Con buenas ideas, disciplina y mucho trabajo, el joven empresario Marcelo Ortiz se abre camino en el competitivo mercado de la entretención gastronómica. Amador, su restobar de San Pedro de la Paz, marcó un hito en su carrera porque con su estilo, ambiente y calidad del servicio conquistó la preferencia del público. “El que sabe lo que quiere la gente tiene la mitad del negocio a su favor”, explica.
Su carrera la inició en los negocios de la familia y luego en sociedad con las discotecas Entrenegros y Café Vallarta. Más tarde compró el restaurante Barros 13 y el Loft, un karaoke discoteque, ambos en el Barrio Estación. Sin embargo, Amador no es el fin de su trayectoria. Al contrario, es la antesala de los proyectos que planea desarrollar en los próximos años.
Profesionalismo
Su preparación profesional es una herramienta estratégica para Marcelo Ortiz. Es psicólogo y tiene un Master en administración y negocios. Las tres áreas se complementan y potencian su capacidad empresarial. De hecho, se apoya en ambas disciplinas cuando se trata de fomentar liderazgos y trabajar en equipo, cualidades que son fundamentales en un negocio que como el suyo, se basa en la atención de público.
Sus proyectos están rigurosamente planeados. “No me gusta dejar nada en manos del azar y menos a la improvisación”, asegura.
Distribuye su tiempo para administrar personalmente el Loft y el Amador, los dos negocios que actualmente dirige. Pone especial atención en los detalles que hacen de cada lugar un espacio agradable. “Aprendí a entender el lenguaje no verbal de la gente; a entregar sensaciones y experiencias. Es lo encuentran aquí y es la razón que los hace volver”, explica.
Fortalezas y desafíos
La dedicación con que trabaja es una de sus fortalezas. Si bien lo suyo es el negocio de la entretención, esta labor la toma muy en serio. “Estoy convencido de mi trabajo. Me gusta lo que hago, creo en mis proyectos y en mis sueños. Tengo claro dónde estoy y dónde quiero llegar, por eso sé qué camino tomar y en función de eso es que sigo trabajando”.
Este perfil personal y profesional dan seguridad a las iniciativas que involucran el nombre de Marcelo Ortiz. Su próximo desafío es concretar la invitación que recibió de los gerentes del Casino Marina del Sol de abrir con ellos una discoteque. La idea lo entusiasma porque sostiene que es una necesidad que no está satisfecha en Concepción. “Creo que esta ciudad tiene mucho potencial y mucho que crecer todavía”.
Marcelo Ortiz reconoce que éste es sólo uno de los planes que tiene para el Gran Concepción y asegura que no descansará en su afán por entregar más y mejores lugares donde divertirse.