La empresa, fundada por David Álvarez hace más de 50 años, tiene sedes en 14 países y más de 80 mil empleados en todo el mundo.
Amplia variedad de servicios y un fuerte compromiso con la comunidad y con sus trabajadores son parte del sello del Grupo Eulen, empresa que llegó a Chile en el 2000 y que destaca en la entrega de asistencia integral a grandes compañías de la Región, del país y del mundo. Sólo en Chile cuenta con más de 10 mil trabajadores, 1.700 de los cuales se encuentran en el Biobío, siempre en permanente capacitación. “Los costos de producción son muy altos y la mano de obra no calificada disminuye la productividad; por eso, nos enfocamos en dar mayor formación al personal, incorporando recursos tecnológicos”, afirma su gerente general, Andrés Möller.
Divisiones de auxiliares, limpieza, mantenimiento, seguridad, alimentación, servicios sociosanitarios y de medio ambiente son parte de su catálogo de más de 60 productos. Entre ellos destaca Facility Service and Management, apuesta que ofrece diseño, implantación, seguimiento y supervisión de los servicios necesarios en una organización, bajo una gestión única. “Con Facility Service tenemos capacidad para hacer absolutamente todo, dando cobertura a todas las necesidades de una empresa, incluso subcontratando aquellos servicios que no ofrecemos”.
Pero también están incursionando en el área médica, cuenta el gerente Zona Sur, Carlos Lazo. “Entregaremos el primer servicio de teleasistencia de la zona, gracias a un proyecto de la municipalidad de Quillón, que permitirá el control y seguimiento de 90 adultos mayores de la comuna. Sentimos que es un servicio de gran ayuda a la comunidad, pues tendremos información sobre sus citas médicas y medicamentos, además los contactos de sus familiares y, en caso de que el abonado tenga algún inconveniente, puede comunicarse con nosotros y recibir asistencia inmediata”, explica.
El sello de Eulen dice relación con la forma en que desarrollan su Responsabilidad Social Corporativa, incorporando a la empresa a quienes tienen capacidades diferentes o, incluso, reintegrando a la sociedad a quienes, por diferentes motivos, no tuvieron acceso a mejores oportunidades. Es así que ofrecen trabajo a personas que estuvieron privadas de libertad o que hoy están rehabilitadas del consumo de drogas, labor en la que, en Concepción, trabajan junto a Senda-emplea y Senama. “Nuestros clientes también son parte de este compromiso social, les informamos sobre esto y ellos nos ayudan y aceptan al personal”, asegura Lazo.
También se encargan de capacitar a sus colaboradores, para que crezcan profesionalmente y tengan posibilidades de ascender dentro de la empresa. “Hay personas que comenzaron en el equipo de limpieza y hoy están en la plana administrativa”, cuenta Möller.
Asimismo, en 2014 comenzaron un programa de lectoescritura para sus trabajadores. “Partimos haciendo clases nosotros mismos, con más entusiasmo que conocimiento pedagógico, luego buscamos la mejor manera de dar continuidad a esta obra, lo que nos llevó a firmar un acuerdo con la Universidad San Sebastián”, cuenta el gerente general, agregando que también incorporaron un programa de continuidad de estudios, para quienes quieran completar su enseñanza media.