La casa puede ser la mejor socia del confinamiento

/ 25 de Agosto de 2020

La pandemia va a heredarnos una modificación en la forma en que trabajamos y nos movemos. En cómo salimos de la casa. Para ello debemos pensar qué tan dispuestos estamos a reasignar nuestros ambientes y a adaptarnos a este nuevo estándar de vida, pues no podemos seguir en un estado de transición permanente donde ocupamos cualquier rinconcito, por aquí o por allá, para desarrollar la pega.

Por Carola Venegas
@CarolaVe

El lugar que habitamos significa tanto. Para algunos es un sueño por el que se pelea y se trabaja duro. Para otros, una inversión o un logro que simboliza estabilidad y crecimiento. El hogar, sea una casa o un departamento, es lugar de refugio y de recuerdos, donde depositamos nuestra historia, hábitos y emociones.

En esta pandemia por obligación permanecemos más donde vivimos y, por ello, debemos aprender a mirar nuestra casa de una manera diferente. Tantas horas en los lugares de trabajo la relegaban casi a las horas de sueño y ciertos días de descanso. Para algunos, quedarse en ella era un signo de aburrimiento y cero panoramas.

La consigna en este contexto Covid es reconectarse con la casa, hacerle cariño manteniéndola en forma, respetando sus características y resaltando sus atributos. Solo así va a ser una aliada del teletrabajo y del estudio a distancia que en forma casi obligada debemos cumplir en esta fase de la pandemia.

Hablar de entornos para vivir es un tema que apasiona a la arquitecta Melissa Pérez (@arquitectomelissa), quien se ha especializado en la remodelación de casas para, justamente, optimizar su funcionalidad. Explica que “en estos momentos las personas deben reconectarse con la convivencia familiar y con el lugar más íntimo que tienen, es decir, el hogar, que ha estado en abandono por lo acelerado de la rutina”.

Este espacio alberga distintas actividades, como trabajo de oficina, colegio, deporte, meditación y recreación. Por ende, se ha generado la necesidad de conciliarlas en un solo lugar. Y culturalmente no estamos preparado para ello. “Pienso que esta crisis viene a dignificar la vivienda, vuelve a darle importancia y, con ello, hace replantear un nuevo modelo de habitar. En lo personal, me parece fantástico, ya que cada vez se le daba menos metros cuadrados al hogar, densificando sectores, entregando viviendas en donde se producen hacinamientos espaciales que, por lo demás, se observan en todos los estratos sociales”, indica.

Las personas necesitan espacios más holgados, entornos agradables, limpios, ventilados, saludables, iluminados y armónicos. ¿Para qué? Para conseguir un hábitat que permita cuidar nuestra salud, tanto física, como mental y espiritual.

Disciplina y orden por dentro y por fuera

La arquitecto Melissa Pérez adecuó como escritorio para su hijo, este espacio que quedaba bajo la litera.

En este contexto las personas están obligadas a reencontrarse con su casa, lo que las lleva, además, a conectarse con ellas mismas. Cómo habitan, a lo que le dan valor y lo que son.

Quizás, las pertenencias o lo que han ido acumulando hablan bastante de lo que han sido en todos estos años. En algunos casos pareciera que se han dedicado a darse valor por medio de lo que poseen.

El Feng Shui es un sistema filosófico de origen chino que promueve la ocupación consciente y armónica de los espacios. La realización de un estudio es complejo y tiene muchas derivadas, sin embargo, hay claves que son esenciales en esta técnica y están enfocadas en el orden y la disciplina.

Andrea Valderrama, paisajista, experta en Feng Shui.

Así lo resume Andrea Valderrama, paisajista, consultora y experta en Feng Shui, quien asegura que siempre hay formas de mejorar la energía y la disposición de las cosas dentro del lugar en que vivimos. Es un tema fundamental ahora que estamos haciendo una ocupación mucho más intensiva dentro de nuestras viviendas, sobre todo, porque tenemos en ellas la carga del deber y del trabajo.

“La pandemia tiene a la mayoría trabajando en casa. Pero lo transversal es que tenemos a la totalidad de los niños y adolescentes todo el día dentro de ella. La permanencia y el desafío de hacer todas las disciplinas diarias en un mismo lugar termina siendo muchas veces incómodo, fundamentalmente, porque no hay una estructura para el trabajo. Nuestra casa es más para descansar, socializar, pero no pensamos en trabajar en ella”, puntualiza.

Lo que Andrea Valderrama recomienda antes de cualquier cosa es ordenar los espacios. “Aunque suene muy básico, esto es clave: limpiar, ordenar, despejar. Un lugar saturado nunca va a ser un espacio para relajarse, ni para pensar. Las áreas sociales, como el living y el comedor, deben funcionar de una manera, y las de descanso deben estar destinadas nada más que a eso”.

Como paso dos viene la tarea de definir los espacios dentro de la casa, no solo con las delimitantes propias de las paredes y la decoración, sino con decretar qué hago en determinado lugar y qué no.

Por ejemplo, tener trabajo o estudio pendiente dentro del dormitorio no es aconsejable, a menos que se delimite un área separada de la cama para apartar el descanso de las labores. “No puedo mezclar todo, porque eso me lleva a un desorden mental. Cuando tienes muchas cosas en un lugar, tus pensamientos chocan y la energía se detiene, no fluye y el resultado de tus propósitos salen mal. Es increíble, pero a veces las personas no logramos comprender por qué nos estancamos, por qué no avanzamos y, bueno, si miras tu entorno puede ser que estés viviendo o realizando actividades en lugares poco armónicos y donde la energía no se mueve con la fluidez que requiere. Lo importante es que todos los espacios pueden mejorar, incluso si se trata de una casa pequeñita”, insiste.

Las cosas se “toman” el hogar

Melissa Pérez cree que parte del caos que viven muchas familias en confinamiento es porque no están conectadas con sus espacios. “Los mayores perdimos esa conexión y los que más habitan la vivienda son los adolescentes. Además, pareciera que esta generación no está acostumbrada a hacerle cariño a nuestra propiedad, a mantenerla y repararla. A eso súmale que los espacios son más chicos, y hay casas grandes que están llenas de cosas”.

Sostiene que una idea prudente es desapegarse de lo que no es significativo ni funcional. Y que hay que darle rienda suelta a la creatividad para ocupar nuestro hogar. Un parte de la cocina podría ser un lugar para trabajar o descansar también o, habilitar balcones que están en abandono. “Hay muchos espacios que se pueden revalorizar y que no son para acumular cosas”.

Definir zona de trabajo y estudio

Iván Fierro, arquitecto, fundador de Casa W. Por las nuevas necesidades de organización en pandemia habilitó el quincho de su casa como sala de estudio para sus hijos.

Por lo general no tenemos una habitación escritorio destinada a trabajar ciento por ciento. Las casas en Chile son cada vez más estrechas. Pero en condiciones ideales, contar con una habitación dedicada a las labores o al estudio resulta muy beneficioso.

Iván Fierro sabe de eso. El arquitecto, socio fundador y gerente del cowork “Casa W”, explica que cuando se trata de desempeñar una actividad laboral o de estudio hay que diseñar cada detalle en función de reforzar la concentración, la creatividad y el desarrollo de esas tareas.

“Para definir un espacio hay que destinar áreas e instalar mobiliario o decoración que te ayude a potenciar la actividad que necesitas desarrollar. Por ejemplo, en mi caso hemos tenido que ir reconvirtiendo lugares. El quincho cerrado lo convertí en sala de clases: puse una mesa a nivel de los niños, una pizarra y sus cosas para hacer tareas, más algunos artículos de juego, para que hagan deporte”, señala.

Iván Fierro comenta que ahora ese espacio está orientado para ponerse más creativo, para pensar, estudiar e, incluso, desordenar. “El comedor lo dejamos fuera de otra actividad que no sea comer, pues es el lugar donde se reúne la familia. No es una buena lógica ocuparlo para trabajo. Es más, entorpece las relaciones cuando se dejan en él, cosas como un computador, las carpetas o los artículos que uno maneja cuando trabaja. Dado que la pandemia se ha extendido, uno tiene que decidirse a hacer estos cambios dentro del layout de la casa, para que podamos diferenciar las zonas de trabajo de las de compartir. Esto para hacer una modificación en las rutinas y para que la cabeza también pueda cambiar un poco el switch y comprender que este es un espacio de trabajo, donde me tengo que concentrar. Así no permito salirme de foco”.

La pandemia va a heredarnos una modificación en la forma en que trabajamos y nos movemos. En cómo salimos de la casa. Para ello debemos pensar qué tan dispuestos estamos para reasignar nuestros ambientes y para adaptarnos a este nuevo estándar de vida, pues no podemos seguir en este estado de transición permanente donde ocupamos cualquier rinconcito por aquí o por allá para desarrollar la pega. Se debe tratar de visualizar dónde nos adaptamos para trabajar o para recrearnos o descansar. Para eso se debe enfocar la decoración, el mobiliario en lo funcional y la coherencia con la salud.

También se debe promover que todos en el hogar sean conscientes de lo que está haciendo el otro: si tengo clases, si tengo una reunión o si estamos trabajando con más o menos concetración. Eso contribuye al respeto de los horarios, en la comprensión de las necesidades del otro y, además, en la socialización familiar.

Si los adolescentes de su familia se encierran en sus habitaciones y no salen más de ellas, es tiempo de proponer compartir ciertas tareas en espacios comunes. El trabajo también puede ser un momento de encuentro al que nos podemos adaptar, ayudar y compartir.

Conciliar vivienda y trabajo en un hogar flexible

En este caos e incertidumbre por el cual se está atravesando, se hace importante e indispensable mantener el hogar de manera ordenada y multifuncional. Estos consejos los propone la arquitecto Melissa Pérez.

*Reajusta los espacios para que sean multifuncionales

El pasillo, una esquina del dormitorio o el espacio debajo de la escalera, puede ser un buen lugar para un escritorio.

*Revitaliza espacios

Dale vida a aquellos espacios que tienes en abandono para realizar actividades.

Habilitar lugares como el balcón para que sea oficina, lugar de ejercicios o espacio de desconexión.

*Regala o vende lo que no ocupas

Elimina todo aquello que no hayas ocupado en seis meses. Deja lo justo y necesario, verás cómo desocupando aparecerán lugares para almacenar.

*Estrategias de confort

Los aspectos psicológicos interactúan con los sentidos. Por ello que son importantes los factores térmicos, acústicos, la iluminación y los estímulos visuales, así como los olores de un determinado espacio. Estos factores pueden hacer que a las personas les agrade y que se sientan cómodas en un lugar. El confort o su ausencia es capaz de influir en el estado de ánimo. Si no está puede causar estrés, angustia, tristeza, irritabilidad y falta de sueño. El confort en la arquitectura proporciona proactividad, seguridad, comodidad y descanso. Generalmente lo relacionamos con la aislación térmica o acústica. Quizás dichos factores no se podrán intervenir en los espacios del hogar. Pero sí se puede proporcionar color, texturas, iluminación, ventilación y vegetación para sentir agradables los espacios.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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