Según especialistas, es necesario consumir más de dos litros de líquido al día para mantenerse en forma y realizar las actividades diarias sin inconvenientes. Entre los líquidos, el agua es vital para la salud, pues es una fuente de energía para el organismo. Por ello es muy importante estar atentos a cuando aparece la sed, ya que ésta es síntoma de deshidratación. De allí que lo conveniente es adelantarse a ella ingiriendo las cantidades necesarias de agua, sobre todo si se realizan actividades de alta exigencia. En esos casos su consumo debe ser antes, durante y después.