Educación superior, transformación virtuosa

/ 15 de Noviembre de 2023

Roger Sepúlveda Carrasco
Rector Universidad Santo Tomás
Región del Biobío.

La educación ha sido durante mucho tiempo un faro de esperanza para quienes buscan superar las limitaciones de su entorno, alcanzar sueños y metas. A lo largo de la historia, se ha convertido en el motor que impulsa el progreso o desarrollo de las naciones y, a nivel individual, la clave de la movilidad social.

Desde las aulas de universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, la educación es la herramienta que permite a las personas transformar sus vidas y sus comunidades. En palabras de la médico de profesión -pero educadora por vocación- María Montessori, “La educación es un proceso natural llevado a cabo por el niño y no adquirido por escuchar palabras, sino por experiencias en el medio ambiente”.

En un mundo cada vez más interconectado, la educación superior se ha transformado en una puerta de entrada a nuevas oportunidades. Estas formas de educación no solo amplían los horizontes de los individuos, también desempeñan un papel crucial en la construcción de economías fuertes y sociedades resilientes. A su vez, son los vehículos más efectivos para la movilidad social. Rompen las cadenas de la desigualdad al ofrecer a las personas de todos los orígenes sociales la oportunidad de acceder a carreras mejor remuneradas y de mayor responsabilidad. Este ascenso no solo beneficia a los individuos, sino que además fortalece la base económica y social de las comunidades.

La presencia de la educación superior en la región del Biobío, y en el Gran Concepción en particular, es un motivo de celebración y optimismo, pues contribuye significativamente al desarrollo económico, social y cultural de la zona.

Hemos experimentado un notable aumento en la oferta educativa universitaria y técnica. De acuerdo con un reciente informe de la Superintendencia de Educación Superior, contamos con 29 instituciones de educación superior que suman una matrícula de 119.661 estudiantes de pregrado, correspondiente al 10 por ciento del total del sistema.

Asimismo, la educación promueve la comprensión y cooperación entre individuos de diversas culturas y orígenes. Nuestras aulas reúnen a personas de diferentes pensamientos, clases sociales, razas o credos, entre otros, lo que contribuye a la tolerancia, la diversidad y a la armonía social.

Así, las casas de estudio no solo brindan oportunidades para el aprendizaje, sino que además son centros de apoyo para las comunidades, al ofrecer recursos y servicios a las áreas más relevantes del quehacer humano, contribuyendo decididamente al desarrollo sostenible y el bienestar general.

En resumen, la educación superior es, por lejos, un detonante de los cambios sociales y económicos, pues empoderan a los individuos para alcanzar su máximo potencial, y nutren el crecimiento de las naciones y el progreso global. Como María Montessori señaló con sabiduría, la educación es un proceso natural que moldea a las personas y, en última instancia, el destino de las sociedades. Por lo tanto, debemos invertir en la educación y garantizar que sea accesible para todos. Al hacerlo, no solo abrimos las puertas de la movilidad social. También construimos un mundo más justo, inclusivo y próspero para todos.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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