Los plazos apremian. Hay presiones externas, y también internas para quienes redactan la nueva carta fundamental. Pero la visión de Domínguez es que hay una voluntad de hacer las cosas bien, independientemente de las diferencias. Eso es lo que rescata de este profundo cambio, y que llama a respetar, para consolidar una constitución democrática y pluralista, que represente a un Chile mejor.
Por: Carola Venegas
Uno de los asesores del actual vicepresidente de la Convención Constitucional alerta que su agenda está colapsada. Que Gaspar va de una reunión a otra, que lo esperan para una entrevista, para una sesión importante, que ya no hay ni un minuto para conectarse. A pesar de eso, el médico, convencional constituyente, responde los mensajes, siempre. Pide un poco de paciencia. Insiste que le interesa comunicarse con la gente, porque esa es la esencia y el sentido de que esté ahí. Sobre todo, porque sabe cómo es el sesgo de las provincias versus la capital y eso es, en parte, lo que esta nueva constitución quiere remediar, expresa.
En parte su deseo de estar conectado se refleja en su vigorosa actividad en redes sociales. Tiene 48 mil seguidores en Twitter y casi 8 mil en su Instagram. Es uno de los convencionales más solicitados por plataforma de Lobby, y de eso se enorgullece. “Utilizar la plataforma de lobby y gestión de intereses no es solo importante por transparencia, sino que además por ser un mecanismo que permite que todas las personas en igualdad de condiciones puedan solicitar una reunión”, dice en uno de sus post. Mensajes que utiliza para comentar, educar e incluso para parar los carros: uno de los últimos posteos interesantes se refiere al posible retorno de Rojas Vade a la convención: “Tres solicitudes: A Rojas Vade: Por favor no vuelvas. Al Senado: Instamos a tramitar el proyecto de ley que permita la renuncia. A la ciudadanía: Se están discutiendo muchas normas fundamentales, no perdamos el foco de lo importante”.
Gaspar Roberto Domínguez Donoso, de 33 años, médico de Urgencias de Palena, tiene en el congelador un posgrado porque la convención dio vuelta su mundo. No pensaba aplicarse en política, y por ahora no piensa proyectarse más allá de la convención, pero sí tiene claro que está en un momento crucial para el país y que desde su posición está destinado a hacer un trabajo que cambie vidas y revolucione la forma en que los chilenos hemos concebido nuestras normas.
-¿En qué condiciones están, y cuál es el ánimo que se desprende de estos primeros pasos?
“Creo que ha habido jornadas redondas. Aprobamos en particular los artículos de Justicia. Incluso los más escépticos sobre el resultado se miraban, nos mirábamos, y decíamos: ‘Oye, está quedando muy bien’. Esa era la sensación que tenían incluso personas que observaban con cierto escepticismo el mecanismo de las normas. O, quienes desde el mundo más conservador, que estaban en contra de varios artículos, al terminar la jornada decían: ‘No, si quedó bien’, entonces, de alguna manera tengo la sensación de que el resultado parcial que llevamos, con solamente algunas normas que pasaron todas las etapas, ha sido bastante transversal. Está la sensación de que está quedando bien, así es que ese creo yo que es lo principal que podría decir de estos días”.
-¿Hubo mucho revuelo con esto del pluralismo jurídico?
“El concepto de pluralismo jurídico es un concepto que está en el Artículo 2, que fue rechazado, porque tenía algunas imprecisiones técnicas que probablemente van a ser corregidas. Lo que sí se aprobó es un artículo que va, en el fondo, en la misma dirección, que es el artículo 15, que tiene que ver con plurinacionalidad, pluralismo jurídico e interculturalidad. Son dos incisos que dicen que la función jurisdiccional -es decir, la estructura de todos los sistemas de justicia y cómo va a funcionar por dentro, la integración, los procedimientos- considerarán la plurinacionalidad. Entonces, ¿qué tiene que ver en la práctica, en el fondo, el pluralismo jurídico? Tiene que ver con que el Estado de Chile, a través de su sistema de justicia, en término de personas que lo conforman, debe tener presente cuando haya, por ejemplo, tratamientos de causas o resoluciones, la perspectiva intercultural, y deben estar además atentos a los estándares internacionales en materia de interculturalidad y plurinacionalidad. Es como un principio, no tiene que ver con una acción puntual o material, ahora ¿para dónde va caminando esto? Probablemente lo vamos a empezar a ver en las normas que vayan saliendo más adelante, tiene que ver con que exista dentro de los sistemas de justicia la posibilidad de que personas que pertenecen a pueblos originarios puedan resolver algunos conflictos entre ellos mismos”.
-¿Pero se generó mucha controversia con esto?
“Es que se han construido algunas caricaturas, como que si una persona perteneciente al pueblo mapuche asesina a otra no va a tener, por ejemplo, una condena. Y no, no va por ahí. Tiene que ver más bien con que cuando exista un conflicto entre dos personas que pertenecen a un pueblo indígena nos va a ofrecer de manera voluntaria someterse a los fondos de resolución de conflicto de los pueblos indígenas en materias que no vulneren los derechos humanos”.
(Nota de la Redacción) Finalmente, el pluralismo jurídico será parte de la propuesta de nueva constitución. Al cierre de esta edición, el pleno de la convención constitucional aprobó los artículos que no habían logrado 2/3 en la votación en particular. De esta manera se incluyó en el proyecto de constitución que “el Estado reconoce los sistemas jurídicos de los Pueblos Indígenas”; que coexistirán coordinados en un plano de igualdad con el Sistema Nacional de Justicia.
-¿Tienes alguna visión áspera con algunos políticos? ¿Cómo lo haces para defender lo que está haciendo la convención en este momento?
“Por cierto que desde afuera y desde dentro también, el proceso tiene muchas excentricidades o particularidades. Una de ellas, por ejemplo, son iniciativas de norma que han concentrado muy poco apoyo, como la de María Rivera sobre disolver los tres poderes del Estado, que fue tildado de idea loca. Yo conversé con María, le decía ‘oye María, ¿por qué presentaste esto si tú sabías que tenía poco apoyo?’, y ella me respondió algo muy cierto, me dijo: ‘Porque yo represento a miles de personas que creen que esa idea es buena, y esas miles de personas tenían que estar representadas en alguien, y yo también creo que esa idea es buena y yo la presenté’. Yo le dije ‘bueno, María, tuviste cero votos’, ‘sí, tuve cero votos, pero puse el tema en la agenda, es algo que a mí me interesa y a miles de personas que están afuera en la calle también”. Si no es en un proceso constituyente, ¿cuándo vamos a discutir esas cuestiones?, o ¿quién va a ser el filtro que va a decir ese tema no se discute y este sí? Yo creo que es un valor que aquí en la convención haya todo tipo de ideas, independiente de cuán excéntricas pueden ser y, bueno, deliberando, discutiendo y votando se resolverá si esas ideas siguen avanzando o no, y en el caso particular de esa idea no avanzó ningún paso”.
-Hay presión, hay tiempos cortos, hay que sacar la constitución en un plazo determinado, ¿tienen los constituyentes una visión de que hay que avanzar sobre asuntos que son más concretos y que tienen más posibilidades?
“Bueno, esa fue una frase que yo dije. Pedí a los convencionales concentrarse en iniciativas que tuvieran mayor probabilidad de conseguir los dos tercios. Fue un llamado explícito que hice hace dos semanas mirando el calendario. Efectivamente para el trabajo de comisiones queda menos de ocho semanas, luego se pasa a la fase de armonización y es necesario que vayamos aprobando y votando todas las normas del texto constitucional. Para cumplir los plazos, hay algo que es necesario y que es clave, y es que las comisiones tengamos las capacidades de ponernos de acuerdo, porque si nadie transa, si nadie se mueve un paso de su posición original, es imposible que lleguemos a lograr los consensos que se requieren. Esa es la piedra de tope, porque si todos estamos de acuerdo en seguida, da lo mismo la cantidad de normas que tengamos que discutir, lo vamos a hacer rápidamente. Y eso implica, por cierto, voluntad de escuchar al otro, pero escucharlo de verdad, intentar comprenderlo y consensuar una postura que junte las distintas visiones desde las distintas personas que conformamos la convención”.
-¿Está esa voluntad realmente?
“Es cosa de ver las votaciones, si no estuviera esa voluntad no tendríamos tantos artículos aprobados. Yo creo que la pregunta se responde con los hechos, y como dicen ‘el dato mata relato’. Hemos tenido muchos artículos aprobados con amplio consenso, y otros que no, y eso está muy bien, los que no son aprobados se vuelven a la comisión, tienen que ‘amononarlos’, cambiarles algunas cosas y mandarlos de vuelta al pleno, y así vamos a estar trabajando intenso todas estas próximas semanas y, como te digo, quedó a la vista la capacidad de tener normas con amplio consenso”.
Voy a seguir en la urgencia
-¿Qué te ha pasado a ti en este tránsito?
“Ha sido muy loco. Esa es la palabra. Como médico tengo un trabajo que es cómodo, que me gusta, que lo paso bien con mis pacientes en mi pueblo, y este trabajo ha significado cambiar mucho la forma de vivir, de dormir, de desplazarme. Estoy viviendo en Santiago casi siempre, en un lugar que no es mi casa, que no es mi cama, donde no está mi ropa, que no es mi horno, no son mis cosas para cocinar. Entonces en algún momento hay un desarreglo inicial, salir de donde yo estaba acostumbrado a vivir. Y lo segundo, de un momento a otro empezar a tener mucho cuidado en términos de la exposición pública. Uno tiene que ser mucho más cuidadoso con lo que dice o no dice, cómo se viste incluso, con las ideas que uno está posicionando. De alguna manera también es un desafío entender la responsabilidad de la tarea que estamos haciendo. Tú me hablabas de los convencionales, que es una responsabilidad gigante, y que todos tenemos que tener presente que cada una de las decisiones que tomemos van a incidir en futuro de Chile en las próximas décadas. Entonces, de alguna manera yo creo que lo más importante o lo más relevante, es que no solo yo, sino todos los convencionales que estamos aquí, de un momento a otro nos tuvimos que hacer presentes que estamos frente a un desafío muy grande, que las consecuencias del resultado serán muy a largo plazo, y eso implica por cierto trabajar, estudiar y sacarse la mugre para hacer esto bien”.
-¿Cómo sueñas que sea el fin de este proceso?
Hay quienes llaman desde ya al rechazo. “Sobre los malos augurios quería partir. El día 4 de julio del 2021, cuando se instaló la Convención Constitucional, fue tendencia en Twitter #RechazoDeSalida. Entonces la campaña del rechazo empezó desde antes que la convención se instalara. Eso ha estado siempre, va a seguir estando y va a permanecer. No es razón de tomarle atención, es algo que está por defecto y es parte del proceso. Y por otro lado hemos visto, como te decía recién, que hemos logrado llegar a consenso y aprobar normas con amplio acuerdo. Creo que la percepción que tengo es que vamos a seguir esta tendencia, y cuando se vayan cumpliendo los plazos, vamos a ver que tenemos 100 o 200 artículos aprobados de amplio consenso que a muchas personas le gustan, lo van a pasar a la comisión de armonización para efecto de ir ordenando el texto, de darle cierta coherencia jurídica. Así es que la verdad es que yo tengo mucha esperanza en el proceso, en cómo lo estamos construyendo y en lo que se viene”.
-¿Cómo ves la participación de regiones?
“Hay algunas cosas que de hecho ya pasaron, por ejemplo, la Convención Constitucional ha recorrido todo Chile, ha estado prácticamente en todas las regiones y el plenario estuvo en Biobío. Es decir, la toma de decisiones no está solo en Santiago, sino que se ha desplazado a lo largo de Chile. Eso yo creo que es un hito. Y, por otra parte, estamos en la etapa de escribir el articulado de la nueva constitución y, básicamente, todas las posiciones, incluso dentro de las posiciones diferentes que tenemos acá adentro, van en la misma dirección de desconcentrar y descentralizar Santiago respecto de Chile, y las capitales regionales respecto del resto de la región. Hoy, justo ahora, acaba de empezar el pleno donde vamos a votar las normas en particular de forma de Estado, así es que yo creo que va todo caminando en la dirección correcta y, por cierto, que la discusión y la de – liberación nos va a mostrar el detalle, de qué manera, vamos a tener asamblea o no, qué atribuciones van a tener o cuáles no”.
La comisión de Sistema Político de la Convención Constitucional comenzó el día de la entrevista a votar en particular diferentes normas constitucionales, instancia en la que se aprobó un artículo que define a Chile como “Estado Regional, Plurinacional e Intercultural”, por lo que pasará a ser revisado al Pleno dentro de las próximas semanas. El artículo no fue aprobado tal como fue propuesto. Se añadió un inciso que sostiene que “Chile es un Estado Plurinacional e Intercultural que reconoce la coexistencia de diversas naciones y pueblos en el marco de la unidad del Estado”.
-¿Estás dispuesto a seguir en la política post convención o continúas en tu trabajo en salud?
“Al menos a mediano plazo voy a seguir en la urgencia, en la medicina. Tengo un posgrado que me está esperando, estoy matriculado, pero se encuentra congelado mientras estoy haciendo esto, así es que tengo que volver y hacer esa tarea. Y bueno, yo hace dos años jamás hubiera pensado que iba a estar en una convención. Hace cinco, jamás hubiera pensado que iba a hacer un posgrado en salud pública. No me gustaría decir qué voy a estar haciendo en cinco años más, pero por cierto que he tenido aprendizajes muy valiosos que yo creo que me van a acompañar para siempre, y me van a permitir hacer otras tareas de una manera mucho más compleja o con una mirada distinta, que me ha dado vivir este proceso”