En cada segundo y cada una de sus palabras lleva el pulso de cómo el Gobierno debe navegar el buque, en mares que por ahora -asegura- no se acercan al huracán de la crisis financiera mundial. En medio de una agenda cargadísima, entre reuniones y viajes al Congreso, sostiene que las medidas orientadas a generar más empleo son las correctas -aunque también entrega responsabilidad al sector privado- y reconoce que ha faltado mayor eficiencia en comunicar a los micro y medianos empresarios las medidas y beneficios que manejan a disposición para navegar más seguros estos turbulentos meses de crisis.
Sería normal que se viera estresada con la responsabilidad de su alto cargo, pero al menos a simple vista refleja lo contrario. Alegre, bromista y segura de sí, María Olivia Recart (casada, dos hijas) se define como una penquista de corazón, lo que sanguíneamente es literal. Su padre, el doctor Sergio Recart, es un destacado reumatólogo y académico de la Universidad de Concepción, mientras que su madre, María Olivia Herrera, también imparte clases desde la Facultad de Educación. María Olivia heredó un fuerte apego a la institución del campanil: allí cursó sus años universitarios como estudiante de Economía en la Facultad de Economía y Administración en la convulsionada década del 80 (al igual que dos de sus hermanas, una médico y otra sicóloga; Paula, la menor, estudió periodismo en Santiago).
“En la Universidad de Concepción, uno camina y ve todas las facultades. Mucha gente que ha estado en cargos públicos ahora, es gente que yo vi en la universidad: la Paulina Veloso, Alejandro Navarro, Sergio Micco, un montón de gente que estuvo en la universidad en esa época y con la que compartimos, y que, sin embargo, nunca estuvimos en la misma carrera”. Una época que ella recuerda como complicada, de protestas y lucha, aunque también inolvidable. Militante DC, fue en aquellos tiempos en que también inició sus primeras convicciones políticas y económicas. “Soy keynesiana desde que estudié en la universidad; siempre he creído en el rol del Estado, en la regulación y hoy el Estado tiene un rol en la sociedad que no puede ser borrado de un paraguazo. Y así como nosotros tenemos leyes que nos regulan, el sector privado también tiene un rol, y tiene leyes y necesidades que lo regulan; y ése es el equilibrio que estamos buscando”.
Una vez licenciada como economista, María Olivia Recart estudió un Master en Economía en la Universidad de Georgetown y comenzó una meteórica carrera que se inició como asesora del Banco Mundial en Washington, de la Secretaría General de la Presidencia y del Ministerio de Hacienda, cartera donde se desempeñó como directora del Programa de Modernización del Estado, TAL II, entre 1991 y 1993. Su labor pública continuó en la Fundación Chile, entre 1994 hasta febrero de 2006, donde ejerció, entre otras funciones, como Directora del área de Gestión Tecnológica y Desarrollo Empresarial, Subgerente del área de Educación y Desarrollo de Recursos Humanos y Gerente de Desarrollo de la institución.
“Hemos trabajado mirando el largo plazo”
La crisis financiera mundial no es ningún chiste: a fines de 2008 Estados Unidos entró oficialmente en recesión económica, y a comienzos de abril, la Oficina Estadística de la Comisión Europea confirmó que 14 países de la Unión Europea (UE) -entre ellos cuatro de los más grandes- entraron técnicamente en recesión en 2008 al tener más de dos trimestres seguidos de contracción en sus economías. Frente a esta peligrosa contingencia, el Gobierno arrojó sus cartas el cinco de enero a través de su Plan de Estímulo Fiscal a la Actividad económica. Entre sus principales medidas, el plan materializó el pago en marzo de un bono especial de $40 mil pesos por carga familiar; el adelantamiento a septiembre del 2009 de parte de la devolución de impuestos que corresponde al año tributario 2010; la eliminación del impuesto de timbres y estampillas que se paga con cada préstamo para 2009 (y la reducción de su tasa a la mitad en el primer semestre de 2010); la disminución en 15% de los Pagos Provisionales Mensuales (PPM) que efectúan las empresas de menor tamaño por concepto de impuesto a la renta (y en 7% de los PPM de las empresas más grandes) y un aporte extraordinario al Fondo Común Municipal de US$ 41 millones, entre otros.
El paquete de medidas implica también transferencias de capital a Codelco y a CORFO por US$ 1.100 millones, y en total, compromete recursos por más de US$ 4.000 millones. Desde una óptica más local, entre las principales medidas que se considera tendrán un impacto directo para la octava y novena regiones, están las relacionadas con el incremento transitorio de los beneficios del decreto ley 701 (de Incentivo a la forestación). La nueva tabla de costo de bonificación forestal incluirá actividades que no estaban contempladas anteriormente, como la construcción y reparación de cercos. También se agregarán otras como la incorporación a la definición de suelo de especies nuevas como el álamo y el aromo.
-¿De qué manera concreta el incremento transitorio de los beneficios del decreto ley 701 de Incentivo a la Forestación ayudará a generar efectivamente más empleos en la zona?
-Lo primero que quiero decir es que hoy todos los gobiernos regionales tienen en su administración un espacio en el cual se está gestionando todas las medidas y los temas puntuales a cada región. En el caso de la Octava Región, yo creo que tiene un intendente y un gabinete de lujo: hoy la Región del Bío Bío, con Jaime Tohá al frente, es una región que no sólo está preparada, sino que va a dar un tremendo refuerzo a las medidas del nivel central para paliar los efectos de la crisis. Hoy Jaime está dando muestras de estar gestionando un equipo con mucha mística y con mucho liderazgo, yo creo que eso en sí mismo, es un mérito. Creo que, por sobre las medidas, el 701 efectivamente en la zona es importante, y tiene dos cosas que son interesantes: la que decías tú que es el ampliar el plazo y la duración del 701, y en segundo lugar, el bonificar o subsidiar el tema de los cercos. Ahora, no sólo esto es trabajo por trabajo, sino que en el fondo, cuando tú tienes una plantación forestal y no la tienes cercada, en un lugar lejano entran los animales y se comen los arbolitos chicos; o la gente pasa, los usa de leña y entra a cortar, por lo tanto, hoy tener delimitados los cercos protege el crecimiento futuro de las especies. Creo que eso, junto con la ley de bosque nativo que se aprobó el 2008, producen efectos muy importantes en la zona: el 701 ahora en la temporada de plantaciones que es a partir de marzo hasta septiembre-octubre, y después viene la ley de bosque nativo que permite hacer las faenas en verano.
-Existen otros rubros sensibles en la Región del Bío Bío, como los pescadores artesanales, las medidas que reclaman, más que canastas familiares, apuntan a generar mediante políticas de Estado un mayor desarrollo de la actividad…
-Desde el punto de vista de las medidas, nosotros no estamos mirando sector por sector: estamos mirando el país en su conjunto. Y el decreto 701 abarca desde la cuarta hasta la décima regiones. O sea, son regiones forestales en las cuales el 701 produce un impacto en el empleo; son regiones, además, en las cuales el empleo se mueve desde la temporada agrícola a la temporada forestal, y por lo tanto hay un grupo de gente que, en lugar de quedar sin empleo porque se acababa el 701, hoy puede tener una alternativa que es trabajar en las plantaciones forestales. Para los temas sectoriales, regionales, más de detalles, está el intendente con sus equipos regionales.
-¿De qué manera las 20 medidas Pro Financiamiento ayudarán a que de forma efectiva la banca privada asimile más rápido y traspase esta baja de créditos?
-Respondiéndolo de forma simple: yo creo la manera más fácil es a través de la competencia. Y las medidas pro crédito incentivan la competencia: dentro de ese paquete hay políticas enfocadas a hacer más atractivas las garantías a los bancos, por lo tanto, que los bancos usen más las garantías; hay elementos de negociación con los bancos, etc, pero también introduce una competencia no bancaria que antes estaba un poco más regulada y que hoy entra a competir un poquito con los bancos. Si uno mira los diarios de la última semana, efectivamente la pelota hoy está en la cancha de los bancos, y yo estoy segura que ellos van a responder y se van a poner la camiseta del empresario que, en una coyuntura temporal, va a tener algunas dificultades, pero que en un año normal, su empresa es viable.
-¿Qué señales concretas han recibido ustedes de la banca privada -por ejemplo en las reuniones que han sostenido con el Ministro Velasco- acerca de la efectividad de estas medidas?
-(…) Yo creo que lo que nos queda ver ahora es la competencia en acción y a la gente efectivamente haciendo una buena negociación: creo que aquí hay que cotizar, hay que mirar alternativas. Quizás mi banco no me atiende como yo quiero, me puedo cambiar de banco; los instrumentos y garantías están disponibles en cualquier institución financiera, y el BancoEstado va a jugar un rol. Y creo que ahí tenemos un escenario, sin que esto lleve a una crisis del sistema en el sentido que la gente “mala” va a renegociar, no. Aquí todos los que sabemos que nuestras empresas son viables, que esto es una coyuntura temporal, que tenemos que apretarnos un poco el cinturón un ratito, pero que después vienen las épocas mejores… en este momento nosotros podemos renegociar nuestros créditos, hacer más fácil el pago de impuestos, renegociar las deudas con la Tesorería. Y si tú me preguntas a mí una autocrítica, yo creo que nos ha faltado multiplicarnos más para que las empresas de menor tamaño sepan cómo aprovechar los beneficios que están dando vuelta; porque, la verdad, hay muchas cosas disponibles, desde subsidios para micro empresarios, hasta renegociación con la Tesorería, o instrumentos de garantía para renegociar con los bancos. Y la gente, muchas veces, porque está dedicada a salvar y sacar a flote su empresa más chica no tiene tiempo para leer lo que pasa en los diarios o escuchar a alguien, y ahí nos faltado llegar.
-Por ejemplo, una medida que se escucha y se pide, desde los empresarios pymes a particulares, es que el impuesto a los timbres y estampillas se elimine completa e inmediatamente, bajar puntos del IVA.
-Es que mira, aquí todo el mundo puede pensar lo que quiere. La autoridad económica, y que ha demostrado ser responsable en estas cosas, ha tomado todas las medidas que cree que son no sólo para un sector, sino que son buenas para el país. Y en eso creo que hoy tenemos la confianza de la gente en saber que la Presidenta, que el ministro, la subsecretaria, hemos trabajado mirando el largo plazo y no una coyuntura particular, y me refiero a la época de ahorro en las vacas flacas. Lo que nosotros estamos haciendo ha dado la prueba de la blancura de la responsabilidad. Y hay que tener confianza de que lo que estamos haciendo, desde nuestra perspectiva, es lo que hay que hacer. Y siempre la gente puede pedir más a un sector, menos a un sector, y convertir esto en un tema político; esto no es un tema político, es un tema de seriedad, de responsabilidad y un tema de una buena administración fiscal (…) nosotros no nos dedicamos a la futurología, nosotros administramos la contingencia: miramos las cifras y decimos cómo hay que actuar. Y las cifras que hay hoy son las cifras que hay. No sabemos si esto va a ir para arriba o para abajo. Se va a mantener… lo que sí estamos preocupados es, y siempre lo digo: el trabajo dignifica al ser humano. Yo creo que proteger el empleo es parte de la pega que a nosotros nos corresponde hacer, pero también le corresponde al sector privado y les corresponde a los trabajadores.
-Aún así, con todas las cifras para pensar en positivo ¿En qué etapa de la crisis económica estamos? ¿Pasó el temporal, o podríamos llegar a una recesión?
-Mira, yo creo que lo que hemos aprendido en esta crisis internacional, además de la inestabilidad del mundo, de lo que paga la responsabilidad, es que -aunque suene políticamente incorrecto- los economistas son una ciencia inexacta. Y, así como hoy te sientas en una mesa de abogados con tres opiniones, si te sientas en una mesa con tres economistas vas a escuchar tres proyecciones. Y por lo tanto, lo que uno tiene que hacer es ir viendo un poco el día a día, tomar las cifras en la medida de lo que son. Ojalá, nuestra expectativa, es que estemos lo más alejados posible del ojo del huracán, y mantenernos lo más posible alejados. Pero vientos van a llegar y vientos están llegando, entonces, hay que tener la conciencia además de que nuestro país responde de una manera distinta que el resto del mundo, porque estamos mejor construidos, porque tenemos más reservas, porque tenemos los fondos, porque nuestra institucionalidad es distinta.
-¿Cuál es la actitud que la población debiera tomar para los próximos meses? ¿De ahorro y prudencia? ¿Orientada abiertamente hacia el consumo?
-Esto es igual que los países en el mundo, no existe un ciudadano común, existen múltiples casos.
-Hablemos de la clase media…
-Ni siquiera la clase media… dentro de la clase media hay gente que tiene deudas; yo creo que tienen que renegociar y tratar de alargar los plazos y no endeudarse más. Y dentro de la clase media hay gente que no tiene deudas, y puede tener esta oportunidad para comprarse una casa y creo que es una buena oportunidad para cotizar y comprarse un departamentito, una casa. Creo que la gente joven tiene la oportunidad además de comprarse un auto, que también van a bajar de precio. O sea, aquí un sinnúmero de cosas que son oportunidades, y que para otra gente va a ser una carga. Nuestra preocupación es que, para la gente que se la hará esto más difícil, buscar mecanismos para que esto no sea una pérdida total. Que la gente pueda sobrevivir, pagar sus deudas, mantener su empleo, que tenga empleo si lo pierde. Nuestra labor hoy es proteger a la gente que está más desvalida. Y en eso no hay un ciudadano común, hay muchos, muchos casos. Hay que ajustarse y ser austeros. Yo creo que quizás una de las lecciones de esta crisis -o una esperanza mía- es que al final del camino, y cuando salgamos de esta crisis internacional, cada uno reflexione cómo quiere la vida de verdad, y que esta vida que venga por delante, que no sea una vida dedicada al despilfarro y al lujo gratis, y a gastar la plata, sino que sea una vida en la cual uno tenga una opción de poquito más largo plazo. Que no todo sea consumo.