Uno de cada cinco chilenos tiene alguna afección a la tiroides, pero a pesar de su frecuencia, sus síntomas suelen confundirse con otras patologías.
(Fuente: comunicado Voxkom)
Muchas veces, los trastornos de la función tiroidea pasan inadvertidos, porque sus síntomas se confunden con depresión, trastornos de ansiedad o problemas cardiacos.
Según la última Encuesta Nacional de Salud, se estima que en Chile hay más de tres millones de personas con enfermedad tiroidea, mientras que en el mundo, este número asciende a 750 millones según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Los trastornos tiroideos son muy habituales en nuestra población y cada vez se están detectando más tumores asociados a esta glándula, en parte, por una mayor pesquisa y por el aumento de otro tipo de consultas o cirugías que exigen exámenes donde se encuentran estos pequeños nódulos (incidentalomas). Pese a ello, al presentar síntomas inespecíficos, los pacientes suelen confundirse con otras patologías y no son tratados”, asegura la Dra. Alejandra Gallego, Coordinadora de Cirugía de Cabeza y Cuello de Clínicas RedSalud.
Agrega que una detección y un tratamiento precoz permiten a los pacientes mantenerse saludables y tener una mejor calidad de vida, sin sufrir las consecuencias del déficit o exceso de esta hormona. Un examen de sangre puede detectar si los niveles de la hormona están en rangos normales.
Alteraciones más frecuentes
La tiroides es una glándula ubicada en la parte frontal del cuello, que se encarga de secretar hormonas tiroideas que son clave para nuestro organismo: la T3 y T4, que participan en el control del metabolismo, el crecimiento de los tejidos, la regulación de la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, permitiendo el adecuado funcionamiento de órganos y sistemas como el cerebro, el corazón, los músculos, entre otros.
Las alteraciones tiroideas pueden afectar tanto a hombres como mujeres, pero ocurren alrededor de tres veces más en ellas. “Son también es frecuente en personas con antecedentes familiares y puede producirse después de un embarazo o la menopausia. Además, esta enfermedad puede causar problemas con el periodo menstrual, es decir, tener períodos escasos, prolongados o irregulares; dificultades para quedar embarazada y durante el mismo embarazo, por lo que debe tener un seguimiento adecuado para evitar graves complicaciones”.
Un funcionamiento incorrecto de la tiroides pueden desarrollar una serie de enfermedades, como el hipotiroidismo, hipertiroidismo, nódulos tiroideos y cáncer de tiroides.
Hipotiroidismo
Es el cuadro más prevalente en el país. Se produce cuando la tiroides genera menos hormonas que las que se necesita, siendo la autoinmunidad la causa más frecuente en Chile. Sus síntomas están asociados a aumento de peso, fatiga, somnolencia, piel seca, intolerancia al frío y constipación, por lo que se puede confundir con trastornos como la depresión.
¿Cómo se detecta? A través de exámenes de sangre que reflejan índices de TSH altos, y T3 y T4 bajas. Tratamiento: Administrar la hormona que no produce la tiroides.
Hipertiroidismo
Se produce cuando el cuerpo secreta en exceso la hormona tiroidea. “Esta enfermedad acelera el metabolismo, por lo que las personas se hallan en estado de mayor nerviosismo, aceleradas, con palpitaciones, cansancio, intolerancia al calor, irritabilidad, y se asocia también a una pérdida importante de peso”, sostiene la especialista de RedSalud.
¿Cómo se detecta? El hipertiroidismo en general es más sintomático, y se confirma con exámenes de sangre que revelan índices de TSH baja, después de lo cual se deben hacer más estudios. Tratamiento: Dependerá de la causa, pero la especialista de RedSalud sostiene que va desde la utilización de fármacos, yodo radioactivo para quemar la glándula e, incluso, la extirpación mediante una cirugía.
Nódulos tiroideos y cáncer de tiroides
Cerca de un 50% de la población puede tener en algún momento de su vida un pequeño nódulo. “La mayor parte son benignos, sin embargo, aproximadamente el cinco por ciento puede ser cáncer de tiroides. Los signos o síntomas de alerta de cáncer son un bulto o masa en el cuello, hinchazón en el cuello, dolor en la parte frontal del cuello que puede alcanzar hasta los oídos, dificultad para respirar, problemas de deglución, entre otros”.
¿Cómo se detecta? En general los nódulos son asintomáticos y su hallazgo se produce en una ecografía. “Cuando se detecta, según una clasificación radiológica denominada TIRADS, se les da riesgo de ser o no cáncer con indicación de punción con aguja fina. El cáncer se puede diagnosticar después que una persona acude al médico porque presenta síntomas, durante un examen médico u otros estudios. En la mayoría de los casos, la biopsia es la manera más segura para determinarlo”, explica la Dra. Gallego.
Tratamiento: Dependerá del tipo de cáncer y la presencia de metástasis. “Entre las alternativas de tratamiento, la principal es la cirugía, para extirpar el tumor y toda o parte de la glándula tiroides, que en el postoperatorio se puede complementar o no con uso de yodo radioactivo que se ingiere y tiene una pequeña cantidad de radiación capaz de destruir las células cancerígenas que pudieran quedar tras la cirugía. En cualquier caso, los pacientes luego deben recibir hormonas tiroideas para toda la vida”.