Si bien en 2021 comenzó a notarse una paulatina recuperación, ellas seguían representando menos del 40% de la mano de obra mundial, según datos de Bain & Company.
FUENTE: Bain & Company.
Según un informe de la consultora Bain & Company, del 90% de mujeres que quiere volver a trabajar, solo el 40% lo logra. El estudio indica que tres de cada cuatro profesionales que intentan recuperar su fuente laboral después de una licencia voluntaria tienen problemas para encontrar un empleo.
Cifras como estas demuestran que aún queda mucho camino por recorrer por parte de las empresas, y que abordar el sesgo de género es un desafío que requiere esfuerzos de todos.
Según Marcial Rapela, socio y director de Bain & Company de Chile, “para realizar estos cambios es fundamental garantizar que las mujeres alcancen todo su potencial dentro de las empresas. En la carrera por el talento, las compañías no pueden darse el lujo de dejar atrás su aporte y conocimiento”, indica.
Para Rapela es fundamental que las empresas tomen este reto e implementen cinco imperativos para que sus organizaciones puedan aprovechar todo el potencial de sus colaboradores, entre los que destaca adecuar los perfiles para nuevas contrataciones, combatir los prejuicios relacionados al rol, crear un entorno inclusivo, dar flexibilidad a sus trabajadores y promover el crecimiento personal de cada uno de ellos.
Flexibilidad equitativa
Un punto importante es promover la flexibilidad equitativa. Para eso, es necesario garantizar que se apoya la adopción de opciones de trabajo flexibles por parte de todos los grupos. Eso porque existen conceptos erróneos sobre el trabajo flexible y el compromiso, como que los trabajadores flexibles se sienten ignorados en cuanto a promociones y oportunidades.
A los trabajadores les preocupa que su desempeño dependa de su visibilidad más que de su producción y que, por lo tanto, no sean reconocidos (o promovidos) si su trabajo o habilidades de liderazgo son menos visibles en comparación con sus contrapartes en la oficina o de tiempo completo. Estas son barreras que se deben comenzar a derrivar, de manera que ellas no se sienten en situación de desmedro al escoger el trabajo remoto por sobre el presencial, con el fin de compatibilizar roles familiares y laborales durante la pandemia.