El afamado médico reveló en Concepción que los últimos avances en la materia incluyen la cirugía genital, que ya dejó de ser tabú entre las chilenas. Avecindado en España, junto a su mujer y sus cinco hijos, está a punto de inaugurar, a 47 kilómetros de Madrid, la clínica más chic de Europa. En la gran casona, pensada en el bienestar de sus exclusivas pacientes, no descarta que a su bisturí se sometan reinas e infantas de la monarquía europea.
Está a punto de inaugurar la clínica “más chic” de Europa. Un proyecto que desde su arribo a España, hace ocho, el cirujano plástico Héctor Valdés Peñaillillo (51) comenzó a preparar puntillosamente. Todo, desde la elección de la casona que cobijará a este “sitio de bienestar”-como prefiere llamar a su nuevo proyecto, que se emplaza en San Lorenzo de El Escorial, a 47 kilómetros de Madrid- hasta su diseño interior y su decoración tienen el sello de este cirujano que siempre soñó con ser arquitecto, pero que por imposición de su madre ingresó a Medicina a la Universidad de Chile. Cuenta que recorrió ferias en Chile y en Europa hasta dar con una ambientación totalmente alejada de los estándares clásicos de los centros hospitalarios.
“No parece una clínica, es una gran casona que no tiene olores o sensaciones que te provoca un sitio de este tipo, donde, en el fondo, siempre hay un poquito de sufrimiento o de dolor. Éste será un lugar de bienestar, un súper hotel donde vienes a pasarlo bien y a disfrutar”, detalla.
Algo parecido ya había intentando hacer en Chile, en su clínica ubicada en el camino a Farellones, que en 2009 vendió a un grupo de médicos, liderado por el cardiólogo Miguel Navarro, por considerar que había cumplido un ciclo en el país.
Inspirado en el concepto de los hoteles boutique, la clínica de cirugía plástica de Héctor Valdés en España tiene sólo seis habitaciones, pero también se caracterizará por su exclusividad y por la reserva que otorgará a sus pacientes. Sobre todo pensando en su público objetivo: en palabras del especialista, la elite española, entre quienes ya se ha hecho un nombre, a pesar de la reticencia que tiene hacia los médicos extranjeros la hermética Sociedad de Cirugía Plástica de ese país.
“En España me siento como en casa, Madrid es tremendamente acogedora con los latinoamericanos y esencialmente con los chilenos, pero en general todas las sociedades científicas en cada país, en cada ciudad, son pequeños ghettos profesionales en los cuales siempre la competencia se intenta evitar de cierta manera”, reconoce.
Vivir y trabajar en ese país fue una mezcla de una elección profesional y personal. Quería que sus cinco hijos se educaran allá. Su mujer, María Teresa de Castro, también médico, es española, “entonces hay muchos vínculos familiares que ellos están disfrutando mucho”, explica.
Sin embargo, su residencia definitiva en España no lo ha alejado de los quirófanos chilenos. Sigue viajando a nuestro país mes por medio para operar a pacientes que reservan horas con más de seis meses de antelación. Actualmente opera en un par de clínicas capitalinas. Sólo en las que reúnen las características elementales de tranquilidad y seguridad técnica, enfatiza, “pero en general le doy a mis pacientes la opción de elegir”, señala. Aunque no da detalles, desliza que también está pensando en un proyecto para Concepción. Así lo anunció en un encuentro con más de 130 mujeres, organizado por Revista Nos, donde expuso sobre las últimas técnicas de rejuvenecimiento usadas en cirugía estética.
Cercanos al cirujano afirman que preliminarmente está pensando en dejar algunos días de su apretada agenda en Chile para operar en centros clínicos de la capital de la Región del Biobío.
Cirugía genital: el secreto de las chilenas
Hasta 2008, España era el primer país europeo en intervenciones de cirugía estética, como lo reconocía la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre), que aglutina a 800 profesionales. Ese año se hicieron más de 400.000 operaciones con un gasto medio de 2.000 euros. A tanto llegó este auge, que los hispanos incluyeron la cirugía estética como un producto de consumo más para calcular el IPC.
“Por su clima, toda Europa va a España a disfrutar del sol y de la playa, se quitan sus ropas, también hay mucha gente que hace nudismo, que se muestra y entonces saltan a la vista los detalles que el resto del año no se ven”, argumenta Valdés para explicar este boom de la cirugía entre los españoles. Y aunque la crisis financiera puso coto a esta tendencia, ese país sigue manteniéndose entre los top five del viejo continente y 11 a nivel mundial, según el ránking de países con mayor cantidad de procedimientos cosméticos quirúrgicos y no quirúrgicos.
-Ud. admitió que su clínica de cirugía estética se orienta a un público muy exclusivo, a la elite de ese país. ¿Cree que su condición de “extranjero” puede jugar en contra de esa meta?
Mis planes siempre fueron llegar a la elite. Afortunadamente me siento con la capacidad técnica para enfrentar ese desafío. De hecho, hoy en Chile un porcentaje importante de mis pacientes son extranjeros. Empecé con países limítrofes, pacientes de buena situación de Argentina, de Perú, de Venezuela, de Colombia y algunos de Estados Unidos y de Europa que vienen a verme. Esto es un boca a boca, funcionarios de embajadas que quedan muy contentos y que después que se han ido vuelven a operarse conmigo acá. Tengo pacientes de Suiza que vuelven a operarse conmigo y que me traen algún conocido, entonces tengo ya esa capacidad de manejo. Además, tengo el plus que da la formación brasileña.
-¿De qué manera esa formación hace una diferencia entre quién es quién entre los cirujanos?
Brasil tiene una característica única y es que allá la cirugía estética es gratuita en muchos hospitales públicos, situación que no existe en Chile y en casi ningún país del mundo. Entonces allá, mientras nos especializamos, no sólo aprendemos de cirugía reparadora, sino que tenemos un entrenamiento en cirugía de rejuvenecimiento, estética y cosmética muy potente. Cuando llegué a Chile tuve un desarrollo muy rápido en mis inicios porque traía esta experiencia de Brasil y es la misma que estoy aplicando en España, sumándole los 15 mil pacientes que operé en Chile en mi clínica privada.
La formación habitual de un cirujano plástico, como la de los europeos, es en cirugía de quemados, reparadora, reconstructora, poscáncer, pero la cirugía estética sólo la ven en los libros o cuando un profesor los invita a clínicas privadas a hacer de ayudante. Los cirujanos europeos tienen una espléndida y consistente formación en cirugía reparadora, pero no en la parte estética. Y eso se nota mucho en los resultados. A las personas, a la elite europea le cuesta mucho encontrar cirujanos estéticos que cumplan los resultados que ellos están imaginando y hay pocos de ellos con capacidad de ofrecérselos.
Yo en España partí (operaba en distintas clínicas) reparando incluso cicatrices y remanentes de tratamientos anteriores de personas que no quedaron conformes con el trabajo de otros especialistas. Y esa labor, esos resultados, se han transmitido de boca a boca, sin que haya tenido la necesidad de recurrir a la publicidad, lo que me tiene muy contento.
-¿Entre sus pacientes ya tiene a algunos integrantes de la realeza española?
No todavía, pero ya llegarán.
-El boom de la cirugía estética en España ha llegado a la zona más íntima, sobre todo entre las mujeres que quieren mejorar el aspecto de sus genitales. Intervenciones que antes se hacían para solucionar problemas físicos o psicológicos ¿Esta moda qué tan popular es en Chile?
Ya llegó y llegó bastante, mucho más de lo que tú te imaginas, pero pasa algo similar a lo que sucedía con la cirugía estética hace una década. Hoy socialmente las amigas ya hablan de su lipoaspiración abiertamente y sin ninguna vergüenza, cosa que sí ocasionaba pudor hace 10 años, pero no hablan de una cirugía estética ginecológica o genital. No sé si en 10 años más se hablará tan abiertamente. Es una zona definitivamente más íntima y son situaciones tremendamente personales. En Europa tampoco se habla de ellas.
-¿Ud. las realiza?
Por supuesto, son cirugías que afortunadamente no son complejas de realizar, en las cuales puedes reconstruir una vagina por un desgarro, por los partos o hacer una himenoplastía o una cirugía de labios.
Ni siquiera transó con “Kel”
Aunque su trabajo es modelar el cuerpo y mejorar apariencias, Héctor Valdés no soporta los excesos, ni los tratamientos mágicos y, menos, esas mega operaciones a las que por televisión se someten algunas integrantes del jet set criollo.
“Lamentablemente la cirugía plástica se desprestigió en el mundo y en Chile muchísimo, cuando pasó esa barrera, cuando ya hoy se anuncia publicitariamente, en circunstancias que hasta hace poco los médicos eran castigados por el colegio profesional por hacer una publicidad. No estoy al tanto de los códigos actuales en Chile, pero por lo que hay a la vista al abrir cualquier revista o periódico, pareciera que eso ya no existe”, explica.
También es enemigo que las adolescentes pasen por el quirófano para arreglar su silueta antes de completar su desarrollo y así se lo hizo ver a la hija de Raquel Argandoña, una de su principales clientas vip en Santiago. La misma “Raquelita” confidenció ese capítulo a la prensa nacional: “Quería que me hiciera todo en un día y él me respondió que operarse no era una chacra. Me enojé y le hice una pataleta, pero no transó, me dijo que si quería cambiar entera que fuera donde otro cirujano”.
-En Chile, las niñas están pidiendo cirugías plásticas como regalo de 15 años, sobre todo implantes mamarios, siguiendo una tendencia que lleva años en USA y Europa. ¿Qué opina de eso?
Desafortunadamente todo esto obedece a una presión. La educación de nuestros hijos es muy distinta a la que tuvimos los que estamos alrededor de los 50 años y la de nuestros padres y de nuestros abuelos. Además, lamentablemente, la televisión muestra a la cirugía plástica o estética como algo trivial y fácil que te cambia la vida, en lugar de hacer entender que la cirugía es sólo un recurso o una ayuda personal. Pensar que solamente al estar con un busto grande, sensual y llamativo se van a abrir las puertas al éxito personal es muy erróneo, creo que no es la sociedad la que está equivocada, sino que hay una formación personal que no es apropiada. Tampoco es correcto incitar a las personas a hacerse tratamientos que inducen riesgos porque, todo, aunque sea una anestesia local, aunque sea tomar un antibiótico es un riesgo. Por eso digo que tiene que ser una decisión muy personal, hablada con su especialista. Desafortunadamente pareciera que hoy lo único que interesa es seducir y entusiasmar, incluso a adolescentes, a hacerse todo tipo de cirugías estéticas cuando ni siquiera han terminado su desarrollo mamario.
-¿Ud. ha operado a niñas de 15 años?
Lo he hecho, pero para corregir alteraciones genéticas, como el síndrome de Poland, que no tiene ninguna posibilidad de corrección por otros medios. Son niñas que desarrollan sólo un lado de su busto. Eso les afecta en su autoestima. A veces a los 15 años ni siquiera hay un músculo pectoral completo, es una asimetría brutal. Qué se hace, ahí se puede corregir esa asimetría producida por un trastorno genético, solamente por eso, no para aumentar el busto en ambos lados por un tema estético, por ningún motivo antes que sea mayor de edad.
-A fines de 2009, una modelo argentina, Solange Magnano, murió luego de inyectarse metacrilato en los glúteos. Su autopsia demostró que tenía silicona líquida hasta en el cerebro. En Chile este producto también ha causado polémica, porque varias modelos levantaron sus glúteos con ese material…
En primer lugar quiero decir que los profesionales que hacen esos procedimientos, esa barbaridad, se exponen a un riesgo legal importante. Están sobrepasando todas las barreras de control médico, sanitario y ético, y las pacientes desafortunadamente también. Esto ocurre porque todavía hay personas que buscan una imagen mágica mediante una cirugía que a veces se anuncia en la prensa descaradamente como una operación sin dolor o sin anestesia.
-¿Y a qué peligros se exponen quienes tienen metracrilato en el cuerpo?
El metacrilato es un derivado de la silicona, es un plástico, que está autorizado por la FDA (Food and Drug Administration) para uso esencialmente odontológico. Se utilizan sólo gotas para rellenar algunas zonas del contorno óseo. Pero al usarlo en grandes volúmenes bajo la piel comienza a filtrar gotas al torrente sanguíneo. Habrá puntos por donde este plástico ligoso no podrá pasar y comenzará a obstruir órganos y sistemas, por ejemplo, los riñones. Lo más probable es que estas personas después de ciertos años tengan que dializarse o transplantarse un riñón, porque les van a quedar totalmente obstruidos por esta sustancia. Es un acortamiento de la vida, impredecible en años, pero definitivamente es un daño y un acortamiento de la vida de las personas.
-¿Qué opina de la cirugía a los párpados a la que se sometió el Presidente Sebastián Piñera? ¿Le gustó el resultado?
Prefiero no hacer comentarios sobre el resultado de una cirugía que haya hecho un colega, en general el resultado que presentó sobre todo los primeros meses (se queda pensando)… la verdad es que afortunadamente el tiempo ha hecho un poco su ayuda, un poquito ayudado con la elasticidad de los tejidos que algo ha cedido, pero creo que no hace falta mi opinión porque todo el mundo la tiene bastante clara. Pienso que su intervención más bien alejó a algunas personas de las intenciones de hacerse una cirugía.
-¿Qué es bello para Ud?
Para mí la belleza es el impacto positivo en nuestras sensaciones. No es ni siquiera lo que proyecta una persona, sino que es lo que cada uno percibe como bello, de allí que es tan subjetiva.
-¿Y cuál es el ideal de belleza que actualmente buscan las españolas? ¿También les gusta el busto y la boca grande como en Chile?
No. En Chile, y espero que eso pase pronto, todavía estamos un poco mareados con el exitismo económico por el cual todo el mundo comenzó a tener “caja” para operarse de cosas, para ponerse más de todo.
En España no se ponen desde hace 15 años ni los tamaños de bustos que se están poniendo en Chile ni las bocas que algunas veces se pusieron. Afortunadamente están de vuelta y sólo buscan la armonía en el cuerpo y en el rostro.