La descentralización “de verdad” según Allamand

/ 24 de Abril de 2013

Con una propuesta de seis puntos para una “regionalización efectiva”, cuya punta de lanza es la reforma que evita que toda la recaudación de la riqueza generada  en regiones “vuele” a Santiago, llegó a la capital del Biobío el candidato presidencial de RN, quien aseguró que durante su campaña promoverá este gran cambio que entregaría una cancha pareja a las regiones del país.


Revista Nos lo invitó a su Encuentro de Actualidad y Análisis de abril a presentar su propuesta presidencial para la Región del Biobío. Llegó -justo el día anterior a la destitución de Harald Beyer-, cumplió con la tarea y junto con ello dio a conocer su proyecto programático para regiones, cuya punta de lanza es una descentralización tributaria para que las regiones retengan al menos un porcentaje de la riqueza que por esa vía se genera en ellas y así evitar que la recaudación se quede en Santiago, como sucede actualmente.
“Hoy los gobiernos hacen como que se descentralizan y las regiones hacen como que deciden, pero las dos cosas no son verdad”, sentenció. Su idea incluye cambios a la Constitución en favor de la descentralización como criterio orientador de las políticas públicas y del gasto. “Esto quiere decir que si un proyecto puede ejecutarse desde el nivel central o regional, deberá siempre escogerse éste último, para llevarlo a cabo de la manera más descentralizada posible. Otras son reformas administrativas, para designar a las autoridades de los gobiernos regionales por Alta Dirección Pública; delegación de facultades presidenciales hacia el nivel regional e incorporar el concepto de descentralización intrarregional, “porque cuando digo que Los Ángeles, Chillán, y Talcahuano incluso, se quejan en contra de Concepción, estoy diciendo la verdad”, afirmó.

Carburar motores

-A pesar de ser una región exportadora e industrial, y la segunda más importante de Chile, Biobío tiene un rezago en su crecimiento desde hace más de dos décadas. Últimamente se ha dicho que eso obedece a un problema de liderazgo. ¿Lo cree así?
-Creo que puede haber un problema de liderazgo, pero que se mezcla con un problema de competitividad, con lo que yo llamo carburar los motores. La Región del Biobío tiene motores bien orientados, como el forestal; pero también otros con problemas, como el industrial y como el agrícola que necesita un fuerte impulso. Hay que ver dónde está el futuro, que en esta región creo está en los sectores de servicios, comercio y turismo. Mi propuesta es que hagamos a la Octava Región más competitiva, y para eso debemos mejorar la conectividad y la gestión pública. Efectivamente hay un rezago, pero es perfectamente recuperable, porque los motores existen y está lo más importante, el capital humano, producto de ser ésta una zona universitaria donde surgen, por así decirlo, los conductores de los motores.
-Los motores están, pero algo debe estar funcionando mal para que la región no haya despegado en 20 años. ¿Se necesita más inversión pública? ¿Mejor gestión?
-Eso pasa por varias cosas, por mejorar la gestión pública, la gestión privada y como lo he establecido en mi propuesta de seis puntos para regiones, por avanzar hacia la descentralización tributaria, lo que en concreto significa que parte de la riqueza que se genera en las regiones se quede en ellas. No estoy planteando subir los impuestos, sino repartirlos de manera diferente y que un porcentaje de la recaudación tributaria que hoy vuela a Santiago permanezca en las zonas donde se genera esa riqueza.
-¿Tiene los apoyos para hacer esta reforma? porque la idea de descentralizar tributos se ha planteado en el pasado, pero no ha habido voluntad política para concretarla.
-Espero tenerlos, porque estos temas en principio debieran ser transversales. Y tengo confianza porque el 70 por ciento del Parlamento representa a las regiones. Sé que el afán centralista va estar en contra de este proyecto, porque es un cambio extraordinariamente importante. Efectivamente, muchas veces se ha planteado, pero al final del día se ha desvanecido. Yo le digo a  la gente que conmigo esta reforma no se va desvanecer, porque durante toda mi campaña voy a impulsar la descentralización tributaria en favor de las regiones.
-En el nivel central -y así lo ha reconocido usted- desconfían de la capacidad de la gente de regiones y por eso se concentra el poder. ¿Que se retrase la entrega de un puente fundamental para la conectividad del Gran Concepción por un asunto de gestión, porque no se ha logrado erradicar a quienes habitan los terrenos por donde pasa un enlace de la obra les da motivo para que desconfíen?
-Son situaciones que requieren capacidad política, gestión, es una pega que hay que hacer. Yo creo en las alianzas estratégicas entre el nivel central, los gobiernos regionales, las organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos comunales para evitar estos problemas. Ahora, estas situaciones también se producen en Santiago, porque la sociedad actual es más activa, con redes sociales permanentemente en ebullición, con organizaciones de la sociedad civil vibrantes. Y por eso ya no sirven las visiones tecnocráticas para resolver los problemas, sino que se necesita capacidad política, y esto implica poner de acuerdo a la gente, crear alternativas, ofrecer soluciones. Chile tiene por delante desafíos políticos de envergadura, por eso me pregunto si alguien cree, por ejemplo, que los problemas que tenemos en materia de energía los pueden resolver tres técnicos y cuatro ingenieros en una pizarra. La solución es completamente distinta, hay que ver cómo poner de acuerdo a las comunidades locales, cómo se les compensa adecuadamente, cómo se aborda la conversación con los grupos ecologistas. Creo que el Chile actual será difícil de gobernar y por eso pienso que lo debe dirigir un político.
-Laurence Golborne asegura que lo que se necesita en este momento para conducir Chile y en la política en general son caras nuevas y no el político tradicional.
-Está bien, pero serán los ciudadanos los que tendrán que ver qué trayectoria es la que prepara mejor para un cargo presidencial, si haber sido un ejecutivo de grandes empresas o haber sido dirigente estudiantil, parlamentario, senador de regiones y ministro de Defensa. Son dos trayectorias muy diferentes. La gente elige.
-Ahí se marca la diferencia según usted.
-Tener una trayectoria en cualquier campo es extraordinariamente importante. A mí no se me ocurriría nombrar como rector de la Universidad de Concepción a una persona que nunca hubiera hecho clases o que no tuviera una vida académica. Y creo que eso se aplica a todas las actividades. Para mí la política es una trayectoria de vida, pero también ha sido un camino de aprendizaje. Tuve la suerte, por ejemplo, que a los 30 años participé en las negociaciones fundamentales para la transición a la democracia. Ahí conocí a don Patricio Aylwin, a Ricardo Lagos, a Gabriel Valdés, entonces hoy cuando veo los debates que tenemos, y las negociaciones y los acuerdos que vamos a tener que alcanzar como país digo que suerte de haber podido ganar esa experiencia y ese conocimiento.
-Qué le ocurrió a su partido (RN) en la Región del Biobío. En el 2005 desde Concepción alzaron la candidatura presidencial de Sebastián Piñera y hoy ni siquiera pueden levantar dos candidatos potentes al Senado.
-Nosotros teníamos mucha convicción de que la candidatura de Felipe Kast iba a constituir una dupla extraordinariamente potente con Jacqueline van Rysselberghe para terminar con el doblaje en la Octava Costa. Finalmente, Felipe, de quien soy muy amigo, optó por una candidatura en Santiago. Yo estoy consciente de los problemas que ha tenido la centroderecha en la región, pero mi responsabilidad no es hacer historia sino ver la forma en que se solucionan. Y por ello puedo garantizar que vamos a tener duplas fuertes, que no va a haber doblaje en esta región, y que vamos a sacar, como hemos sacado hasta ahora, a un diputado en cada uno de los distritos.
-¿De dónde va a sacar a esos candidatos? Porque acá en la Octava Región al parecer no hay.
-Vamos a hacer todos los esfuerzos en armonía con la Unión Demócrata Independiente para conformar las mejores listas. Queda tiempo.

Juego limpio

Junto con mantener el crecimiento, el emprendimiento y la generación de trabajo como fórmula para el desarrollo; asegurar una cancha pareja, donde se aprovechen los talentos, y valorizar lo público; el concepto de juego limpio que implique buena fe en el trato, en los acuerdos comerciales y un Estado firme contra los abusos, son parte del eje programático del candidato RN.
-Bajo las reglas del “juego limpio” ¿qué sanción habría en casos como el del consorcio que construyó un mall en Concepción, pero que sólo pagará el 50% de lo pactado a los subcontratistas que prestaron servicios en esa obra?
-No conozco exactamente la situación, pero cuando yo hablo de juego limpio estoy diciendo que los empresarios deben cumplir con sus obligaciones sin excusas de ninguna naturaleza. Por ejemplo, soy contrario a que las casas comerciales continúen cambiando las condiciones de crédito en sus tarjetas y en otros instrumentos a sus clientes en forma unilateral. Para mí juego limpio es que las grandes empresas y el Estado paguen en forma pronta a las Pymes, en 30 o 60 días como máximo; que no siga existiendo la brecha salarial entre hombres y mujeres, porque a ellas les pagan en promedio 30 por ciento menos de lo que ganan los hombres por tareas de la misma responsabilidad y de las mismas competencias.
-¿Cómo va a comprometer a los empresarios? Porque si uno se guía por las declaraciones de Horst Paulmann, que dice que no puede pagar a sus proveedores antes de tres o cuatro meses, se ve complicado este cambio.
-Siempre están los caminos legislativos, pero en una sociedad abierta, democrática y participativa donde las redes sociales tienen opinión yo me imagino que Horst Paulmann se habrá arrepentido de sus palabras.
-Lo importante es que se arrepienta de sus acciones, para que cambie su forma de pagar a las Pymes.
-Obviamente y, por lo tanto, que se cumplan los compromisos. Aquí los candidatos presidenciales tienen que definirse. Yo desde el primer día señalé que estaba en total desacuerdo con esas declaraciones. Que se pronuncie el resto. Mi convicción es que el juego limpio y la transparencia son elementos particularmente importantes. Por ejemplo, la empresas en el mundo que discriminan a las mujeres sufren un castigo cuando la opinión pública percibe que no están actuando como corresponde; las empresas que no son cuidadosas con el medio ambiente objetivamente hablando son castigadas por los propios ciudadanos, en consecuencia, al margen de lo que se pueda hacer desde el punto de vista de la denuncia y de la legislación, también hay mucho que la sociedad civil puede hacer. Puede resolver si quiere comprar en un supermercado que la paga a sus proveedores en 150 días o en el de al lado que les paga en 30.

“Saber decir que no”

-El movimiento estudiantil exige educación de calidad y gratuita para todos. ¿Cuál es su respuesta?
-Que tienen razón en lo primero, pero que están equivocados en lo segundo, porque es injusto y no corresponde. Si en esto más allá de que la cosa haya fluido hacia la ambigüedad, hasta la propia Michelle Bachelet señaló que ella tenía recursos suficientes para pagar la educación universitaria de su hija. Entonces el liderazgo político consiste en saber decir que sí y saber decir que no. Yo estoy a favor de la demanda estudiantil de una educación de calidad y estoy en contra de la demanda de gratuidad, porque es injusta y regresiva, porque los recursos salen de alguna parte. Más allá de la demagogia, en la práctica esto significa que la educación de las familias más acomodadas la terminan pagando las familias menos acomodadas.
-¿En cuánto tiempo más Chile podría tener una educación pública de calidad?
-Nadie en forma seria puede contestar eso. A mí lo que me importa es que sigamos avanzando. Durante el actual gobierno por fin se rompió la tendencia al estancamiento en las pruebas Simce.
-Pero sigue habiendo una brecha de poco más de 100 puntos entre los colegios públicos y los privados.
-Está bien, pero por lo menos hemos empezado a mejorar. Y en este objetivo lo peor que podríamos hacer es lo que pretende la Concertación, que es terminar con la educación particular subvencionada, que es un aporte, que en muchos casos tiene mejores resultados que la educación pública. Hoy en Chile hay menos de un 40 por ciento de educación municipalizada, hay menos de un 10 por ciento de educación particular pagada y todo el resto es particular subvencionada, por qué vamos a terminar con esa educación.
-Y la educación pública, cómo se mejora.
-Hay que continuar aumentando el monto de la subvención, todavía no llegamos a la cifra que se requiere para financiar mínimamente una educación de calidad. Es imposible hacer una reforma educacional potente sin los profesores, por lo tanto hay que ver maneras de estimular, de mejor remunerar y que la carrera docente tenga mejores incentivos. Tenemos que ver qué ocurre al interior del aula, eso pasa por revisar desde el número de alumnos por sala hasta las mallas y los métodos pedagógicos. Hay que mejorar la gestión de los colegios municipales. Se habla mucho en contra de la municipalización, yo creo que el peor error que se podría cometer es volver a la estatización de la educación pública, pero sí hay que establecer mecanismos de asociación entre municipalidades para que pueda haber economías de escala y para que se pueda manejar mejor los recursos estatales y municipales en educación.

Los otros temas pendientes

-En el tema energético su diagnóstico es que Chile tiene una matriz sucia, cara y dependiente del exterior. ¿Qué propone para mejorarla?
-Invertir y avanzar hacia una energía competitiva, limpia y fundada en recursos nacionales. Eso significa cambios en la institucionalidad. Soy partidario de que el país avance en zonificación territorial, porque no puede ser que cada vez que se quiera instalar un proyecto parta la discusión de dónde puede o dónde no puede hacerse, por lo tanto es perfectamente posible establecer de conformidad con las vocaciones territoriales lugares donde instalar o donde estén prohibidos los proyectos energéticos; segundo, el tema de la participación ciudadana temprana, antes de que se presenten los proyectos tiene que haber mecanismos de conversación con la ciudadanía; propongo también descentralización tributaria para que existan desde el principio aportes a las localidades donde se instalan estos proyectos, más allá de las simples mitigaciones ambientales. Junto con eso Chile tiene que tomar opciones.
-¿De qué tipo?
-Digamos las cosas como son, la eficiencia energética es muy importante pero con eficiencia energética no vamos a resolver el problema. Tenemos que ver dónde tenemos objetivamente ventajas, y esto es en hidroelectricidad, en geotermia y energía solar. El problema de la geotermia es la exploración, por eso es que tenemos muy poca explotación de este tipo. El Estado sí ha hecho estudios y conoce muy bien el tema de agua, entonces lo que yo planteo es que hagamos una apuesta para energías renovables que tengan estas características. No estoy descartando las demás, pero estoy viendo dónde tenemos ventajas para que apuntemos hacia allá.
-¿Cómo se solucionan las demandas del pueblo mapuche?
-En primer lugar con algo que nadie quiere hacer, que es cuantificar la demanda, porque hasta ahora la demanda mapuche es un mar sin orilla. Soy partidario de en primer lugar reinstaurar el Estado de Derecho en La Araucanía, porque en un ambiente de violencia y de terrorismo no es posible encontrar soluciones. Y me parece muy mala señal que Michelle Bachelet lo primero que haya dicho es que se arrepiente de haber aplicado la ley Antiterrorista, porque lo que está diciendo es que si se produce un incendio y un homicidio como el de la familia Luchsinger- Mackay ella no va aplicar la ley Antiterrorista en circunstancia que ése es un delito terrorista en cualquier parte del mundo. También propongo conversación, mesas de diálogo con las comunidades de los pueblos originarios; creación inmediata del consejo de pueblos originarios, para que pueda establecerse una forma de conversación fluida y, por último, cuantificar aquello en que debe existir reparación, que hoy no existe. Establecer cuáles son las obligaciones pendientes, en qué consisten, cómo se expresan y cómo pueden satisfacerse.
-En su propuesta ¿cabe la figura del “caza recompensa” que sugirió el senador Alberto Espina?
-No sé a qué se refiere su propuesta.
-Ofrecer incentivos económicos a quienes entreguen información que ayude a resolver los delitos en la “zona roja”.
-En muchos países la propia policía y el Estado genera este tipo de mecanismos para favorecer la acción antiterrorista, es una idea sobre la cual habría que legislar, pero no me parece que ésta sea una acción que deba ser promovida por particulares, que ofrezcan dinero para conocer a quienes están detrás de los delitos de los que fueron víctimas.

Aborto, marihuana y matrimonio gay

-Por qué no se les pregunta a los chilenos si quieren legalizar el aborto, el consumo de la marihuana o permitir el matrimonio homosexual.
-Bueno, pero si se les pregunta, a través de las elecciones.
– ¿Por qué no hacerlo a través de plebiscitos?
-Yo creo en la democracia representativa y liberal, los plebiscitos al final del día parecen tener buena prensa, pero muchos de los temas terminan siendo manipulados. Si hago un plebiscito de pagar o no pagar impuestos quién cree que gana.
-Son temas distintos.
-No, es lo mismo, aquí hay dos modelos. O uno cree en una democracia representativa o quiere este mecanismo, porque si no empecemos a hacer las preguntas y digamos ‘hagamos plebiscito para el sueldo mínimo’, y todo el mundo va a decir 500 mil pesos; ‘hagamos otro plebiscito para decidir si se pagan impuestos’. La verdad es que yo creo que en una democracia representativa lo fundamental es fortalecer las organizaciones intermedias, que son precisamente las que forman parte de este tipo de democracia.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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