En Chile, la LMA es una de las principales causas de muerte y tiene una baja tasa de supervivencia, especialmente entre los mayores de 60 años. El acceso al trasplante de médula ósea es limitado por las restricciones de edad en el sistema público de salud, lo que subraya la necesidad urgente de ampliar el acceso a tratamientos efectivos. La concientización y el diálogo médico son clave para mejorar las opciones y la calidad de vida de los pacientes.
El 17 de septiembre se comemora el Día Mundial del Donante de Médula Ósea, que se conmemora, que es clave para la superviviencia de pacientes con leucemia mieloide aguda. Una enfermedad, que aunque tratable, representa un desafío significativo debido a su naturaleza agresiva y complejidad en el tratamiento.
La leucemia mieloide aguda tiene una incidencia preocupante en Chile, con 6.1 casos por cada 100.000 hombres y 4.2 en mujeres, y se posiciona como la décima causa de muerte en el país.
Según la Sociedad Chilena de Hematología, la tasa de supervivencia a cinco años es del 24%, cifra que se reduce al 10% en pacientes mayores de 60 años, el grupo más afectado por esta enfermedad. Un aspecto relevante si se considera que Chile experimenta un incremento de la población de 60 años y más, por lo que la incidencia de este problema de salud podría incrementarse.
Esta creciente población de adultos mayores subraya la urgencia de asegurar un acceso equitativo a tratamientos efectivos, independientemente de la edad. Los expertos enfatizan que el bienestar físico y emocional de los pacientes debe ser el centro de la atención médica.
El trasplante de médula ósea se ha establecido como una de las opciones más efectivas para curar la LMA. Sin embargo, muchos pacientes no pueden acceder a este tratamiento debido a su edad y preexistencias. Actualmente, el sistema público de salud en Chile cubre el trasplante solo hasta los 60 años, lo que limita las opciones para aquellos que lo necesitan después de esta edad.
El Dr. Giovanny Montoya, Head de Medical Affairs para Astellas Farma Colombia & South Cone, destaca que aunque la LMA es uno de los subtipos de leucemia más complejos y difíciles de tratar, un diagnóstico oportuno podría aumentar la esperanza de vida de quienes la padecen. Ello porque permite comenzar rápidamente con el tratamiento, que se divide en tres etapas: inducción, consolidación y mantenimiento. Añade que hacia la fase final lo que se recomienda es un alotrasplante (de un donante) de médula ósea, pero debido a que no todos los pacientes son candidatos, es necesario preparar a los que sí para que alcancen el mejor estado de salud posible y así puedan tener los mejores resultados durante la intervención, “pero también ofrecer terapias a los que no pueden recibir el trasplante para que tengan una mayor sobrevida con la mejor calidad de vida posible”, expresó el doctor Giovanny Montoya.
“Es fundamental que los pacientes dialoguen con sus médicos sobre todas las opciones de tratamiento disponibles, para que puedan tomar decisiones informadas que se ajusten a sus necesidades”, concluyó.
En este mes de concientización sobre la salud de la sangre, Astellas Farma Chile reafirma su dedicación a la investigación y desarrollo de soluciones que no solo prolonguen la vida, sino que también mejoren su calidad.