Conocido como zorro de Darwin, este pequeño animal es la punta de lanza de una potente iniciativa para rescatar el patrimonio natural de la cordillera de Nahuelbuta en la que participan empresas forestales, gobierno, universidades y organizaciones comunitarias.
Es chiquito, de pelaje gris con tonos azulosos y orejas y patas rojizas. Caza de noche y suele refugiarse en bosques nativos de árboles grandes y protectores matorrales. No está confirmado que se acerque a la gente, pero aún así lo acusan de roba-gallinas y, si pueden, lo matan.
Es el zorro de Darwin (Pseudalopex fulvipes), especie única en el mundo de la que quedan tan pocos ejemplares que está considerada en peligro de extinción (estratégicamente amenazada).
Este pequeño depredador habita sólo dos puntos en Chile, el archipiélago de Chiloé y la cordillera de Nahuelbuta. Entre ambos grupos hay alrededor de 30 mil años de evolución por lo que tienen pequeñas características que los diferencian, lo que los hace aún más valiosos desde el punto de vista de su protección. Con suerte existen 500 ejemplares en total, de los cuales Nahuelbuta tendría unos cien, siendo optimistas.
Aún así, el zorro de Darwin se hace notar, pues fue elegido como especie bandera o paraguas por Iniciativa Nahuelbuta, comité integrado por organizaciones ciudadanas, empresas y gobierno para proteger uno de los 34 hotspot mundiales de mayor biodiversidad, la cordillera de Nahuelbuta, que alberga una gran variedad de especies animales y vegetales.
“Una especie bandera tiene las características de haber sido declarada en riesgo, implica que al protegerla se protege la biodiversidad de un área y que puede capturar la atención de los medios y los tomadores de decisiones”, comenta Bernardo Reyes Ortiz, de Ética en los Bosques. Esta ONG es miembro fundador de la Iniciativa Nahuelbuta junto a la ex Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), y que actualmente conforman también las empresas Arauco y Cmpc, los Ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura mediante sus respectivas seremis de La Araucanía y de Biobío; las comunas de Cañete, Contulmo, Curanilahue, Tirúa, Los Álamos, Angol, las universidades de Alberta, Canadá, y de Concepción y la organización ecológica Grupo Altué, entre otros.
Marianne Hermanns Brockmann, Seremi del Medio Ambiente de la Región del Biobío, destacó que “ésta es una iniciativa inédita de conservación, pues se trata de esfuerzos de dos regiones, más instituciones académicas y productivas, para la protección del hábitat del Zorro Azul de Darwin, una especie en peligro de extinción que no conoce de fronteras geopolíticas, y que requiere del compromiso y decisión de todos los sectores vinculados. Este proyecto es muestra de aquello”.
Por su parte, la Seremi del Medio Ambiente de la Región de La Araucanía, Andrea Flies Lara, expresó que“estamos muy conformes por cómo se está abordando la temática medioambiental, hemos contado siempre con un excelente apoyo por parte del municipio de Angol en esta materia y en la idea de generar conciencia de cómo el ser humano puede afectar en forma negativa o positiva los sistemas naturales, pudiendo destruirlos irracionalmente o utilizarlos en su beneficio y a la vez buscando conservarlos para las generaciones futuras.
Por tanto, el concepto de desarrollo sustentable deberá instalarse a todo nivel, con el objeto de promover la conservación y utilización sustentable de la diversidad biológica a escala local, regional y global”.
Charles Darwin es responsable de uno de los apelativos de este animal, ya que fue el primer europeo en identificarlo. Según la historia, mientras recolectaba especímenes en Chiloé en 1834 un curioso zorrito se acercó a ver qué pasaba. Fue capturado y Darwin lo donó al Museo Británico donde permanece embalsamado.
Descubriendo al zorro Azul
Sin saber nada de los esfuerzos que se hacen por protegerlo, el zorro de Darwin -también llamado chilote, de los sueños o zorro azul- pasa su vida en la cordillera de Nahuelbuta dedicado a cazar pequeños roedores, que componen su dieta principal, insectos e, incluso, comer alguna fruta cuando la temporada es propicia.
Aunque suele vivir en el bosque nativo maduro, se le ha visto en bosques mixtos (pino, eucalyptus y nativo). Se presume que puede aparearse unas dos veces al año y que no disfruta de la compañía de otras especies de zorro, como el Culpeo, ya que donde se hallan vestigios de uno, no aparecen del otro.
Esta podría ser una de las razones de su condición de riesgo, ya que la población de Culpeo en Nahuelbuta parece estar creciendo, de acuerdo con informes de los habitantes del sector, por lo que estaría quitando espacio a los zorros de Darwin. Claro que se trata de especulaciones, como la mayor parte de lo que se dice de esta especie, debido a que recién ahora se la está investigando.
Darío Moreira-Arce, investigador del proyecto Conservación del Zorro de Darwin en la interface Parque Nahuelbuta-áreas bordes: integrando factores ecológicos y sociales, explica, desde la Universidad de Alberta, en Canadá, donde hace su doctorado en Ecología de vida silvestre, que los primeros registros de la existencia de este animal en Nahuelbuta se remontan a 1995 cuando aparecieron algunos ejemplares en una jaula destinada a la investigación de zorros Culpeo y Chilla. Desde entonces se asumió que habitaban el Parque Nacional Nahuelbuta; sin embargo, en 2009 se identificó al zorro Chilote en la Quebrada de Caramávida, un sitio prioritario de conservación que pertenece en un porcentaje importante a empresas forestales y está fuera del área del parque, lo que dio pie a la investigación que se lleva a cabo actualmente, financiada por el Ministerio del Medio Ambiente, Empresas Arauco, Cmpc y la Universidad de Alberta.
“La finalidad es evaluar el rango de distribución de la especie en un radio de 25 a 30 kilómetros fuera del parque, identificar los factores ambientales asociados a la ausencia y presencia del zorro, y ejecutar un monitoreo piloto para estimar la abundancia de la población en ese sector”, comenta Moreira-Arce.
La investigación se realiza con el apoyo de sensores y cámaras de video, además de recolección de pelos y fecas para análisis de ADN. Hasta el momento se han descubierto alrededor de 40 zorros de Darwin en la Quebrada de Caramávida, Trongol, el fundo Santa María y Butamalal. La población en el Parque Nahuelbuta no está contabilizada de acuerdo con Moreira-Arce, aunque en el año 2000 se estimaban unos 75 ejemplares.La última etapa u objetivo del proyecto es evaluar el efecto de potenciales competidores directos de la especie. Primero se pensó en perros salvajes, pero la mayoría son domésticos y andan con humanos. Hemos pensado colocar collares a los zorros, aún no está definido, para estimar variables ecológicas básicas como el tamaño de los territorios, si se superponen, áreas de reproducción, etcétera. Esto permitiría identificar zonas que deben ser excluídas de cualquier uso para su protección, tanto humano como ganadero o de caza. Además si pudiéramos colocar collares también a los zorros Culpeo podríamos definir las interacciones entre ambas especies”.
El investigador destaca que ha sido una sorpresa encontrar al zorrito en terrenos de forestales o bosques alterados, ya que se lo asociaba solamente con bosque nativo. Esto demuestra que “ocupan diversos ambientes aunque la mayoría es de bosque nativo maduro y sano. El que ocupen áreas de hábitat no tan adecuados nos permite tener esperanza de que se puede preservar la especie”, comenta.
Pequeño y muy especial
El investigador Darío Moreira-Arce destaca que el zorro de Darwin “es uno de los cánidos más pequeños en el mundo y es el que está con mayor riesgo de extinción”. Pesa de 3.5 a 4 kilos, mide 25 a 30 centímetros de alto hasta el lomo y unos 60 de largo, incluyendo la cola.
Existen algunas pequeñas diferencias entre el de Chiloé y el de Nahuelbuta ya que hace unos 30 mil años se habrían separado, probablemente algunos grupos emigraron hacia el norte desde la isla. Como consecuencia de ello, los zorros en Nahuelbuta son más pequeños que los de Chiloé.
“Además en el archipiélago éste es casi el predador tope (el más alto en la cadena alimenticia) y en Nahuelbuta hay otros encima como el zorro Culpeo, el puma y el perro doméstico”.Darwin, chilote, azul, de los sueños
Charles Darwin es responsable de uno de los apelativos de este animal, ya que fue el primer europeo en identificarlo. Según la historia, mientras recolectaba especímenes en Chiloé, en 1834, un curioso zorrito se acercó a ver qué pasaba. Fue capturado y Darwin lo donó al Museo Británico donde permanece embalsamado.
Para los mapuche, cuenta Leonel Lienlaf Lienlaf, miembro de Ética en los Bosques, el zorro tiene una gran importancia, ya que es parte de la cordillera de Nahuelbuta donde se vivió un ancestral renacimiento de la etnia tras las batallas entre las serpiente del mal y del bien. Lo llaman paine ngrvu (zorro azul) o kalki ngvru, (zorro de los brujos). El pequeño cuadrúpedo es un acompañante o un animal tutelar para las machis o sanadoras, que conoce los lugares del bosque donde están las plantas medicinales y las guía a ellos.
También está a cargo de proteger los lugares de los antiguos guerreros, los puntos sagrados donde derramaron su sangre y libraron batallas y donde descansan junto a sus armas. Es por lo tanto un animal tanto físico como espiritual.
El zorro y el hombre
Sin embargo, el que estén fuera del Parque Nahuelbuta también significa un riesgo para ellos ya que, según señala el investigador, “hemos hablado con algunas personas alrededor del parque y nos dicen que han tenido ataques de este zorro a sus gallinas. Una de las claves de este proyecto es determinar si realmente atacan gallinas, porque mucha gente no los diferencia bien. Vamos a empezar una encuesta alrededor del parque para conocer la actitud de la gente hacia los carnívoros y al zorro de Darwin en particular”.
Silvia Concha Toro, del Grupo Altué de Cañete, comenta al respecto que “entre la gente, la valoración del zorro es totalmente negativa, porque en la zona hay mucha depredación en los gallineros, en la crianza de chivos y ovejas, y cuando ocurre algún daño generalmente provocado por perros vagos, se culpa en primer lugar al zorro, sin distinción. La mayoría, por no decir todos, sólo conocen al zorro en el sentido genérico. Para ellos no hay zorro Chilla, ni Culpeo, ni Chilote, por lo cual se hace urgente aumentar la labor informativa en escuelas y comunidad”, lo que es precisamente el foco del trabajo de Altué.
Un rescate de largo aliento
Bernardo Reyes, de Ética en los Bosques, asegura que lo que se ha hecho hasta ahora es sólo una parte de lo mucho que hay que lograr para alcanzar la meta de proteger al zorro de Darwin y a la cordillera de Nahuelbuta.
“Vamos a tener que mantener la investigación por lo menos 10 años”, sostiene, ya que es mucho lo que aún no se conoce de esta especie. Sin embargo, la finalidad del Comité Iniciativa Nahuelbuta va mucho más allá, se trata de “rescatar la Cordillera de Nahuelbuta, con muchas otras especies. Esto empezó el 2009 pero vamos a trabajar varias décadas, estamos comprometidos todos para proteger este lugar donde viven representantes de casi todas las especies animales y vegetales del país”.
Gran parte de éstas viven fuera de los límites del parque nacional, en terrenos pertenecientes a empresas forestales, las que están participando en su protección.
Compromiso
En esa línea, las empresas forestales Mininco y Arauco han asumido compromisos para favorecer la preservación de los ecosistemas en Nahuelbuta.
Patricio Herranz Hewitt, líder del Comité Bosque de Forestal Mininco (Cmpc), comenta que “dentro de los principios de Forestal Mininco se destacan políticas para proteger y conservar los recursos nativos que se encuentran dentro del patrimonio de la empresa”. Ésta cuenta con una superficie de 17 mil hectáreas en el área del estudio para el zorro de Darwin, las que “están destinadas a conservación de bosque nativo y a protección de otros atributos del bosque”.
“Nuestro aporte –explica Herranz- va principalmente a través de la mantención de los hábitats de ésta y de otras especies, cautelando su estado original evitando cualquier tipo de alteración, con el propósito de controlar las amenazas existentes para el zorro de Darwin”.
En el caso del grupo Arauco, Andrés Camaño Moreno, gerente corporativo de Medio Ambiente, Seguridad y Salud Ocupacional de Arauco, recuerda que “es importante señalar que Arauco comenzó una serie de estudios previos al actual mediante el uso de cámaras trampas que permitieron identificar en su Área de Alto Valor de Conservación (Aavc) la presencia de esta especie. Posteriormente, Arauco se sumó a esta iniciativa aportando no solamente la información que hasta esa fecha tenía disponible, sino que también allegando recursos y equipos para la implementación del proyecto actualmente en curso”.
Agrega que “mientras, y dada la categoría de Aavc, esta área cuenta con protección contra incendios, ganado y es vigilada por parte de nuestros guardabosques de manera de mantenerla asegurada”.
Con todos estos actores poniendo de su parte crecen las esperanzas de que el zorro de Darwin y su valioso hábitat no desaparezcan. Sin embargo, se trata de un esfuerzo de largo aliento en el que tiene que comprometerse también la comunidad que convive con ésta y otras especies en peligro en Nahuelbuta, la que debe reconocer la importancia del zorrito y refrenar a sus perros o evitar el escopetazo cuando se encuentra con él en el bosque. Sólo así se logrará la meta de conservar a un valioso animal único en el mundo y no tener que recordarlo como un espécimen embalsamado recolectado por Darwin hace casi 200 años.
Hot-spot de conservación
La cordillera de Nahuelbuta es parte de un importante ecosistema que nace en la Región del Biobío, y que es considerado uno de los 34 hot-spot (punto crítico) mundiales relevado a nivel internacional y nacional por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Iucn), Conservation International (CI), World Wildlife Fund (WWF) y la Seremi del Medio Ambiente del Biobío, como un área de alto valor para la humanidad, debido a que posee importantes remanentes de bosque nativo, muchos de ellos en buen estado de conservación, que son el hábitat de especies endémicas en el mundo, como el Zorro de Darwin.
La expansión de diversas actividades humanas ha ido generando impactos sobre especies de flora y fauna nativas, creando amenazas para su supervivencia. De esta forma los bosques caducifolios templados-mediterráneos-costeros (Nothofagus), resinoso templado costero (Araucaria); anfibios como la ranita de Darwin y el sapo de Bullock y mamíferos como la güiña y el zorro de Darwin, son especies que requieren de medidas urgentes para su conservación.