Son como la columna vertebral de la economía nacional, pues aportan cerca del 80 por ciento del PIB nacional y el 63 por ciento del empleo. Sin embargo, de cada cien de ellas, sólo cinco superaría la tercera generación. El resto desaparece cuando muere su fundador. ¿Cuáles son las fallas o errores que no les permiten prolongarse en el tiempo? Se cuestiona desde su planificación corporativa, hasta la función de su directorio y su insuficiente propuesta de valor.
Este artículo fue publicado en diciembre de 2015, por lo que algunos datos podrían haber cambiado.
Aportan cerca del 80 por ciento del PIB del país; sin embargo, “mueren” antes de que sus nietos puedan dirigirlas. Las empresas familiares son como la columna vertebral de la economía nacional, pero en Chile no hay una ley que norme su planificación corporativa, lo que, en la mayoría de los casos, las lleva al fracaso y a no superar la segunda generación. Sin duda, con ellas se está en deuda.
Conocidas son Samsung, LAN, Falabella, Cencosud, Cmpc y Arauco por nombrar algunas. Aunque cueste creerlo, éstos son casos aislados de éxito, puesto que lograr que una empresa familiar perdure en el tiempo requiere de los correctos mecanismos de gestión.
Se habla de que son el tipo de organización más importante del mundo. Según los datos aportados durante el seminario Gestionando la empresa familiar en tiempos turbulentos, organizado por la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea), de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), en el caso de Chile, representan el 75 por ciento de las empresas del país y aportan el 63 por ciento del empleo.
En España sucedería algo similar, según explica el académico Ismael Barros, profesor de la Universidad Austral de Chile (UACh), estudiante del programa de Doctorado en Economía de la Empresa, de la Universidad de Valladolid, y recientemente galardonado con el Premio Academia 2015, concedido por la Asociación de Empresa Familiar de Castilla y León. En ese país existen 2.9 millones de empresas familiares y producen casi 14 millones de puestos de trabajo. Su aporte a la economía se contrapone a su temprana desaparición: casi el 90 por ciento de ellas no “llega” a la tercera generación, pues desaparece cuando muere el fundador.
En su estudio La integración de conocimiento en la empresa familiar: un análisis desde el enfoque de capacidades dinámicas, Ismael Barros sostiene que la situación de España sería semejante a lo que ocurre en otros lugares del mundo, incluyendo Chile.
El académico de la UACh afirma que el caso español es “alarmante”, ya que de cada cien empresas, sólo seis pasan a la tercera generación. Pero en Chile la situación sería peor, puesto que esa cifra descendería a cinco, como afirma el CEO del estudio de abogados Flores & Asociados, José Miguel Flores.
Por ello, desde la Región del Biobío ya se están proponiendo iniciativas para revertir esta tendencia. Un ejemplo fue el seminario Gestionando la empresa familiar en tiempos turbulentos, organizado por la UCSC, donde se abordó la relación entre empresas familiares y gobiernos corporativos. En esa jornada, académicos de diferentes partes del país analizaron el panorama y dieron las claves que llevarían a mejorar esta situación.
Además, aprovecharon la instancia para anunciar la creación del primer Centro de Estudio de Gobiernos Corporativos y Empresas Familiares, donde Facea de la UCSC y el estudio de abogados Flores & Asociados llevarán la delantera en la Región en lo que respecta a la asesoría.
“Las empresas familiares representan en promedio cerca del 80 por ciento del total de empresas, lo que les permite contribuir significativamente en la generación de empleo e ingresos de las economías. En resumen, se constituyen en un verdadero motor para el desarrollo económico y social en el mundo”, acotó Ismael Barros.
Por lo anterior, cabe cuestionarse: ¿en qué fallan las empresas o sus fundadores, que no les permite prolongarse en el tiempo? Se cuestiona desde su planificación corporativa, hasta la función de su directorio y su insuficiente propuesta de valor.
¿Por qué mueren?
“Las empresas familiares por regla general no podrán subsistir y, menos, pasar a la tercera generación si no tienen una buena estructura, sobre todo, un buen gobierno corporativo. Por eso nosotros estamos apostando por un Centro de Estudio de Gobiernos Corporativos y Empresas Familiares. Ahí está el énfasis que con la Universidad Católica de la Santísima Concepción queremos darle”, explicó el abogado José Miguel Flores.
Como gobierno corporativo se puede definir al conjunto de normas y principios que regulan a la empresa. Según Andrés Ulloa, decano de Facea de la UCSC, ésta no es la única falencia que se observa en este tipo de organizaciones, puesto que también se suma la incapacidad que tienen las empresas familiares “para llenar el vacío de poder que se genera cuando el dueño fallece o deja su cargo”.
La familiaridad, que es la influencia de la familia en la empresa, interviene de manera determinante en ese vacío de poder que menciona Andrés Ulloa, ya que una vez que desaparece el dueño, vienen los conflictos entre los miembros de la organización, hijos o familiares cercanos del fundador.
Al respecto, Ismael Barros añade que “las animosidades personales, las diferencias sobre los objetivos de la empresa que tienen los integrantes de la familia, y la falta de normas claras que regulen la actuación de sus miembros y de la misma empresa generan conflictos en las relaciones, dañando significativamente la conducción y continuidad de estas organizaciones, especialmente, cuando se discute el proceso de sucesión”.
Según el académico, aspectos como la convivencia social, que es influenciada por conductas emocionales negativas, el “chaqueteo”, la envidia, entre otros factores, pueden influir y potenciar el desarrollo de conflictos. Y agrega tajante: “El desarrollo de protocolos familiares en Chile es escaso, por lo que estimo que la mortalidad de las empresas familiares podría ser mayor que en España”. Este análisis es coincidente con lo que postula el abogado de Flores & Asociados.
También se evidencian fallas en la falta de delegación del liderazgo de la organización a otros miembros de la empresa, problemas de sucesión (administrativo-hereditarias) y carencia de protocolos familiares que definan aspectos como la cultura, valores, misión o visión.
Estas falencias se pueden mejorar teniendo en cuenta algunos datos o tips que guíen el trabajo de quienes dirigen estas organizaciones. La clave está en tener claro el enfoque de la empresa, y trabajar en sus lineamientos.
Por lo tanto, la atención de las autoridades estaría puesta en los gobiernos corporativos, ya que regularían el diseño y funcionamiento de la empresa. Esto reglamentaría la labor de los accionistas, directorio y la alta administración, con lo que se solucionan los problemas de planificación. “La Superintendencia de Valores está sacando normativas para tener mejores prácticas al respecto”, dice Flores.
Y agrega: “A mí me ha tocado verlo en la realidad con empresas familiares grandes. Cuando empieza a pasar de los hijos del líder a los nietos, se comienzan a producir problemas grandes y graves, y si no se hacen cargo del tema, van a desaparecer“.
Panorama regional
La experiencia que tiene el estudio de abogados Flores & Asociados permite hacer un barrido por el panorama regional. Ellos asesoran a alrededor de 30 empresas del Biobío de distintos rubros, del área bancaria, transportes, inversiones, energía, fábricas, inmobiliarias y comerciales. Casi en su totalidad son familiares.
Por ello el estudio está trabajando los protocolos familiares con las organizaciones y aseguran que, para ellos, abordar esta temática es un logro. “Estamos trabajando específicamente en este tema que apunta al compromiso que asume la familia empresaria para regular aquellos puntos como su cultura, sus valores, su misión, su visión, el ingreso de familiares a la compañía”, agregó Flores.
Se debe saber cómo apoyar a estas organizaciones, de manera tal que se pueda estudiar su comportamiento para que puedan llegar a tener éxito. Están presentes en todos los estratos económicos, en empresas de grandes fortunas, así como también en las pequeñas y medianas empresas. Pero los expertos aseguran que no importa su tamaño, sino la forma en que se generan las relaciones de poder dentro de la misma.
“En el Biobío hay un número importante de empresas que se han perfeccionado, muchas de ellas tienen operatividad a nivel nacional, un crecimiento muy rápido y, a veces, eso los hace tomar decisiones erradas, porque no tienen la suficiente preparación para el rápido crecimiento al cual se ven enfrentados”, comenta Andrés Ulloa.
Añade que “cuando nosotros hablábamos de tiempos turbulentos, como se titulaba el seminario organizado por nuestra Facultad, estábamos pensando en los cambios que se han suscitado en las empresas, de tipo tributarios, laborales, y también en las conductas que se han producido en ellas, por la falta de ética, de transparencia, por la competencia. Nos ha ocurrido con varias, y eso tiene que ver con la falta de gobiernos corporativos, por la forma de darle gobernabilidad a la empresa, que le permita hacer frente a los periodos difíciles”.
Centro de Estudios de Gobiernos Corporativos y Empresas Familiares
“Lo único que tiene que hacer la empresa penquista es confiar en que en Concepción va a encontrar las mismas prácticas que hallará en Santiago. El estudio de asesoría que tenemos en Santiago no es mejor que el de Concepción, pero el penquista eso no se lo cree, y en Concepción están los mejores profesionales, que salieron de las mejores universidades del país”, contó Flores.
Según explicó Andrés Ulloa, como en las empresas familiares los temas emocionales, de amistad, de compromiso y de capital social son mucho más fuertes y le dan estabilidad o inestabilidad al negocio, como Facultad de Economía comenzaron a investigar qué variables son las más relevantes para explicar esta conducta. “Por eso decidimos crear un centro que nos permita hacer investigación”, detalló.
A esto se suma que académicos de Facea de la UCSC se están especializando en esta área. Aseguró que su principal objetivo es generar un espacio de discusión, “cuando hablo de discusión hablo de hacer investigación, de asesorar a las empresas, de hacer perfeccionamiento o capacitación, y también extensión, es decir, estar contactándonos permanentemente con los dueños de las empresas”, agregó.
Ulloa comentó que la finalidad del Centro de estudios de Gobiernos Corporativos y Empresas Familiares no es solamente quedarse en Concepción, sino también extender sus servicios hacia otras regiones del país. La atención está puesta en que son empresas que necesitan respuestas adecuadas y, muchas veces, éstas tienen que ir a buscarlas a Santiago.
José Miguel Flores acotó que esta apuesta en conjunto con la UCSC es única. “Nosotros, como estudio de abogados, creemos que debería tender a dar buenas prácticas, yo querría que un mismo centro trabajara las cosas de gobiernos corporativos y empresas familiares juntos, por eso sostengo que este centro es bastante único”.
El Centro de estudios de Gobiernos Corporativos y Empresas Familiares comenzaría a funcionar desde marzo de 2016. “Sólo falta que con la UCSC nos demos el apretón de mano”, comentó José Miguel Flores.
Claves para el éxito
El éxito de una empresa podría medirse por su sustentabilidad. Aún cuando las cifras son desalentadoras, existe un porcentaje de éstas que sí sobrevive a la tercera generación, la clave estaría en una buena planificación corporativa.
“Una buena empresa se preocupa de tener una buena estructura, gobierno, estándares éticos, de tener buenas formas de medir sus riesgos, del medio ambiente con el cual interactua, es decir, del valor compartido”, explica José Miguel Flores.
Respecto del directorio, que es el órgano más importante dentro de la organización, porque define la estrategia de trabajo de sus líderes, se debe constituir de acuerdo con los intereses de la empresa. Dentro de esto es importante que los directores le agreguen valor a las empresas. “Si un director no entra a un gobierno corporativo con una propuesta de valor, no sirve. Los directores deben trabajar, y cada uno de ellos tiene que tener una propuesta en beneficio de la compañía”, sostiene Flores.
Destacan los directorios mixtos, por sobre los netamente familiares. En este tipo de organizaciones debieran incorporarse no sólo miembros de la familia, sino también externos, que sean capaces de conectar a la empresa con el entorno y ampliar la mirada de mercado. “En este sentido, la combinación de la experiencia, conocimiento del negocio, la gestión de los vínculos afectivos, entre otros aspectos de los miembros familiares que participan en puestos de dirección, con la mirada de ejecutivos no familiares, pueden aportar el equilibrio necesario para el desarrollo de este tipo de empresas”, añade Ismael Barros.
Abordar la investigación en esta área, que es casi nula en Chile, y orientar a las empresas respecto de cómo planificarse corporativamente, también es parte de lo que aportaría a la continuidad de las organizaciones.
Se suma, además, el aspecto legal, ya que en el Parlamento no hay mayor discusión sobre empresas familiares. “Me gustaría propiciar la discusión para que prontamente se cree una ley de Empresas Familiares, o sea, si tres cuartas partes del país depende de empresas familiares, debemos tener una ley”, enfatizó José Miguel Flores.
Flores dijo también que como estudio de abogados han presentado proyectos de ley que la Comisión Pyme de la Cámara de Diputados les solicitó. “Me tocó presidir la comisión que redactó y presentó el proyecto de ley, el cual fue aprobado por la Cámara de Diputados y que hoy está en el Senado”, puntualizó
El abogado penquista cree que es necesaria una legislación que aborde las buenas prácticas, gobierno corporativo, buena estructura, sucesión, y que se trabaje con protocolos familiares legales.
En tanto, el académico Ismael Barros sostiene que el éxito de algunas empresas familiares obedece a aspectos culturales, sociales y económicos, porque han sabido gestionar positivamente su ”familiaridad” constituyendo un capital social sólido, con una convivencia regulada por normas claras.
En general, las empresas familiares deben explotar de forma positiva sus principales atributos diferenciadores. Es decir, desarrollar las ventajas que les proporciona ese concepto de “familiaridad”, aprovechando los vínculos afectivos para mejorar, por ejemplo, los procesos de comunicación y transferencia de conocimientos, aspectos fundamentales para su supervivencia.
A esto se suma la capacidad de los gobiernos para resolver los problemas de la organización. No se puede decir que existe sólo un modelo, hay distintos modelos de gobiernos corporativos, y por el que opte cada empresa, dependerá del tipo de relación que tenga la organización.
También se debe reconocer que las dinámicas familiares influyen en las de la empresa, ya que las relaciones al interior de la organización están constituidas por sentimientos y emociones. Además, aporta el tener conciencia de que los directivos deben crear valor agregado y perseguir los objetivos económicos y no económicos, dando mayores incentivos a sus trabajadores.
Las empresas familiares son organizaciones que en tiempos turbulentos juegan un papel muy importante. Esto, porque son muy conservadoras en su gestión financiera y altamente reacias a despedir a su personal. Estos aspectos les permiten sobrellevar las fluctuaciones de los mercados y adaptarse a estas circunstancias con mayor flexibilidad que las empresas no familiares.
Por ello, la contribución que realizaría este Centro de Estudios de Empresas Familiares y Gobiernos Corporativos sería importante. Primero, porque guiaría la decisión de cuál es su mejor forma de gobernarse, orientaría la forma en cómo deben dirigir sus empresas, la manera en la que cada uno de sus directores no sólo aporta valor agregado, sino que también cómo ser capaces de superar las situaciones de crisis y mantenerse en el tiempo.