Se cumplió un año de la muerte de Daniel Zamudio.El mártir de la discriminación de género sentó un doble precedente: su historia terminó en la aprobación de una ley antidiscriminación y las personas que se sienten afectadas hoy buscan la forma de denunciar casos parecidos. La realidad es que nuestra zona está por sobre el país en cuanto a las denuncias de discriminación que registra el Movilh. El análisis es que más que aumenten los casos, las personas ahora sienten que hay lugares donde pueden contar sus penas, buscar justicia y hacer algo para que tragedias como la de Daniel no vuelvan a repetirse. Es su derecho.
Salía humo blanco en Roma, se anunciaba la elección del Papa Francisco y a los minutos los grupos de defensa homosexual condenaban la postura del Pontífice ante el matrimonio gay. En la misma fecha, pero en Chile, la familia de Daniel Zamudio, cuyo caso motivó y dio nombre a la Ley Antidiscriminación, comenzaba a revivir la agonía sufrida en el 2012 tras la brutal golpiza que recibió el joven de 24 años de parte de un grupo de supuestos neonazis. El veintisiete de marzo se cumple un año de su deceso.
La brutalidad del ataque a Zamudio y la connotación pública que tuvo su historia transformó la legislación. Y no sólo a favor del mundo gay al que pertenecía Daniel, sino que de todas las minorías que conviven en nuestro país.
La potencia de su historia se reflejó también en un cambio de actitud que se evidencia en datos duros aportados por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, Movilh, que hace poco dio a conocer su último Informe Anual de la Realidad Homosexual en Chile.
Un dato que resalta e importa en este lado del país es que la Región del Biobío concentró el 6 por ciento del total nacional de casos denunciados, dos puntos más que el 2011, siendo la tercera región donde más se denunciaron y ocurrieron atropellos contra lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Un 20 por ciento disminuyeron a nivel nacional las denuncias y casos por discriminación a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en el 2012. Sin embargo, los atropellos más graves, como el acoso educacional, los abusos policiales y familiares y las agresiones físicas que dejaron en riesgo vital a las personas, aumentaron significativamente.
Un dato que resalta e importa en este lado del país es que la Región del Biobío concentró el 6 por ciento del total nacional de casos denunciados, dos puntos más que el 2011, siendo la tercera región donde más se denunciaron y ocurrieron atropellos contra lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
El cambio de las FF.AA.
Hay varias reflexiones con respeto a las cifras, pero lo más evidente: la gente se atreve a denunciar y hay credibilidad en que los casos pueden ser acogidos y terminar en una solución justa.
Lo de Daniel Zamudio es un hito que marcó un antes y un después en materia legal, pero desde 1991 a la fecha, período en que se ha realizado el estudio del Movilh, ha habido múltiples casos como los de Daniel Zamudio. “Lo que sucedió con esta historia emblemática es que las personas han podido separar la paja del trigo y convencerse de que la discriminación sexual no es una falacia, como se estimaba antes, pues muchos pensaban que la violencia en este aspecto era más bien un mito. A partir de este desgraciado hecho se pudo discutir el tema y finalmente se materializó en una ley, en julio del año pasado”, comenta Rolando Jiménez, el líder del Movilh.
Según el informe, en regiones aumentó la cantidad de personas dispuestas a denunciar casos de discriminación. Y eso es porque la gente entiende que hay una herramienta que permite defenderse de estos ataques desde el punto de vista administrativo. La ley actúa como un disuasivo. “Nosotros hemos llegado en este período desde julio a la fecha, desde que se aprobó la ley Zamudio, a muchas negociaciones en empresas públicas y privadas en situaciones de discriminación que han denunciado ciudadanos y ciudadanas y ha habido acuerdo. En algunos casos ha habido indemnización, en otros se ha recuperado el daño, es decir, se ha recuperado el trabajo y otras formas en que la persona afectada ha encontrado una mediación y una solución”, enfatiza Jiménez.
El hombre fuerte del Movilh reflexiona sobre los alcances de la ley y el cambio cultural que lleva consigo la existencia de la norma. “El punto de vista más significativo tiene que ver con el cambio que se ha visto en las Fuerzas Armadas. Yo me he reunido con los jefes de las tres ramas, del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. En el Ejército se hizo una encuesta entre sus funcionarios, en la que se les consultaba si se sentirían incómodos al tener un compañero de armas homosexual. Más allá de los datos y la percepción, el Comandante en Jefe nos señaló que ellos están para hacer cumplir la ley, por lo tanto, a partir de este mes está recorriendo las unidades del Ejército un general del la Comandancia en Jefe enfatizando a los funcionarios que la homofobia o el rechazo a las personas homosexuales no tiene ninguna justificación y está penada por ley. Por lo tanto, ése es un mundo culturalmente distinto a lo que teníamos antes de la formulación de la ley. Y nos tiene profundamente satisfechos”, indicó.Lo ven como un logro. Que este tipo de discusiones y de voluntad política llegue a compartimientos tan cerrados y tan conservadores como las Fuerzas Armadas quiere decir que hay cambios institucionales fundamentales.
“A veces nos quieren pasar
gato por liebre”
Para elaborar el Informe Anual hay varias formas de recoger la información. “Nosotros procesamos el 97 por ciento de las denuncias que se producen en Chile por discriminación por orientación sexual. Y llegan como lo hizo la familia Zamudio. Al otro día de sucedido el hecho tomaron contacto con una persona del movimiento y a partir de eso la familia nos pidió que nos hiciéramos cargo de denunciar la situación que en ese momento afectaba a Daniel, y también para que le prestáramos apoyo jurídico”, comenta Rolando Jiménez.
De esa manera van llegando familias, gays, lesbianas y transgéneros que exponen y piden ayuda para casos concretos. También por cierto, el Movilh está atento a lo que
La subdirectora Nacional del Injuv confirma que Concepción es la tercera ciudad del país donde más se discrimina a los homosexuales.
aparece en la prensa, intentan tomar contacto con las víctimas, con el fiscal o con los medios de comunicación para tener un panorama sobre el daño cuando sospechan de una situación discriminatoria.
La tercera fuente son las organizaciones regionales. En todas las regiones hay grupos de gays y lesbianas que están reconocidos y que son los que permanentemente preparan la Marcha del Orgullo Gay. Ellos son importante fuente de información. “Así nos vamos orientando, tomamos contacto con las autoridades competentes sea un alcalde, diputado, gobernador o intendente de la zona para poder estar presente cuando un caso lo requiere y solicitamos apoyo. Ésa es la forma en que las denuncias llegan a nosotros y cómo lo operativizamos”, recalca.
El informe, que tiene más de una década, es un estudio enorme y, por lo tanto, hay tablas comparativas que son de gran utilidad que permiten ver la evolución de los chilenos en esta materia. Además de publicarlo, el Movilh se encarga de hacerlo llegar a personas influyentes. En los últimos días lo han traspasado a la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez; a la Corte Suprema, al Poder Judicial y al Instituto Nacional de Derechos Humanos. Éste es el único informe en orden a la discriminación sexual que se realiza en Chile, con un alto nivel de rigurosidad y que trata de ser lo más completo posible. El documento no sólo habla de los casos de discriminación. También de múltiples asuntos que han acontecido para las minorías, la implementación de las políticas públicas, las acciones comunicacionales, culturales, de educación positiva. Es una radiografía muy completa de lo que ocurre con la diversidad sexual en Chile cada año.
También la juventud
Si en la encuesta del Movilh la Región del Biobío aparece en tercera posición por las denuncias, también rankea -en el tercer puesto- en los índices discriminatorios en el país según el estudio “Experiencias y percepciones en torno a la discriminación”, del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv).
En otra encuesta de opinión elaborada por la Universidad Diego Portales, ante la pregunta “Es la homosexualidad una opción valida como cualquier otra”, el grupo que está en una edad sobre los cuarenta años no está de acuerdo con esa información en un 45 por ciento.
La Subdirectora Nacional del Injuv, María José Domínguez, quien es cientista político y Magíster en políticas públicas, confirma que Concepción es la tercera ciudad del país donde más se discrimina a los homosexuales.
“Cuando nosotros le preguntamos a los jóvenes, a nivel nacional, el 34 por ciento dijo haberse sentido discriminado alguna vez en la vida, pero en Concepción la cifra se eleva a 44 por ciento, muy superior a la media del país”, recalca Domínguez, quien tiene una carrera larga como docente en Concepción y es, además, concejala por Vitacura.
La profesional indica que la Región del Biobío aparece después de Tarapacá y de la Región de Los Ríos en la encuesta donde se trabaja con la percepción de jóvenes entre los 15 y 29 años. Explica que otra de las consultas fue a quién discriminan los jóvenes hoy día. La pregunta se formuló de manera más específica y sutil preguntando “a quién no te gustaría tener como vecino”. Como respuesta a esa consulta aparecen a nivel nacional cuatro grupos: Los gitanos, los que tienen discapacidades mentales, los homosexuales o personas de condiciones sexuales minoritarias y los que tienen relación con pueblos originarios. La cifra más alta de rechazo a un vecino homosexual, según esa misma pregunta, por ciudad, se establece en Temuco. Concepción igual aparece con una cifra elevada, por sobre el veinte por ciento.
Los mayores discriminan más
Si los jóvenes muestran una actitud hostil hacia estos grupos minoritarios, entre más adultos, aparecen más respuestas de rechazo. En otra encuesta de opinión elaborada por la Universidad Diego Portales, ante la pregunta “Es la homosexualidad una opción valida como cualquier otra”, el grupo que está en una edad sobre los cuarenta años no está de acuerdo con esa información en un 45 por ciento.
La función de estas encuestas es atender a políticas públicas de todos los servicios para atacar esta realidad. La Ley Zamudio fue un excelente aporte en ese aspecto, pero también se pretende llegar a otro tipo de problemáticas como, por ejemplo, evitar la violencia en el colegio, pues la mayoría de los encuestados dice que la mayor discriminación la han sentido en el período escolar.
“Lo que llama la atención en este estudio es que las personas discriminan a los homosexuales más que por su condición, por cosas que son anexas. Por su forma de vestir, por el lugar donde viven o por como hablan. Y eso en todo grupo socioeconómico. La gran conclusión que nosotros sacamos es que los chilenos somos súper clasistas. El Gobierno ha estado muy pendiente del trabajo por las minorías sexuales, sus mismos dirigentes agradecen las gestiones y los logros que se han desarrollado en esta administración, pues ha sido la única que se propuso sacar una ley en este aspecto. Ha sido importante, pero a su vez hay que redoblar esfuerzos porque hay que poner acento también en otras formas de discriminación”, aseguró María José Domínguez.