Fin de año: aumenta el estrés y también el bruxismo

/ 16 de Diciembre de 2022

Dra. Renata Barrientos
Dentista especialista en TTM y Dolor Orofacial
Académica Odontología UNAB Concepción.

 

Junto a los procesos de cierre de año que, ciertamente, implican una importante recarga en lo laboral, diciembre históricamente se asocia a mayores niveles de estrés por temas consumo, escasez de tiempo, múltiples compromisos y grandes aglomeraciones, entre otros.

Por eso, es justamente en estas fechas que cobra relevancia hablar de algunas de las consecuencias de esta creciente tensión a la que nos vemos expuestos. En especial, en un período en que la salud mental se ha venido viendo debilitada producto de la pandemia.

Desde la odontología, podemos comentar que el bruxismo de vigilia es una de las consecuencias de estos períodos de alto cansancio y ansiedad.

Partiremos diciendo que el bruxismo se define como una “actividad repetitiva de los músculos masticatorios, caracterizada por un apriete o rechinamiento dentario, asociado a rigidez, o a empujar o tensionar la mandíbula”.

Este se puede presentar de dos formas: el bruxismo de vigilia, que ocurre durante el día, mientras estamos despiertos, y el bruxismo de sueño, que sucede cuando estamos durmiendo.

“El bruxismo de sueño… no ha logrado asociarse ni al estrés ni a factores psicosociales, sino que corresponde más bien a un indicador de la presencia de otras patologías, como la apnea obstructiva del sueño, reflujo gastroesofágico o los ronquidos (nunca es normal roncar)”.

El primero es básicamente un mal comportamiento, que suele ser causado por el estrés. Por ello, gran parte de su manejo es conductual: aprender a controlar el estrés y también aquellos malos hábitos como comerse las uñas, morder los “cueritos” de los dedos o de los labios o, incluso, los lápices u otros objetos duros.

También es importante tomar conciencia durante el día de la posición de nuestra mandíbula, intentando siempre mantener los dientes superiores e inferiores separados entre sí (hay ejercicios que se pueden realizar o, incluso, existen aplicaciones de celular que pueden ayudarnos con esto).

Luego, tenemos el bruxismo de sueño que, según estudios científicos, no ha logrado asociarse ni al estrés ni a factores psicosociales, sino que corresponde más bien a un indicador de la presencia de otras patologías, como la apnea obstructiva del sueño, el reflujo gastroesofágico o los ronquidos (nunca es normal roncar).

Este tipo de bruxismo también puede aparecer por el uso y abuso de ciertas sustancias, como algunos fármacos, el tabaco, el alcohol o bebidas estimulantes como el café, el té o las bebidas cola, en un horario cercano a la hora de dormir.

Es muy importante pesquisar esas patologías que pueden esconderse tras la presencia del bruxismo de sueño, ya que pueden implicar repercusiones en todo el organismo.

Por ejemplo, quienes sufren apnea obstructiva del sueño pueden presentar alteraciones que los lleven a una disminución de la memoria, de la atención y de la concentración, así como a mayor irritabilidad. Este tipo de bruxismo se ha asociado, incluso, a una mayor prevalencia de hipertensión arterial, de depresión, de diabetes mellitus y de reflujo gastroesofágico. Además, es un factor predisponente y una comorbilidad frecuente para la aparición de Trastornos Temporomandibulares (TTM).

Así, si bien en la mayoría de los casos el bruxismo diurno no reviste complicaciones graves, el bruxismo de sueño es una señal de alarma que no se debe dejar pasar y que, además de ocasionar lo antes descrito, también puede desgastar las piezas dentales, y afectar negativamente las restauraciones y coronas.

Es interesante aclarar que si bien muchas personas están convencidas de que rechinan los dientes durante la noche, ya que a la mañana siguiente despiertan con dolor o sensación de tensión/rigidez en la mandíbula, o incluso dolores de cabeza y hasta de cuello, lo más probable es que esos malestares no se deban al bruxismo de sueño, sino más bien a un Trastorno Temporomandibular, problema que afecta las articulaciones temporomandibulares y los músculos de la masticación, generando malestar y dolor.

Finalmente, debemos recalcar que, independientemente del momento del año que se esté atravesando, quienes aprietan o rechinan los dientes durante la noche, tienen síntomas de reflujo gastroesofágico -como acidez o desgaste dental-, o roncan, deben consultar a un especialista. Lo mismo ocurre si sienten tensión, cansancio y/o dolor en la mandíbula o en la zona frente al oído o sienes, sobre todo si este se agrava con el movimiento o función mandibular -como podría ser masticar, hablar o bostezar-, o si tienen ruidos mandibulares al abrir la boca (tipo chasquido o arenilla), o sensación de trabamiento mandibular.

Da igual si se trata de adultos o de niños. Deben acudir con un cirujano dentista, especialista en Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial para recibir una adecuada evaluación y tratamiento oportuno, que permitirá evitar que el malestar escale y provoque daños más serios.

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