Un poco de historia: origen y primeros pasos
La historia de Desigual comenzó cuando Thomas Meyer, con una visión clara de ofrecer ropa diferente a lo que existía en el mercado en ese momento, decidió abrir una tienda en Barcelona en 1984. Su idea era crear ropa cómoda, alegre y original que desafiara las normas de la moda de la época. Si bien su enfoque fue la confección de camisetas, pronto se dio cuenta de que la clave de su éxito residía en su capacidad para mezclar colores brillantes, patrones inusuales y materiales no convencionales.
El nombre “Desigual” refleja la esencia de la marca: ropa que no sigue las normas, que no es igual a nada más. Esta singularidad se convirtió en el sello distintivo de la marca española que hace foco en la diversidad y la individualidad de las personas.
Expansión en los 90
En 1989, el giro importante para la marca llegó cuando Meyer decidió cambiar su enfoque y ampliar su visión. Empezó a producir prendas con estampados complejos, colores vivos y una mezcla ecléctica de tejidos, lo que llamó la atención tanto en España como fuera de ella. La ropa de Desig
ual comenzó a ganar seguidores entre quienes buscaban un estilo más libre y expresivo.
Durante los 90, Desigual fue creciendo poco a poco, pero fue en 1994 cuando la marca dio un gran paso al abrir su primera tienda fuera de España, en Francia. Este fue el primer paso hacia la internacionalización de la marca. Desigual comenzó a expandirse por Europa y, con el tiempo, alcanzó mercados internacionales consolidándose como una de las marcas más innovadoras y diferentes dentro del mundo de la moda.
Los 2000, Desigual en todo el mundo
A partir del nuevo siglo, Desigual experimentó un gran crecimiento. Su presencia en el mercado se consolidó con la apertura de nuevas tiendas en Estados Unidos, Asia y América Latina. Uno de los hitos más importantes fue la incorporación de prendas icónicas, como chaquetas, vestidos y pantalones, que rápidamente se hicieron populares debido a sus diseños únicos y colores vibrantes. Además, Desigual comenzó a colaborar con artistas y diseñadores para crear colecciones especiales que unieran arte, moda y creatividad.
En 2009, Desigual alcanzó un hito significativo al inaugurar su tienda en Nueva York marcando el comienzo de una nueva etapa de expansión global y consolidando a la empresa de Meyer como una marca internacional reconocida por su propuesta de moda atrevida.
Nuevos tiempos
A lo largo de los años, Desigual continuó evolucionando, y en los últimos años amplió su oferta con nuevos productos como las zapatillas Desigual y la confección de sus productos textiles con una mayor conciencia social y ambiental en sus procesos. La marca española busca reducir su impacto medioambiental, utilizando materiales reciclados y fomentando prácticas más responsables en su cadena de suministro.
En cuanto al estilo, Desigual sigue siendo un referente de la moda más desenfadada y auténtica. Es decir que nunca perdió su identidad original, caracterizada por una visión inclusiva, creativa y colorida.
Si bien Thomas Meyer fue el propietario y principal artífice del crecimiento de Desigual durante muchos años, en 2018 la marca pasó a ser parte de un grupo inversor. Meyer vendió una parte significativa de la compañía, lo que marcó el fin de su etapa como dueño mayoritario, pero siguió vinculado a la empresa en el rol de presidente honorífico.
Lo que ha diferenciado a Desigual de otras marcas es su filosofía de celebrar la individualidad. La marca no busca imponer tendencias, sino ofrecer a sus clientes la posibilidad de expresarse libremente a través de su ropa.
Hoy, Desigual es una de las marcas más reconocidas en el mundo de la moda, con presencia en más de 40 países y más de 300 tiendas en todo el mundo, manteniendo su sello de estilo único e inconfundible.
Vende principalmente ropa, calzado, accesorios y artículos para el hogar, con una clara apuesta por el estilo único, colorido y alegre. Cada pieza está diseñada para destacar y permitir a los clientes expresar su personalidad a través de prendas originales y modernas.
El outfit completo Desigual
De pies a cabeza, un outfit de marca Desigual se caracteriza por una estética única y vibrante que refleja la filosofía de la marca: creatividad, individualidad y optimismo.
Cada conjunto se construye a partir de prendas que combinan colores brillantes, estampados audaces y detalles originales, lo que hace que cada look sea fácilmente reconocible.
Las zapatillas Desigual son mucho más que un simple accesorio de calzado, son una declaración de estilo, una mezcla de creatividad, colores vibrantes y patrones inconfundibles que hacen que cada par sea único. A menudo, combinan diferentes texturas y tonos para crear un look dinámico y divertido, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan destacar y expresar su personalidad a través de su estilo.
Los pantalones y jeans, tanto para hombre como para mujer, se destacan por sus cortes modernos y detalles diferenciadores como parches, bordados y estampados. En cuanto a vestidos tienen desde prendas casuales hasta prendas de noche, siempre con estampados originales y cortes cómodos.
Para la parte superior de la dama, hay blusas y camisetas con estampados artísticos, florales, geométricos, y detalles bordados, que dan un toque especial a cualquier conjunto. Para los hombres, las remeras sobresalen por sus estampados gráficos, colores contrastantes y diseños originales.
Los accesorios en un outfit Desigual también juegan un papel importante, y suelen ser audaces y únicos. Se incluyen bolsos con estampados exclusivos, bufandas de colores intensos, gafas de sol con detalles originales y joyería que sigue la misma línea creativa de la ropa.
Un bolso de Desigual, por ejemplo, puede ser el centro de atención de un look, ya que estos suelen llevar estampados vibrantes y detalles como tachuelas, parches o bordados.
En sintonía con este crecimiento exponencial, la marca lanzó varias fragancias para hombres y mujeres que, al igual que su ropa, tienen una identidad vibrante y original. Los perfumes de Desigual son conocidos por sus notas frescas, florales y afrutadas, que reflejan la esencia joven y dinámica de la marca.
Desigual es más que una marca de moda: es una declaración de estilo. Su esencia radica en la creatividad, la originalidad y el uso del color, creando prendas, calzados y accesorios que destacan y permiten a las personas expresar su individualidad.