Héctor Riquelme: Sommelier del mundo

/ 19 de Abril de 2009

sommelier

Los placeres de los otros son también sus placeres. Se pasea por el mundo entregando su experiencia y se da tiempo para seguir disfrutando de las jaibas de Coliumo. Es un sommelier de categoría, reconocido por sus pares y que no olvida sus orígenes.

Tiene tan sólo 33 años y una vida con muchas historias por contar. Entusiasta de su profesión, el sommelier Héctor Riquelme se llena de orgullo cuando habla de lo que más sabe: vinos y hoteles, y es que su mirada refleja satisfacción por un camino recorrido, no exento de sacrificios, pero que lo hacen hoy detenerse y reflexionar acerca del mundo que le ha tocado vivir y concluir… “he sido privilegiado”
Penquista, egresado del Instituto de Humanidades, tuvo un breve paso por la Escuela de Derecho antes de encarrilar su vida hacia el mundo hotelero y los vinos. Esta “cosecha del 75”, como se define, ha tenido una intensa vida profesional que lo ha llevado por el mundo. Hoy puede ser las Torres del Paine, mañana Londres y pasado Brasil.

TRAYECTORIA

El 2003 le tocó ser parte de la apertura de Ritz Carlton en Santiago, luego renunció el 2005, y desde ahí como consultor de la tienda “El  mundo del vino” ha capacitado un sinfín de personas. “He estado alejado a la hotelería y hoy con el proyecto W (de la cadena Starwood, la matriz de Sheraton, que pronto se inaugurará en Santiago) vuelvo a mis orígenes, a lo que más me gusta”, confiesa este penquista, que estudió Administración Hotelera con mención en Servicios Gastronómicos, en INACAP Concepción, y luego emigró a Santiago para iniciar su vida laboral. Después viajó a España y más tarde se embarcó en algunos cruceros, posteriormente trabajó en Concha y Toro, hasta que llegó su gran oportunidad, el proyecto Ritz Carlton. “De ahí en adelante fue muy rápido el reconocimiento, me presenté en el concurso de mejor sommelier y lo gané varios años seguidos, y ahora voy al concurso de mejor sommelier de América, que será el 28 de mayo”, comenta lleno de satisfacción.
Dos hijos, Sofía y Diego, además de  una mujer maravillosa, Héctor Riquelme confiesa que lo que más disfruta en la vida es tener eso, calidad de vida. “Vivimos en un lugar donde hay ciclovía, los colegios quedan cerca y sobre todo, siempre que puedo, vuelvo acá, a mis raíces. Mis viejos tienen casa en Coliumo, venimos con los niños y los llevamos también a Los Ángeles, de donde es mi mujer, porque queremos mostrarle nuestro origen y nunca olvidarnos de esto”.
Él tampoco olvida a su escuela formadora y reconoce que cada vez que sus actividades se lo permiten se acerca a Luis Endía, Director de la carrera área Hotelería, Gastronomía, Turismo y Nutrición de INACAP, y le pide “armar” algo con los alumnos. “A mi me hubiese encantado que en mi primer año de carrera alguien me mostrara hasta dónde puedo llegar, cuál es mi techo y hoy, sinceramente, el techo es la imaginación puesta a correr. Ha sido suerte, Dios, o quizás el reconocer tus talentos, tus virtudes y tus defectos y ponerlos al servicio de lo que te gusta hacer”, comenta al meditar disfrutando buen expresso y agrega “los vinos tienen algo que muy pocas cosas tienen en la vida y es que te dan la posibilidad de compartir. Los vinos se comparten, además, el vino tiene historia, está rodeado de gente, está hecho por gente y eso es lo que más me gusta”. Quizás ése sea el secreto de su éxito, el disfrutar cabalmente su oficio y aprender de él cada día junto a un sauvignon gris, pinot noir o un carmenere.

VINOS DE LUGAR

En Chile no son más de 40 los sommelieres profesionales, por lo que éste es un camino que invita a los desafíos afirma este profesional que pronto estará en Londres invitado especialmente para ser jurado en el Decanter World Wine Award, de la revista Decanter, que es uno de los más prestigiosos concursos de vino en el mundo,  y es para él  todo un honor que se agregará a la larga lista de actividades que conforman su carrera. “Lo fundamental es tener historias que contar, porque detrás de cada experiencia en la vida o cada experiencia gastronómica quedan cosas. Lo lindo de ser sommelier es tratar de transmitir de mejor forma al consumidor final esa historia. Si lo logras estás ayudando a que la cultura de la gastronomía crezca”, dice.
Lo que más le gusta beber a este profesional puede depender de la estacionalidad, del lugar donde esté, “porque un gran vino resulta muy malo si estás en mala compañía, no estás a gusto, y a veces, los vinos muy simples son los mejores en buena compañía”.
Sin lugar a duda los vinos expresan el lugar, así como las personas o las comidas, “las jaibas de Coliumo saben a Coliumo y no o a otro mar y los vinos que expresan el lugar son los que valen la pena”. Y hacia ese futuro trabaja porque cree que aún en Chile queda mucho por hacer. “Lo que viene en el país son más vinos de lugar, viene la palabra terroir, en su más profundo sentido, tenemos el potencial, ahora es tiempo de descubrir eso lugares y esperar a que esas viñas maduren, que se integren al suelo. En Chile hay vida más allá del Cabernet Sauvignon. A orillas del Bío Bío, por ejemplo, se pueden hacer Riesling estupendos, pero la gente debe saberlo y apostar por ello”.

UN NUEVO PROYECTO

El nuevo hotel de la cadena norteamericana W abrirá sus puertas próximamente. Por estos días los últimos detalles se afinan en Isidora Goyenechea y están llegando los contenedores con muebles, especialmente fabricados para el hotel y que fueron creados por el diseñador de interiores chino Tony Chi. Él también diseñó las cavas, todo con una línea muy moderna, y es que en la filosofía de este nuevo negocio entra el concepto de “todo puede pasar”. Es un concepto nuevo, de origen norteamericano, novedoso, osado, que excede cualquier expectativa. Su objetivo es hacer sentir al huésped en su casa y exceder todas las expectativas: Cuando quieras donde lo quieras, “Whatever/Whenever”.
El proyecto, el primero en Sudamérica, tendrá la cocina de autor  o un “signature restaurant” de Jean Paul Bondoux, propietario del restaurante “La Bourgogne”. También habrá un restaurante llamado Osaka, que mezcla la comida peruana con la japonesa. “Aquí el éxito está asegurado con la calidad de mariscos existentes en nuestras costas. Una cocina oriental que afina el paladar”, comenta Héctor Riquelme.
El proyecto hotelero contempla además una discoteque  y un clásico de esta cadena, el bar Whiskey Blue, cuyo propietario es el esposo de Cindy Crawford, Rande Gerber. Todo muy fashion y rockero, si se quiere definir. Ah, y por supuesto, un lugar especial para el vino donde Héctor Riquelme concentra hoy sus esfuerzos. Será el sommelier consultor y estará ahí para satisfacer los deseos del público.
Para este nuevo desafío piensa en una apuesta de vinos nacionales, cosechas antiguas, “es decir poder dar profundidad a la carta, pero no sólo con vinos chilenos, también con vinos extranjeros. Es fundamental tener vinos del mundo que sin ser los más caros podrán darse a conocer en este lugar. Hablamos de un Sauvignon de Nueva Zelanda,  un Syrah de Australia o un Malbec argentino. Lo que se pretende es que W sea el kilómetro cero de los vinos en Chile, es decir que quien entre a él pueda partir luego a una Viña en el Bío Bío, o a una Viña en Maipo o en Traiguén y, obviamente queremos que sea un lugar donde se pueda conocer el vino y también probarlo. Esa es la apuesta”.
“Chile hoy es un país muy atractivo. Hace 15 años el cliente buscaba un hotel limpio, luego buscó seguridad, y Chile tiene eso y más, eso es fundamental para venir a cerrar negocios.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES