momento de llevarla, el niño no sufra rotaciones del tronco, ni que sus hombros queden a niveles diferentes. Sobre el peso, la recomendación es que no deben superar el 10% del peso corporal de los escolares. Si un niño pesa 30 kilos, promedio no debe trasladar más de tres kilos.