Lorena Basualdo González
Psicóloga Educacional
Licenciada en Psicología
Universidad de Viña del Mar.
Salud mental y desarrollo socioemocional
Universidad Católica de Temuco.
En estos tiempos de digitalización y conexión constante, surge un fenómeno curioso que relaciona a las redes sociales y a las aplicaciones con las relaciones de pareja. Una situación que se levanta como un complejo escenario en el cual la tecnología redefine los paradigmas de comunicación que reflejan cómo concebimos y experimentamos el amor y la intimidad.
En este mundo moderno lleno de opciones y oportunidades, nos encontramos con un dilema psicológico llamado Parálisis de elección. Este se traduce en esa abrumadora sensación que experimentamos cuando nos enfrentamos a un abanico de alternativas, lo que nos lleva a dudar y a tomar decisiones que no nos satisfacen del todo. Aunque al principio podría verse como beneficioso tener muchas posibilidades, pues insinúa libertad y control, viéndolo con mayor detención, esto hace que nos encontremos bajo una presión abrumadora para elegir lo “mejor”. Es paradójico, porque en lugar de sentirnos más poderosos, terminamos confundidos e incapacitados para elegir con claridad.
“En el contexto de las aplicaciones de citas, la Parálisis de elección se manifiesta cuando los usuarios se quedan atrapados deslizando perfiles sin avanzar hacia conexiones más profundas. Esta búsqueda interminable puede impedir que nos involucremos emocionalmente en una relación potencial, lo que al final lleva a la insatisfacción, consiguiendo disolver el esfuerzo e interés en quien se está conociendo”.
Existen varios factores psicológicos detrás de esta parálisis. El miedo a equivocarnos y a perder oportunidades es uno de ellos. La constante comparación entre las alternativas también desempeña un rol trascendental. Esta evaluación eterna de opciones genera la inquietud de que la elección adoptada podría no ser la más idónea en términos de recompensas y satisfacción, y esa presión autoimpuesta de escoger lo “correcto” se torna agotadora, erosionando nuestra capacidad de decisión en última instancia.
Este problema también se ve reflejado en las aplicaciones de citas, donde hay una sobrecarga de perfiles y opciones que puede llevar a las personas a quedar atrapadas en la Parálisis de elección. Contradictoriamente, en lugar de ayudar a tomar decisiones, la gran cantidad de alternativas dificulta la formación de relaciones genuinas y significativas, y de vínculos verdaderos y enriquecedores.
En el contexto de las aplicaciones de citas, la Parálisis de elección se manifiesta cuando los usuarios se quedan atrapados deslizando perfiles sin avanzar hacia conexiones más profundas. Esta búsqueda interminable puede impedir que nos involucremos emocionalmente en una relación potencial, lo que al final lleva a la insatisfacción, consiguiendo disolver el esfuerzo e interés en quien se está conociendo. Esta dinámica puede propiciar la indecisión, la ansiedad y la perpetua insatisfacción.
A pesar de estos desafíos, hay estrategias psicológicas que pueden ayudar a contrarrestar la Parálisis de elección en el mundo de las citas en línea. Establecer criterios realistas y transparentes desde el principio puede aclarar las cosas y reducir la sensación de estar abrumado. Enfocarse en lo realmente importante en una relación en lugar de buscar la elección “perfecta” puede llevar a conexiones más auténticas, genuinas y gratificantes.
Es importante que las parejas cultiven y preserven la autenticidad y la intimidad en sus relaciones. La comunicación sincera y la práctica de la atención plena emergen como pilares cruciales para contrarrestar los efectos negativos de la tecnología en el ámbito romántico. Incorporar intervalos de desconexión, como citas sin celular y conversaciones profundas, puede reavivar y fortalecer la conexión emocional y mantener vivo el romanticismo.
Es necesario recordar que las relaciones se construyen sobre cimientos de autenticidad, comunicación y empatía. Si adoptamos un enfoque consciente y equilibrado hacia las aplicaciones de citas, podemos evitar caer en la trampa de la parálisis y construir conexiones reales en este mundo digital repleto de oportunidades.
