“Se configura una realidad diferente en todos los sentidos, y las posibilidades que brinda el coaching pueden ayudarnos a afrontar esos cambios de manera constructiva, descubriendo la forma de conectarnos con nuestros recursos y fortalezas y encontrar las mejores soluciones para problemas de distintas dimensiones…”.
El coaching es un proceso de liberación del potencial de una persona. Un entrenamiento que ayuda a aumentar la confianza en sí mismo, a explorar otras miradas y a desarrollar determinadas competencias para incrementar al máximo el desempeño y alinear objetivos tanto profesionales como personales.
Se trata de una técnica que parte del convencimiento de que toda persona tiene un potencial sin desplegar, que es capaz de cuestionar supuestos y encontrar soluciones, y que puede crecer y evolucionar si es acompañada por un coach que le ayuda a descubrir el camino que la llevará a fortalecer sus capacidades.
Uno de los objetivos del coaching es lograr cambios en las personas y, por consecuencia, también en las organizaciones de las que estas forman parte. Esto, porque la mejora en el desempeño profesional traería consigo un sentimiento de satisfacción personal que, seguramente, se traducirá en una actitud positiva y en el incremento de su eficacia dentro de su equipo de trabajo.
Es, asimismo, un entrenamiento con el que las empresas, sin importar su tamaño, pueden potenciar el liderazgo de sus trabajadores, sobre todo en momentos de cambios, como el crecimiento de la compañía, una fusión, una transición o una situación, como la que hoy estamos viviendo a raíz de la pandemia de Covid-19.
Uno de los mayores desafíos para las organizaciones en un contexto de incertidumbre es contar con liderazgos que proyecten su confianza, motiven y entusiasmen a sus equipos, ya sea para mejorar el clima organizacional, alinear objetivos, liderar nuevos proyectos o para incrementar el compromiso con la empresa.
Nada volverá a ser como antes, las cosas tendrán un equilibrio distinto. Se configura una realidad diferente en todos los sentidos, y las posibilidades que brinda el coaching pueden ayudarnos a afrontar esos cambios de manera constructiva, descubriendo la forma de conectarnos con nuestros recursos y fortalezas y encontrar las mejores soluciones para problemas de distintas dimensiones, desde cómo resolver conflictos o gestionar los tiempos hasta diseñar una nueva estrategia para la empresa. Incluso, planificar adecuadamente el teletrabajo, donde hay que compatibilizar el trabajo con los que quehaceres de la casa y de la familia.
No debemos olvidar que hoy, más que nunca, ya no basta con lograr los objetivos y metas, sino que el enfoque debe estar en las personas, en el sentido más amplio, sean clientes o trabajadores.
Y por eso, las compañías deben ocuparse de construir relaciones cercanas y de confianza entre sus colaboradores, demostrando un genuino interés por el bienestar laboral y personal. En este desafío, el coaching tiene mucho que aportar.