Desde las ollas comunes al Parlamento. Así define su trayectoria la diputada del distrito 45 que formó sus convicciones en la Parroquia Universitaria, en los 80, donde abrazó el trabajo social y la defensa de los derechos humanos. Su voz cálida disimula su personalidad y carácter fuerte que la han llevado a defender sus ideas a rajatabla, aunque por ello haya ido en contra de su partido, de la Concertación y del Gobierno. A pesar de estas desavenencias, dice que del conglomerado oficialista todavía no se va y que será diputada de la Concertación por un segundo período.
Cuando a mediados de 2005 Alejandro Navarro le ganó al hasta ese entonces senador, José Antonio Viera-Gallo, el cupo para postular por la Circunscripción Octava Región Costa, dentro del PS comenzó la búsqueda para encontrar al candidato que pudiese capitalizar el 47% de los votos que había alcanzado Navarro en su última elección por el distrito 45. El nombre del ex Seremi de Transportes, Dalton Campos, se dio como seguro. Pero luego de que éste desistiera de de la candidatura por razones personales se anunció que la aspirante PS al cupo que dejaba el ahora líder del MAS, sería la esposa del alcalde de Coronel, René Carvajal. Para la mayoría de los electores del distrito Clemira Pacheco Rivas era una desconocida; para la gente de Lota y Coronel, una antigua líder del mundo social, creadora de ONGs, de comedores y de jardines infantiles, y Jefe Operativa de las campañas comunales de los Presidentes Aylwin, Frei y Lagos, además de colaboradora número uno de su marido, en sus cuatro elecciones a la alcaldía. Ambos se conocieron mientras militaban en el MIR. Ella como estudiante de pedagogía de la Universidad de Concepción, y él como abogado defensor de causas sociales. La detención por 4 meses de Carvajal, en 1982, acusado de poner una bomba en la intendencia de Bío Bío, tuvo bastante cobertura en la prensa local, donde lo conoció la ahora parlamentaria, quien rápidamente se sumó al grupo de universitarios por la lucha del abogado preso. Tras conocerse, se casaron rápidamente y de esa unión nacieron cuatro hijas, hoy de 21, 19, 12 y 8. Las vueltas de la vida permitieron que este abogado se convirtiera en el primer alcalde de Coronel elegido popularmente, luego del retorno de la democracia. Su mujer, aunque continuó su trabajo social -a lo que sumó la creación de un colegio, el San Pedro de Coronel- bajó la guardia para dedicarse a criar a sus hijas y para apoyar a su marido. Esa estructura la mantuvieron hasta 2005, cuando en el PS pensaron en Clemira Pacheco para suceder a Navarro en la Cámara Baja. Tres años alcanzaron a ocupar roles públicos, pero la derrota de René Carvajal en su lucha por la alcaldía, el año pasado, cambió drásticamente los papeles.
“Él asumió mucho más el cuidado de nuestras hijas, ahora con mayor razón que yo no estoy en gran parte de la semana, porque durante casi todo el mes desde el lunes hasta el jueves tengo que permanecer en el Congreso. Él se hace cargo de llevarlas al colegio, al médico, de las reuniones de apoderados y del cuidado del día a día mientras la mamá no está”, cuenta la parlamentaria que debutó en la Cámara Baja asociándose en varias iniciativas con los díscolos Marco Enríquez-Ominami, René Alinco, Alejandro Sule.
-Este nuevo trajín ¿no le ha pasado la cuenta a nivel familiar?
-Yo creo que todas las cosas tienen sus pro y sus contra. Nosotros con René y las niñas tuvimos que cambiar nuestra forma de vida familiar y, sí, claro que me ha pasado la cuenta, porque no he visto crecer todos los días a mis hijas, no estoy en lo cotidiano, de pronto son sólo por teléfono las conversaciones, a veces me pierdo las reuniones de apoderados. Yo diría que mi hija menor es la que más ha sufrido con todo esto, y esas son las cuentas, pero también mis hijas se han adaptado a esta forma de vida, porque cuando me pidieron ser candidata yo lo conversé con ellas.
-Esto de separarse de la familia debe ser un tema entre las parlamentarias. ¿Conversan entre ustedes de cómo sobrellevar la situación?
No fíjate, no hablamos mucho de eso, además porque la mayoría de las diputadas vive en Santiago, y su situación es distinta de las que somos de regiones. Ellas están mucho más cerca de sus familias. En mi bancada, además son todas mayores, como Isabel Allende, Denisse Pascal, que ya tienen hijos grandes, algunas son abuelas, por lo tanto estamos en etapas distintas. A las que tenemos hijos chicos la cosa se nos complica mucho. Pero eso parte de la pega también; uno echa de menos, uno se adapta y los hijos también se van acostumbrando. Aunque hay cosas que no dejan de doler, como cuando llamo a la menor de mis hijas desde Valparaíso para preguntarle cómo está y me contesta: “te extraño mucho”. Eso te llega al alma.
-Y con su marido ¿Cómo han enfrentado este cambio de roles? Él ahora en la casa y alejado de la vida pública y Ud. como parlamentaria.
Nosotros con René siempre hemos tenido un matrimonio paritario. Nos respetamos mucho y respetamos al otro en sus capacidades, con bastantes diferencias también en algunos temas políticos y en la forma de mirar la vida. Nos conocimos así, en esto de querer cambiar el mundo, militando, y lo digo con mucho orgullo, en un movimiento revolucionario de la Región, el MIR. Y las convicciones no las cambias. Yo hice una opción de vida hace años y lo hice con dos sacerdotes que me enseñaron mucho, el padre Rafael Maroto y el padre Pedro Azócar de la Parroquia Universitaria.
Entonces para nosotros como pareja la idea de trabajar por los objetivos que tenemos en relación al prójimo es algo muy importante.
-Cómo asumió las críticas cuando se supo que su marido junto a otros dos ex acaldes -no reelectos- estaban trabajando para el Gobierno Regional. Esto apareció como una denuncia y como una supuesta mala práctica.
Yo lo vi y dije qué lamentable que estén pocos informados porque René postuló a un cargo público y por su profesión y experiencia obviamente quedó seleccionado, y es part time, él también se dedica a trabajar como abogado de manera privada. Encontré que esa denuncia no tenía asidero, porque el único ex alcalde que postuló y fue a concurso fue él, algo bien distinto a lo que sucedió con los otros, que creo que fueron designados.
-Si bien su candidatura para ser reelecta dentro del PS ya está inscrita, hay rumores de que podría bajarse y su lugar lo podría ocupar su marido ¿Es eso cierto?
No, sólo son rumores.
-¿Pero no es una posibilidad que hayan conversado?
No, eso ya está zanjado hace mucho rato, siempre he dicho que voy a la reelección, y eso quedó establecido (en el PS) incluso desde antes que René inscribiera su candidatura a alcalde.
-¿Ve más complicada su reelección ahora que no tiene el apoyo ni del alcalde de Coronel ni aún de Alejandro Navarro, que ahora está fuera de la Concertación?
Yo a eso respondería que cada día tiene su afán. Yo diría que René Carvajal si bien perdió la alcaldía, perdió por una diferencia muy pequeña de votos, por lo tanto no todo es negro. Todo lo contrario, yo creo que por la mala gestión y las quejas que ha habido en la comuna de Coronel (en contra del actual alcalde) si las elecciones fueran hoy, René sería reelecto.
-Pero gran parte de la votación que Alejandro Navarro obtenía en el distrito 45 se traspasó a Ud. y ahora ese apoyo no está, porque el Movimiento Amplio Socialista llevará candidatos en todo el país.
Es que yo creo que esos votos no son traspasables. Alejandro, tal como el alcalde de Florida, fue un gran apoyo. Es obvio que su respaldo fue importante sobre todo en comunas como Penco, Tomé, Santa Juana y Hualqui, donde no me conocían. La diferencia es que ahora me conocen y la gente sabe quien soy, cómo trabajo y lo que he hecho en las comunas del distrito. En Coronel saben quien soy yo desde hace mucho tiempo y saben también cómo ha sido mi trabajo como parlamentaria; entonces por lo tanto la evaluación está ahí. Estoy muy tranquila, sé que he hecho un trabajo serio, responsable, además con mucha convicción y compromiso, y que trabajo de manera constante y siempre tengo la disponibilidad para ayudar de manera completa a corto plazo, pero también sé que me proyecto y trato de dar alternativas de solución de problemas también para el futuro.
-¿Está segura que la van a reelegir?
Si no me eligieran la Región perdería a su única mujer parlamentaria, a una mujer que ha tratado de ser una mejor cristiana todos los días para ayudar a los que más necesitan y ha dado peleas que no han sido fáciles, por ejemplo en términos de género, porque sobre todo en un sector de mi partido hay quienes no reconocen tus capacidades, porque a algunos les aparece esto de macho y te ven como más débil (no quiere dar nombres), pero yo creo que el distrito me va a reelegir nuevamente y vamos a seguir trabajando juntos.
“HAY QUE REFUNDAR LA CONCERTACIÓN”
Clemira Pacheco junto a René Carvajal entraron al Partido Socialista acompañados de un grupo de ex miristas que solicitaron un cupo en el partido. Las ideas del PS eran las que más los representaban. Hoy el conglomerado está a prueba, con fuertes divisiones internas, el abandono de dos históricos, como Jorge Arrate y Alejandro Navarro, y la casi segura desafiliación de Marco Enríquez-Ominami, para continuar su cada vez más exitosa aventura hacia La Moneda.
Para la diputada el alejamiento de estos tres cercanos compañeros de partido ha sido importante. Recalca que aunque sus opciones le parecen muy legítimas para potenciar la izquierda, en estos momentos “el horno no está para bollos”. “Independiente de lo que uno pueda pensar o creer no es el momento, hay que provocar otros fortalecimientos, con las organizaciones primero, para luego plantear propuestas de ese tipo para un cambio más radical”, afirma, asegurando que a ella en estos momentos de la Concertación no la mueven .
-Ud. debutó en el Parlamente en 2006, asociándose a los díscolos. ¿Qué fue lo que le atrajo de este grupo?
No, yo no soy díscola. Tengo una muy buena relación con ellos, sobre todo con Marco Enríquez-Ominami. En realidad había algunas visiones que compartíamos que tienen que ver con el funcionamiento de la Cámara, de la forma de mirar el trabajo tan poco ejecutiva que allí se estila. Falta agilidad en el Congreso para acelerar los proyectos y discutir menos. De pronto todos están de acuerdo con una materia y tú te puedes demorar dos sesiones para un proyecto que es tan obvio y necesario para la gente. Ésas son las cosas que al principio te chocan del Congreso y con ellos comencé a coincidir en este tipo de apreciaciones. Pero no soy una díscola. Revolucionaria sí, díscola no.
-Ud. tiene una relación muy cercana con la Iglesia Católica ¿Le trajo problemas haber presentado, junto a Enríquez-Ominami, Alinco y Sule, el proyecto de ley que despenalizaba el aborto terapéutico? ¿Esto no se contradice con su fe?
No fíjate, no me contradice para nada. Yo creo que la Iglesia la componemos muchas miradas también, y la fe no dice que yo tenga que ser tan categórica en todo lo que dice la Iglesia. Yo creo que hay miradas que acercar que se complementan. Además esto (el proyecto) se trabajó con las Mujeres Católicas por el Derecho a Decidir, y con ellas se conversó para presentar este proyecto.
-¿No recibió ningún llamado de atención desde la Iglesia Católica?
No, para nada. Todo lo contrario.
-¿Recibió apoyo?
No, tampoco, ni llamadas de atención, nada. Yo tengo un nexo con la Iglesia Católica y abrazo lo que es la Teología de la Liberación. Me acuerdo que el Padre Goic me envió, en el verano de 1983, al Perú donde estuve dos meses con Gustavo Gutiérrez en cursos de Teología de la Liberación.
-Ud. es muy crítica de la Concertación. Ha ido en contra de acuerdos o de proyectos específicos del conglomerado. Ud. era partidaria, por ejemplo, que el candidato presidencial se eligiera en primarias abiertas considerando a Navarro, al del Juntos Podemos. Esto finalmente no se hizo así
Una lástima, porque pierde la democracia.
-Ud. también votó en contra de la LEGE, está a favor del aborto terapéutico, la mayoría de la Concertación no lo está, entonces ¿por qué sigue en la Concertación?
Porque yo creo en todo lo que ha hecho la Concertación y en lo posible que todavía tenemos por hacer. Reconozco que hemos cometido errores. Pero de esos errores uno tiene que aprender y, por lo tanto, yo creo que es posible dentro de este proyecto Concertación, renovar muchas de las miradas y seguir creciendo. Chile no es el mismo que teníamos hasta el año 89, antes de la Concertación, es cosa de ver las carreteras, la infraestructura de colegios, etc.
Quizás sí tengo una gran crítica que es el modelo económico. Yo creo que nosotros deberíamos volver a tener algo que hemos perdido y que nos ayudaría mucho en esta Región que es el rol del estado empresario, para que el Estado actuara como agente económico especialmente en las comunas que yo represento, donde hay mucha cesantía y pobreza. Si eso existiera no tendríamos el problema que tenemos con Bellavista en este minuto.
-Pero Ud., como varios otros, tiene desacuerdos sobre todo en temas valóricos con la mayoría de la Concertación. Sin embargo no se van de ella.
Por que no tengo ninguna otra alternativa en este minuto.
-¿Si tuviera otra alternativa dejaría la Concertación?
En este punto quiero ser muy franca. La Concertación ha hecho un tremendo aporte a este país, con la crítica en el tema económico que te planteo, que no hemos sido capaces de hacerlo. Pero no tenemos otra alternativa. Ahora nacen opciones como el MAS y otros, pero en este momento no están las condiciones para decir, no por un binominal más o menos, no; en este momento no están las condiciones en el país para un proyecto de izquierda, más de protagonismo de las clases populares, más de protagonismo y participación de la gente. No las tenemos en este minuto realmente. Por eso cuando hablo de encadenamientos productivos, que se le entreguen a los sindicatos a las cooperativas, es porque hay que fortalecer estas unidades desde la base, desde la gente. Entonces mañana cuando tengamos esto más fortalecido, yo creo que por sí sólo este fortalecimiento de la gente, de la clase obrera, de nuestro poder popular como decíamos antes, estará en mejores condiciones para administrar y estar con un Gobierno que los represente de mejor manera.
-¿Qué partido debería liderar ese gobierno?
No lo sé, no sé el nombre. Creo que como país nos falta avanzar mucho, sobre todo con la clase media; la gente que gana entre 500 mil y 1 millón de pesos, que tiene deudas, que paga impuestos, y es la gente que está más golpeada, creo que es ahí donde nos hace más falta avanzar. Quizás hay que refundar la Concertación, incorporando estas miradas, y por eso es fundamental quedarse para aportar desde adentro, para ver cómo podemos ayudar para seguir adelante. Y no es casual cuando yo digo que el Estado debe tener un papel más protagónico, que el candidato de la Concertación, Eduardo Frei, plantee un Estado más regulador, hacer este nuevo trato en el Código Laboral. Por eso aunque hay temas que no comparto, también hay otros en los que me siento muy cómoda, porque esto de avanzar todos juntos para un mejor bienestar, es lo que más me convoca y, en este minuto, la única que está planteando esos temas es la Concertación.
-¿Entonces apoyará a Eduardo a Frei?
Mi candidato es Eduardo Frei.
-¿Con quién está su corazón? Con Frei, con sus ex compañeros de partido Jorge Arrate y Alejandro Navarro, o con su amigo Marco Enríquez- Ominani.
Ellos son tres personas a quienes les tengo mucho cariño y respeto. Yo comparto muchos temas con ellos, pero creo que Frei me da mucha más certeza de que efectivamente las cosas las podemos hacer con él, para seguir desarrollando este país.
-¿Y Marco Enríquez sabe que no lo apoyará?
Marco lo sabe, hemos copuchado de esto. Pero Marco sabe que él está en una estrategia a más largo plazo.
EL ASUNTO DE LAS BALAS
En febrero de este año, los Carvajal Pacheco sufrieron el robo de algunas pertenencias en su casa en Coronel. Días más tarde la caja fuerte sustraída fue encontrada por unos trabajadores en el camino a Santa Juana. En su interior había 38 balas de guerra, cuya posesión está prohibida por la Ley de Control de Armas.
-¿En qué está la investigación?
Esto pasó a la Fiscalia Militar, el robo lo está investigando el Ministerio Público, quiero decir que no era una caja fuerte, es una caja de seguridad como un microondas, donde teníamos pasaportes, documentos de las niñas, el permiso de René para portar armas y el revolver. Y había un arma antigua, de colección, que fue de mi abuelo, pero que ya no servía. Algunas joyas recuerdo de familia, muy pocas en todo caso.
-Pero las balas ¿de dónde salieron?
Yo voy a recordar lo que dijo el propio fiscal a cargo de esta investigación, fue un robo quirúrgico porque se fueron derecho a esta cajita, al lado había un notebook nuevo y antigüedades, pero no las robaron. Quizás querían la caja para que después aparecieran estas balas que repito. No son nuestras.
-¿Insinúa que alguien planeó esto en contra de ustedes?
Eso lo verá la investigación, pero comprenderás que son balas de alto calibre que para qué me van a servir si no tengo un fusil.
-¿Qué teoría manejan ustedes?
Tenemos algunas. Sólo puedo decir que han pasado hartas cosas extrañas en nuestra casa.