En toda convulsión profunda, en toda crisis, sea de origen natural o antrópica, afloran, para bien o para mal, las capacidades de los estados y de las sociedades para enfrentar sus variables.
Tal como lo señalaba el insigne historiador británico Arnold Toynbee, en el desafío del reto y respuesta que se impone a las personas, a las sociedades y a las organizaciones políticas, variados serán los retos y, variadas, las respuestas, especialmente, si ellas dependen de las capacidades y los recursos con los que cuenten dichas instancias. De allí resultará el nuevo estatus o sitial que los pueblos y sus estructuras políticas ostentarán.
La pandemia mundial desatada por el Covid-19 -cuyo efecto en el caso de Chile se profundiza por las secuelas que los sucesos del 18 de octubre de 2019 en adelante provocaron en las personas, la sociedad y el estado-, evidentemente será enfrentada con las capacidades que cada sociedad y cada estado tengan disponibles. Y es interesante desarrollar la hipótesis del sitial que dichas capacidades presentarán en las respuestas que los países latinoamericanos desarrollarán.
Un tema central dice relación con las capacidades con las que cuenta el estado en un país determinado, sea en la calidad de su capital humano, en su rapidez para responder, particularmente en este momento, con aptitudes digitales que entreguen un servicio eficiente y en su idoneidad para gestionar la economía y la profusa red de apoyo social que se requiere para el sostén de los más desprotegidos. Igualmente, entre otras, dependerá del nivel de liderazgo, de la eficiencia para lograr acuerdos políticos, de la eficacia en la gestión parlamentaria y de la capacidad que pueden desarrollar los entes encargados de velar por la seguridad interna y externa.
En esta oportunidad nos queremos detener en las otras capacidades que presentan los pueblos, las sociedades, los estados para enfrentar los retos. En esta materia destaca la salubridad, la infraestructura sanitaria, especialmente el agua potable (rural/urbana), el sistema de alcantarillado y la infraestructura de tratamiento de aguas servidas. Difícilmente se puede pedir a la población mantener higiene en sus manos sin una red de agua potable robusta y eficiente, o mantener niveles de salubridad de los espacios urbanos si el sistema de alcantarillado es insuficiente, desafíos que parecen propios del siglo XX, pero que aún son requeridos.
“Tal como lo señalaba el insigne historiador británico Arnold Toynbee, en el desafío del reto y respuesta que se impone a las personas, a las sociedades y a las organizaciones políticas, variados serán los retos y, variadas, las respuestas”.
Otra variable, que por lo demás también se vincula con el proceso de modernización de los pueblos, dice relación con la electrificación, la capacidad de conexión a Internet, el nivel de banda ancha y la infraestructura de apoyo que se requiere. Por ejemplo, lo relevante que es en este momento la red de cableado submarino y terrestre que el país está completando entre Puerto Montt y Puerto Williams. Esta parte del análisis no solo se relaciona con la capacidad de las sociedades para desarrollar teletrabajo, sino que también con el nivel que presentan esas variables para recibir los servicios estatales y privados, la información respecto del desarrollo y formas de enfrentar el desafío en curso y para la muy saludable comunicación con los seres queridos, la otra forma de socializar que estas emergencias están imponiendo.
También se hace necesario abordar la importancia que las capacidades portuarias posibilitan y, especialmente, la infraestructura aeroportuaria que los estados pueden ostentar.
La capacidad de transporte aéreo interno, esencialmente el acceso a aeródromos y aeropuertos, es prioritaria, particularmente en estados latinoamericanos con geografía selvática o con la “loca geografía” de nuestro país. Igual o más relevantes son los aeropuertos con capacidad internacional, ya que desde allí los países pueden mantener la conexión aérea con el resto del mundo, llevar o recibir ayuda, abastecer o abastecerse de los insumos que se requiere, movilizar a su población, sobre todo, cuando de regresar a la patria se trata.