La infraestructura sanitaria, que implicó una inversión de más de $9.200 millones, incluye, además de una interconexión soterrada de 24 kilómetros, la captación de agua del río Itata, y la construcción de dos plantas elevadoras, una planta de agua potable y un nuevo estanque de regulación.
“Esta es una obra emblemática, que responde al desafío de garantizar la disponibilidad del recurso hídrico con una mirada de largo plazo, y que se hace cargo de aportar al bienestar de las personas y al progreso de las localidades que servimos”, afirmó el gerente general de Essbio, Cristian Vergara, durante la inauguración de la primera obra interregional de Essbio, y una de las infraestructuras sanitarias más importantes ejecutadas en los últimos años por la compañía.
Se trata de un megaproyecto que logró unir por una conducción soterrada de 24 kilómetros a Florida y Quillón, en las regiones de Biobío y Ñuble, respectivamente. Una ejecución que implicó superar una serie de desafíos. Entre ellos, conectar comunas de dos regiones distintas, cruzar seis puentes para la construcción del ducto de 24 kilómetros en tiempo récord, sortear las crecidas del río Itata y desarrollar los trabajos en período de pandemia. Aún así -se resaltó- la concreción del proyecto se logró en los tiempos definidos, generando en el transcurso de dos años más de mil empleos directos e indirectos.
En la ceremonia de inauguración de la obra, que contó con la presencia de autoridades comunales y regionales, se destacó que la iniciativa busca anticiparse a los desafíos impuestos por el cambio climático. Para ello, además de la interconexión, el proyectó incluyó una captación de agua desde el río Itata, la construcción de dos plantas elevadoras, una planta de tratamiento de agua potable y un nuevo estanque de regulación, totalizando una inversión de más de $9.200 millones, que beneficiará a más de 20.000 personas.
Asociatividad, clave en la concreción de la obra
Durante la inauguración -realizada en la nueva planta de agua potable de Quillón- también se destacó que un denominador común que caracterizó la ejecución del proyecto fue la asociatividad. “Uno de los principales valores de esta iniciativa es el trabajo colaborativo con otros actores que, al igual que nosotros, entienden que el mejor camino para enfrentar el cambio climático es abordándolo desde la asociatividad, de manera de contribuir juntos a este desafío país”, planteó el gerente general de Essbio.
Esto porque en 2017, cuando surgió el proyecto, la empresa Arauco accedió a ceder sus derechos de agua desde el río Itata, permitiendo con ello a la sanitaria asegurar la disponibilidad del recurso hídrico en el mediano y largo plazo para ambas comunas. Esto se complementó con un trabajo participativo, en el que Essbio involucró desde el primer momento a la comunidad, informando de los alcances de esta mega construcción y de sus beneficios.
En la actividad, el alcalde de Florida, Jorge Roa, afirmó que “el tener asegurado para los próximos 10 o 15 años el abastecimiento de agua para el casco urbano de nuestra comuna es un avance, y vendrá a mejorar la calidad de vida para nuestra gente, lo que valoramos enormemente”.
Por su parte, Miguel Peña, alcalde de Quillón, enfatizó que “esta obra viene a solucionar la sequía, un problema que afecta el crecimiento y desarrollo de nuestras comunas, permitiéndonos en el mediano a largo plazo tener una solución hídrica para nuestros sectores aledaños”.
La obra de Essbio también trajo aparejada la entrega de factibilidad de agua potable para diversos proyectos de vivienda, ayudando a que muchas familias pudieran concretar su anhelo habitacional.
Eldina Talavera, presidenta de la Junta de Vecinos de Villa Patricio Navarrete, de Quillón, resaltó el positivo impacto que significará la nueva infraestructura. “La gente está muy feliz de haber convidado agua a la comuna de Florida, lo que fue un gran logro, así que estamos agradecidos”.