A MEO lo quieren o lo odian, sin términos medios. Pasó de ser uno de los outsider que postulaban a la presidencia a una opción que cada día complica más a los candidatos otrora favoritos. Mientras sigue sumando apoyo en las encuestas, las críticas en su contra no cesan. En esta entrevista confiesa que tanta descalificación a veces lo abruma, pero que no dejará de dar batalla, como lo aprendió de sus padres.
Pasó de ser un candidato marginal a una opción que está complicando al oficialismo, como lo ha reconocido el Presidente del PPD, Pepe Auth, quien también es su amigo, amigo de su familia y una persona que estuvo muy cerca de Marco Enríquez-Ominami durante su niñez en Francia. Tan cercana, que Auth confesó hace algún tiempo que ofició de baby sitter del hoy candidato independiente a la presidencia, para juntar algo de dinero mientras estudiaba en París. Ése es el tipo de cercanía que el hijo de Miguel Enríquez tiene con muchos de los jerarcas de la Concertación, sobre todo con ex miristas o simpatizantes del MIR, que aunque lo siguen viendo como “Marquito”, están convenciéndose que lo que partió como una aventura más del díscolo diputado se está transformando en un tremendo obstáculo para los anhelos concertacionistas de ocupar por quinta vez La Moneda. Y MEO, como le dicen ahora, lo tiene claro, por lo que mantiene su estrategia de “ir a todas partes” para esparcir su propuesta por el país, hacerse no sólo conocido, sino que reconocido por sus ideas y llegar a la gente para alcanzar, como primera meta, las 36 mil firmas notariales que le permitirán competir en las elecciones del 13 de diciembre próximo. Da cerca de una docena de entrevistas diarias y si le ofrecen otra, la acepta igual. Sin hacer mayores problemas. Saca su libretita de cuero café, y con una letra pequeñísima, porque casi no le queda espacio, apunta el nuevo compromiso. Dice que esta agenda hipermediatizada tiene un fin, que va más allá del interés que varios le achacan por la farándula, que obedece a una estrategia para llegar con su mensaje a cada rincón de Chile. Pero su objetivo está logrado sólo en parte, porque aún cuando su nombre aparece todos los días mencionado en los medios, la gran mayoría de las veces lo hace ligado a una polémica, a una crítica o a un insulto.
-Estar tan expuesto en los medios tiene un lado B, porque de vuelta se recibe mucha descalificación. Te han tratado de populista, de díscolo, de farandulero, te han dicho que no eres consistente ¿No te abruma tanta descalificación?
Si claro, pero mira, mi abuelo, Edgardo Enríquez, se negó a dar entrevistas durante años a un diario porque dijo que había un límite. Y yo digo que aquí hay dos caminos: o te mantienes como mi abuelo, que tenía toda la razón y dices Stop, o eliges el otro camino y les das batalla, que fue lo que hice yo, el camino mío ha sido dar batalla.
-¿No te han dado ganas de dejar botada esta aventura?
No, nunca, de verdad nunca, siempre he tenido claro que debo seguir adelante. La verdad es que Carlos Ominani, quien también es alguien muy importante en mi vida, me enseñó algo que ha sido súper potente, y eso es que lo que tú comienzas lo terminas. Por eso soy brutalmente mateo, puedo estar lleno de errores y de defectos, pero hay uno que no tengo y ese sí que lo reivindico, y es que es si digo que comienzo algo siempre lo termino. Sobre todo las propuestas. Siempre digo que no importa como tú entras a un lugar, sino que como sales de ese lugar. Tengo un método y soy súper riguroso para eso. Te puedo conceder todos los errores, pero si me meto en algo no lo dejo. Cuando empecé como diputado me cayó encima toda la DC, me calló encima medio mundo y aguanté y aguanté, ahora mismo están diciendo horrores en contra mío las 24 horas y sigo aguantando.
-Todavía hay dudas de que llegarás a diciembre como candidato presidencial.
(Levanta el brazo izquierdo) Voy a seguir hasta el final. Más que eso, voy a tratar de pasar a segunda vuelta, estoy trabajando duramente. Estoy aceptando desafíos que no todos los candidatos aceptan, te puedo mostrar mi agenda y te quedas espeluznada, doy más de 10 entrevistas diarias, voy a las charlas que sean, no pongo condiciones, voy sin pauta. Soy audaz y eso es algo que recojo de lo que me enseñaron mis dos padres, que es esto de ir de frente.
-¿Y de qué manera aprendiste a ser cómo Miguel Enríquez?
Aprendí de una caricatura. Ahora yo creo que cuando a uno le preguntan por el papá siempre está la mamá de por medio, las madres son el triángulo virtuoso, lo mismo que yo vivo con mi paternidad. Cuando me preguntan cómo es Ud. como padre, yo les digo, pregúntele a la Karen, porque la que construye mi paternidad finalmente es ella. Lo mismo hizo mi madre conmigo, me dio la versión de esos dos hombres (Miguel Enríquez y Carlos Ominami) que son mis padres y hoy yo admiro lo que mi madre admira de ellos, que es esto del coraje de estos dos hombres, cada uno a su manera.
-Si llegaras a segunda vuelta, tendrías como oponente a Sebastián Piñera ¿En ese escenario estarías dispuesto a ser el candidato de la Concertación?
Con esos dirigentes que tú conoces hoy ¡nones!
-¿Y cómo piensas atraer los votos de ese conglomerado entonces?
Estoy seguro que la militancia está en un proceso de rebeldía, que hay un malestar total, si no explícame las encuestas, y la encuesta que tú quieras, la que me da 18, la que me da 26, la que me da uno, cualquiera de ellas, lo que te demuestra que se suman votantes día tras día a mi candidatura.
-Pero a esos dirigentes no se les puede sacar de un día para otro de las cúpulas partidarias.
Cómo que no.
-No los podemos borrar del mapa.
Bueno tendrá que haber un movimiento telúrico
-¿Cómo de qué tipo por ejemplo?
Habrá, supongo, una reflexión crítica respecto de la conducción de un partido como el mío, por ejemplo, que perdió 50 mil votos de concejales; que de 50 alcaldes perdió 20, habrá algún punto en que alguien diga ¡basta! Se darán cuenta que mi candidatura es la expresión también de una pésima conducción partidaria.
-Si eventualmente eres elegido Presidente de la República, tienes claro que no podrás gobernar sin los partidos políticos.
Está bien, pero por qué tú reduces los partidos a estos dirigentes que son en total 20. Cuántos son los militantes, ¿300 mil? Habrá otros cuadros, salvo que queramos decir que los partidos están secuestrados por 20 personas, que es mi sospecha (ríe). Si los partidos están secuestrados por 20 personas estamos en problemas. Ésa es la discusión, yo trataré de demostrar lo contrario, los partidos no son el señor presidente del PS o el señor presidente de la DC, los partidos son mucho más que eso. Yo lo único que sé es que día a día se me acercan alcaldes, concejales y diputados para decirme: vemos con simpatía tu candidatura.
Sebastián Piñera dijo algo parecido sobre supuestos apoyos de gente de la DC.
¿Ah sí?, pero yo te doy los nombres: Ramón Farías, Tucapel Jiménez, Enrique Accorsi, el alcalde de Calama, el alcalde de Copiapó, el alcalde de Tierra Amarilla y te puedo seguir dando nombres, Nelson Ávila, Carlos Ominami, que no es gran gracia en realidad.
-¿Pero ellos te aseguraron el voto?
Yo no le he pedido apoyo a nadie. No los quiero tensionar. Todos ellos han dicho por la prensa que ven con profunda simpatía esta candidatura y a mí me parece un tremendo gesto que se atrevan, teniendo un candidato propio de la Concertación, a reconocer que esta candidatura está encarnando también muy fuerte lo que ellos piensan.
-¿Y qué pasó con el apoyo de tus amigos diputados díscolos?
La mayoría se fue con Frei, algo que encuentro súper legítimo, nosotros habíamos hecho un pacto de respetarnos y ayudarnos más allá de exigencias convencionales. Somos parte de la política 2.0. Estamos unidos en torno a ideales. Ramón Farías está con Frei. Sin embargo, suscribe mi decálogo. Tucapel Jiménez lo mismo.
-Afirmas que en las elecciones no se vota por alguien, sino en contra de alguien. La gente que te apoya ¿contra quién está votando?
Contra los conservadores de izquierda y contra los conservadores de derecha.
-¿No en contra de Eduardo Frei o en contra de Sebastián Piñera?
Se trata de votar en contra de los conservadores de izquierda y de derecha, que son los que bloquean los cambios que tú y yo queremos, estoy seguro.
¿La mayoría de las polémicas se han suscitado con Eduardo Frei, la Concertación y el PS?
Yo a él lo he emplazado un par de veces. En cambio, él me está pidiendo a través de todos sus voceros que negocie. A través de sus voceros yo escucho todo el día sentémonos a conversar y les he mandado a decir que no hay negocios, porque no me voy a entender de esa manera con ellos. Me han mandado recados públicos, que además han sido bien incoherentes. Un día el garrote y otro día la zanahoria. Están jugando un juego en el que no voy a caer. Yo ofrecí dos veces participar en un mecanismo transparente, participativo, las primarias. Dos veces me dijeron que no. Una vez de la peor manera, mintiendo y cambiando las reglas en beneficio de ellos mismos y otra vez, simplemente, planchándose mi propuesta. Qué quieren, que lo pida 20 veces. No, está bueno ya.
SIN PLAN B
Una de las propuestas más atrevidas que se le conocen a Marco Enríquez-Ominami, sobre todo por su origen partidario, es aquella delineada en su programa económico, donde propone la participación minoritaria de capitales privados en empresas emblemáticas del Estado, para permitir la fiscalización de éstas por parte de sus accionistas. Una idea que lo hundió aún más en las arenas movedizas a las que lo envío la Concertación luego de su idea de partir con su aventura a La Moneda. Y el hecho de incluir a Codelco en esta propuesta desató otra polémica con sus ex aliados y lo llevó a un punto en común con Sebastián Piñera quien admitió que “coincidía con Marco Enríquez en la idea de privatizar las empresas públicas”.
“La diferencia es que yo no quiero privatizar como él, yo quiero más transparencia dentro de Codelco. Yo quiero más Codelco, más Estado, mi argumento es el de la transparencia, el de la linterna dentro de Codelco. He dicho que después de evaluar la ley de gobiernos corporativos, debatamos si es necesaria más transparencia o no, eso lo veremos después, pero jamás he hablado de privatizar las empresas públicas”.
-¿Y por qué crees que se desvirtuó tanto tu propuesta?
Porque hay una voluntad loca de caricaturizarme. En los diarios aparece que soy el candidato oculto del MIR, luego otro dice que soy el candidato oculto del freísmo, lo único que pido, por respeto, es que me juzguen por mis dichos, que tú, por ejemplo, evalúes lo que yo he dicho. De mi boca no ha salido nunca la palabra privatización. Entonces o la gente escucha lo que otros quieren oír o quieren leer, o me escucha a mí. Yo les digo escúchenme a mí, por eso es que tengo las cuerdas vocales como las tengo, porque me he preocupado de ser vocero de lo que quiero encarnar y hoy tendré que construir mejores vocerías y esa es una de mis debilidades, lo reconozco. Hoy no puedo ser el único portavoz de nuestros sueños, necesitamos tener voceros en cada Región. Necesitamos gente que salga a comunicarse con todo, con la misma audacia con la que humildemente he logrado transformarme en la tercera fuerza en estos momentos, sin partidos como dices tú, sin base política aquí estamos, encarnando los sueños de mucha gente y negándonos a los vetos históricos.
-Veo que no estás muy acompañado y que estás encima de todo (le recuerdo un llamado telefónico donde daba la orden de despachar volantes a una imprenta)
Es que estoy echando a andar todo. Tengo un defecto. Yo fui empresario, hice películas, tengo capacidad de emprendimiento, soy bueno para saberlo todo y las veces que he delegado sin contrachequeo no me gusta. Acabo de darme cuenta que los volantes a los que les había dado visto bueno hace 15 días no habían partido a imprenta. Sé que estoy viviendo momentos complejos, pero si quiero presidir un país y no soy capaz de aguantar esta presión … Imagínate.
-¿Eres partidario de aplicar la ley antiterrorista en los casos de violencia ocurridos en La Araucanía?
Estoy por la mano firme en contra de la violencia, pero estoy en contra de esta ley. Humildemente el 2006 fui a ver al Ministro del Interior, Andrés Zaldívar, y obtuve junto al senador Navarro en su minuto que se frenara la aplicación de la ley antiterrorista, después se aplicó nuevamente, pero obtuvimos moratoria respecto de esta ley, porque el Estado de Derecho entrega herramientas suficientes que no requieren la aplicación de una ley antiterrorista.
-¿De dónde salió la idea de dar mar a Bolivia?
Esa es otra cosa que no se ha entendido. Yo jamás he hablado de soberanía, sino que de buscar un mecanismo para darles acceso al mar a los bolivianos, porque es una oportunidad económica para Chile y porque no es posible que sigamos estancados en este tipo de problemas y que la relación con los países vecinos no fluya. Por qué no somos capaces de dejar estas diferencias de lado y, por ejemplo, hacer que los gobiernos se unan para definir una política común en contra del tráfico de cocaína en Sudamérica. Yo me crié en un país que sólo hace 50 años fue invadido por Alemania y hoy Europa tienen fronteras comunes ¿por qué no podemos avanzar como ellos?
-A ti te apoya Sara Larraín y tienes de coordinador de tu programa económico a Paul Fontaine, quien junto a Rodrigo Danus, que también te apoya, está desarrollando proyectos eléctricos a carbón en el SIC ¿Qué voces se oirán más en temas ambientales?
Paul ha dicho públicamente que no quiere ser parte de mi gobierno, y ha expresado transparentemente dónde tiene conflictos de intereses. Yo le he dicho que no soy procarbón. Que tenemos que discutir en su minuto la matriz energética. Estoy en contra HidroAysén y le he dicho a Sara Larraín junto a un grupo de profesionales que me hagan el planteamiento de soluciones energéticas. No basta con decir estoy en contra de HidroAysén, también quiero ver qué soluciones hay. Las energías renovables no convencionales ¿quién las paga? Sería fácil que te dijera en esta entrevista: “quiero energías limpias”. Ya, pero quién las paga. ¿Con subsidio público? ¿Le quitamos el 10% del cobre a los militares? ¿De dónde sale la plata? Ahí está la discusión.
-¿Quién sería parte de tu equipo de gobierno, quién estaría en los ministerios?
Convocaríamos a los mejores. Danos 7 meses. Si llevamos apenas 2 meses de campaña.
¿Buscarás en todo el espectro político?
A quienes honren el decálogo, que honren la democracia y que sean competentes, es decir, específicos en alguna área.
¿A quiénes no llamarías?
Sería un muy mal comienzo partir vetando gente. Soy muy crítico de las prácticas de los partidos de hoy, del cuoteo, de la no excelencia. Te voy a decir algo que lamento, porque me da lata ser tan pesado. Yo soy miembro de la comisión de Agricultura. Cuando llegó la ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, reconoció que no sabía nada de Agricultura. Ahí te estoy diciendo lo que no quiero que ocurra en mi gobierno.
-Si no pasas a segunda vuelta ¿de qué manera vas a seguir vinculado a la política?
Pienso ser humillado en la primera vuelta, perder. ¿Te sirve eso como respuesta? No pues, pienso ganar, no te puedo responder esa pregunta.
-¿No tienes un Plan B entonces?
No, porque vengo a ganar y estoy trabajando en ello, sería muy grave que comenzara hoy en la noche a preocuparme de mi plan B. Tengo una oferta de hacer una película. Te parecería decente que dijera: “ah, quizás no gane, entonces esta noche me dedico a mejorar el guión”, que de hecho es una película sobre el MIR que se hará en Concepción. Te cuento un secreto, en las noches me dedico a contestar 150 temas que son de la campaña y ya hablé con mi familia para pedirles que me perdonen, que voy a estar muy poco en mi casa.
-Das garantías que de llegar a La Moneda no te convertirás en el rostro nuevo de la misma Concertación.
Que lo evalúe la gente el 13 de diciembre. Me parece suficiente mi propuesta, mi actitud, mi disponibilidad a no poner reglas. Negarme a llenarme de asesores, de cierta autenticidad y de contradicciones que estoy dispuesto a develar. He dicho hasta el cansancio que no estoy dispuesto a transar para que me guarden el cupo parlamentario. Me han ofrecido ser senador, tutti cuanti y aquí estoy. He dicho no importa, estoy dispuesto a competir. Estoy pidiendo simplemente, y de hecho tú me viste (recuerda cuando durante la entrevista un garzón se le acercó para asegurarle que él y su familia lo apoyarían, y él le contestó que hoy sólo le pedía que fuera a una notaría) Lo he dicho, no quiero el voto de nadie. Sólo quiero que me dejen competir. Sólo pido dénme las 36 mil firmas para competir.