Falta de unidad, conflictos innecesarios, divisiones, cuestionamientos a su propio candidato, errores, medidas incumplidas o incapacidad para dar a conocer la obra hecha y recoger las inquietudes de la gente. Esa y muchas otras reflexiones y autocríticas para explicar la pérdida de una hegemonía electoral en una zona, donde superaban hasta por 10 puntos a sus contendores. Tal votación siempre fue determinante en los triunfos de los cuatro presidentes concertacionistas, incluso en las disputas electorales más estrechas, como la de Ricardo Lagos (PS) y Joaquín Lavín (UDI).
Un análisis descarnado, aunque con diferentes estilos y matices en cuanto a las responsabilidades de la derrota hacen los tres líderes más emblemáticos de la Concertación en la Región del Biobío: el intendente Jaime Tohá (PS), el alcalde de Hualpén Marcelo Rivera y presidente del PPD, y el timonel regional del PDC y consejero Oscar Ferrel. Y no eluden ningún tema, porque “ no es momento para medias tintas”. Ahora, sólo les resta aprender la lección.
Oscar Ferrel, presidente regional del PDC: “Críticas más acérrimas a Frei provenían de la Concertación”
Durante mucho tiempo personeros del conglomerado “nos estuvimos disparando a los pies”, lo que confundió al electorado e impidió desde el principio una campaña unitaria. También hubo muchas medidas erróneas y centralistas como cerrar el Puente Viejo y no extender el Biotrén. Dice que es preocupante la falta de unidad de la nueva coalición gobernante en la zona.
-¿A qué atribuye la derrota de la Concertación en la Región del Biobío, donde siempre obtuvo altas mayorías ?
“La Octava Región no escapó de la lógica nacional y eso guarda relación con que durante mucho tiempo los propios personeros de la Concertación se estuvieron disparando a los pies. Muchos dirigentes fueron los críticos más acérrimos de la candidatura presidencial de Eduardo Frei y se transformaron en definitiva en el más importante impedimento para el triunfo. Esto fue absolutamente válido hasta el resultado de la primera vuelta. Para la segunda, Frei logró ordenar a la gente, pero le faltó tiempo. Coincido con el presidente de RN, Carlos Larraín, que si la campaña se hubiera prolongado una semana más, habríamos ganado. Yo diría que, en algunos casos, la propia Concertación se enredó en una discusión estéril acerca de si los presidentes de partidos debían renunciar. Eso complicó la campaña unitaria y exitosa que se estaba impulsando”.
-¿Pero tenían la expectativa de ganar ampliamente acá?
“Efectivamente. Incluso algunas mediciones nos ubicaban por sobre el 50% Eso no se dio. En algún momento se dijo que el intendente Jaime Tohá sería el generalísimo de la campaña de Frei, pero luego se echa a correr el rumor que los presidentes regionales lo habrían vetado y que su salida generaría una fuerte disputa por su sucesor al interior del PS, todo lo cual era falso. Esa y otras situaciones enturbiaron la campaña, al dar una imagen de división y falta de unidad. Creo que hubo muchas disputas innecesarias, donde todos tenemos responsabilidades, lo que terminó por confundir a la gente. Tampoco tuvimos la inteligencia para defender las obras de los gobiernos concertacionistas y dejamos que la derecha impusiera su concepto del cambio, cuando realmente el gran cambio para Chile ya lo habíamos hecho”.
¿Influyeron las prácticas del cuoteo político y que los mismos personeros se repitieran los puestos en la zona?
“Sin duda que ha sido un factor negativo, pero respecto de ese tema no había una definición como Concertación, ya que el criterio de designación en los cargos depende de cada partido. Debió haber incorporación permanente de cuadros técnicos más que políticos, pero era difícil abordar por la cerrada defensa de las colectividades. Recuerdo haber planteado en un Consejo General de mi partido que si aspirábamos a un nuevo gobierno, debíamos considerar una renovación, ya que muchos de los profesionales acusaban síntomas de fatiga evidente. Eso no les gustó o parecieron no entender lo que estaba señalando. Sin embargo, las llamadas sillas musicales conspiraron para darle mayor eficiencia a las políticas impulsadas”.
-¿Fue un error nombrar tres intendentes en la Región en un período de cuatro años?
“Que en un gobierno de cuatro años hubieran tres intendentes (Jaime Tohá, en dos períodos, María Soledad Tohá y María Angélica Fuentes), es una señal que la cosas andaban mal, porque esa rotación perjudicó un trabajo eficiente. Al momento de designarlos, no hubo un análisis más selectivo. Yo le cargo los dados y la responsabilidad a los ministros del Interior de la época”.
-¿Perjudicó no escuchar a la gente en el caso del Puente Viejo, el peaje de Chaimávida, los problemas de cesantía, potenciar el Biotrén y varias promesas incumplidas?
“Fue un error cerrar ese viaducto y no abrirlo cuando informes técnicos independientes lo recomendaban. La porfía de algunas autoridades complicaron las cosas en varios temas donde había un consenso ciudadano en que las soluciones eran otras y no en las que de manera centralista se imponían de Santiago”.
-Personeros locales de derecha han señalado que sería un buen aporte al nuevo gobierno. ¿Aceptaría un cargo?
“No creo que el gobierno Coalición por el Cambio marque el inicio de un régimen transversal. Hay que darles tiempo para que lo demuestren, que no habrá cuoteo político y designarán a los más calificados”.
-¿Pero si hay una oferta concreta?
“No me puedo colocar en un escenario como ése. Soy presidente regional del PDC y la política no admite este tipo de situaciones ficticias. Soy la contraparte del gobierno de Piñera en la región y en los tres años que me quedan como consejero regional, no tengo dudas que encabezaré la oposición. Eso no significa que voy a pelear con la Alianza. Seremos una oposición constructiva, pero muy firme para que las decisiones favorezcan a las mayorías, en la línea de las política sociales y de progreso que tuvimos bajo los cuatro gobiernos”.
-¿Estamos asistiendo al funeral de la Concertación?
“No, porque existe en todos los partidos el ánimo de fortalecerla, tras los procesos internos que se están dando para la renovación de los cuadros directivos y buscar mayor sintonía con la gente. Esa es la motivación central que estamos abordando con madurez, sana autocrítica y reflexión. No se equivoquen: somos una alianza muy potente que en la región tiene una mayoría abrumadora en el Consejo de Gobierno Regional y en los municipios. Al revés, me preocupa como está partiendo, en la zona, la Coalición por el Cambio. Dos celebraciones separadas del triunfo de Piñera no hablan bien de su unidad para gobernar”.
-¿Y cómo vienen las cosas para el PDC?
“Somos el partido más importante de la Concertación y las fuerzas emergentes deben elaborar una propuesta efectiva. Los jóvenes que ocuparon la sede en Concepción exigen una renovación que potencie los valores y principios del humanismo cristiano del partido. Comparto la necesidad de una renovación y no seré impedimento para ello”.
-¿Eso implica terminar con las disputas en el PDC que trascienden a la prensa para ganar los procesos internos del partido ?
“No podemos tener un partido en que todo gire en torno a quienes respaldan a un diputado, senador o alcalde. Es una lógica perjudicial para la política y cierra las puertas a muchos militantes y jóvenes con una visión distinta y renovada del servicio público. Reconozco que esas prácticas motivaron pugnas históricas del PDC. Y por ellas, en algunos lugares de la región nos estancamos, pero estamos en condiciones de recuperarlo si hacemos las cosas bien”.
Intendente Jaime Tohá:: “Mi frustración es no haber bajado la desocupación más rápidamente “
Más allá de errores “nos vamos con la frente en alto”, ya que el progreso de la zona y el país es una realidad del porte de una catedral. Hay un gran avance en la recuperación de las libertades, participación y beneficios que “no toda la gente detectó”.
-¿Qué pasó con los resultados en la Octava Región, donde la Concertación tenía una holgada mayoría?
“Estamos tristes por la derrota, pero como gobierno profundamente orgullosos y nos vamos con la frente en alto por haber sido parte de los 20 años más importantes del progreso del país. Esa es una realidad del porte de una catedral. No nos corresponde analizar lo que ocurrió con una candidatura ni su campaña. Hay bastante opiniones, recriminaciones, acusaciones y no entraremos en esa polémica, porque es responsabilidad de los actores políticos tener la capacidad y sapiensa para sacar lecciones. Somos parte del cuarto gobierno de la Concertación que concluye con un apoyo del 83% a la Presidenta Bachelet y un 66% al intendente de la región”.
-¿ A qué atribuye el hecho de que la ciudadanía desconociera esa labor y perdieran la elección?
“ No sólo hubo avances materiales que se ven todos los días, sino también se recuperaron libertades, derechos y beneficios. Fue un gran avance que no toda la gente detectó. El acto de votar no es de reconocimiento, sino que expresa que la gente quiere. Es claro que buscan más libertad, pluralismo, respeto al medioambiente, a los derechos laborales y a las minorías. Si la ciudadanía expresó una opinión hay que leerla con mucha profundidad. Una lectura fácil e incorrecta generará un gran daño para la Concertación, pero también para la Alianza”,
-¿Pero cómo esa contradicción de más libertades y opte por la derecha?
“Insisto. El voto no era para decir si estaba conforme con lo que los gobiernos de la Concertación, especialmente el de la presidenta Bachelet, habían significado. No era eso lo que se estaba votando”.
-¿Y qué autocrítica hace de la derrota y de que hubieran tres intendentes en cuatro años?
“ No quiero entrar en elucubraciones, pero en esta región hay un problema central. La Concertación perdió la mitad de las alcaldías. Aquí, los problemas políticos del conglomerado comenzaron con el magro resultado de las últimas elecciones municipales.”
-¿Como intendente tuvo piso político de la Concertación ?
“ Sería injusto de mi parte no reconocer el respaldo de mi partido y la Concertación, como también en los temas importantes para la región de los partidos de oposición en el Consejo de Gobierno Regional. Faltaría a la verdad si dijera que no pude realizar obras para la zona. Sólo tengo palabras de reconocimiento, tanto para Concertación como para la oposición.
-¿Le halaga el comentario de la alcaldesa de Concepción Jacqueline van Rysselberghe (UDI), en el sentido que se requieren intendentes como Tohá ?
“Que alguien diga en su fuero interno que no tiene una pequeña dosis de vanidad, creo que falta a la verdad. Y uno se siente reconfortado cuando hay halagos, especialmente cuando viene del referente más importante de la Alianza por Chile en esta región. Lo agradezco, porque es un gesto que enaltece a la política”.
-¿Qué desafíos o tareas le quedaron pendiente o lo frustraron en su gestión ?
“Mi frustración mayor es una sola: que las políticas impulsadas para reducir los altos niveles de desempleos, no tuvieran los resultados esperados, debido a que hay problemas estructurales que resolver. Hay muchas otras cosas, pero el dolor en mi alma es ése”.
-¿Faltó una cirugía mayor a esa situación endémica?
“Uno nunca tiene que echarle la culpa al empedrado, pero es evidente que hay mucha injusticia, cuando se les achaca a los gobiernos la responsabilidad del empleo laboral, que en un 80% lo genera el sector privado. Es muy peligroso prometer una cantidad de puestos de trabajo desde el Ejecutivo, porque si en la mitad de su período hay otra crisis internacional, no sé que explicación se podrá dar, especialmente cuando se generan tantas expectativas en la gente. Lo que está en juego es el fin de una estructura económica de un modelo exportador de materias primas y semi elaboradas, que le entregó a la zona progreso, pero incapaz de generar empleo en cantidad y calidad que se requieren para el bienestar de sus habitantes”.
-¿Qué responde sobre las denuncias de corrupción, irregularidades y cuoteo político?
“Ha habido en nuestro país un proceso sistemático y dañino, a veces con razón para desprestigiar a la política y denostar a quienes cumplen la función pública. Desgraciadamente, se ha hecho cada vez más difícil contar con personas talentosas dispuestas a asumir cargos públicos, sobre todo cuando es un verdadero deporte lanzar acusaciones que son titulares en la prensa. Y luego, cuando la justicia determina que no hay delito o irregularidad, no es noticia. Los que han hecho acusaciones y denostado la política serán gobierno a partir de marzo. En dos años más me gustaría hacerles las mismas preguntas y recordarles todo lo que dijeron. Gobernar no es fácil, pero les deseamos éxito, porque el país merece seguir avanzando y progresando, tal como lo hicieron los gobiernos de la Concertación”.
-¿ Lo deja satisfecho que su sobrina Carolina lidere el cambio generacional en la Concertación?
“Si. ¿A quién no le gusta tener un familiar destacado? Carolina es más que una sobrina para mí. Al igual que la Presidenta Bachelet, para ella no fue fácil perder a su padre y vivir un exilio duro. Creo que ha demostrado un tremendo talento y lucidez. Más que orgulloso me siento chocho con ella”.
¿ Qué futuro le ve al partido Socialista y a la Concertación ?
“Desde su fundación el PS ha tenido gravitación en el país, en los errores y éxitos. Hay consenso para renovarlo. Terminada mi tarea como intendente espero contribuir a ese proceso en mi partido. No me imagino que la coalición más exitosa de la historia de Chile desaparezca. No hay que olvidar el casi 49%. Tenemos la mayoría en el Senado y una relativa en la Cámara de Diputados y además, la mitad de los municipios en manos de la Concertación”.
Con ojo de “negociante” alcalde Marcelo Rivera analiza a Piñera: “Lo va a traicionar su ADN y ahí lo vamos a pillar”
En los dominios de San Sebastián, en Yumbel, buscó consuelo a la derrota, hace mea culpa y se prepara para ser opositor. “Es lo mejor que sé hacer y no se me doblarán las rodillas”.
En la intimidad de su parcela en Tomeco, entretenido con los frutales, la piscina y el invernadero desde donde cosecha tomates, pepinos, ajíes, albahaca y de un cuanto hay hasta para convidar, el alcalde Marcelo Rivera Arancibia ha ido pasando la pena de la derrota.
“Lupita”, como su suegra, le puso a sus dominios en la tierra de San Sebastián, Yumbel. “¡Ay, me aguantó tantas cosas!, dice. Del suegro, heredó una estrella de David, con gruesa cadena de oro, que deja a la vista su camisa entreabierta, mientras se afana en detallar los errores de la Concertación y los aciertos políticos de la alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe, a cuyos pies sucumbió el intendente Jaime Tohá.
En conversación con NOS, en su peculiar estilo, le pasa revista al mal parlamentario que fue Raúl Sunico en Talcahuano y de cómo espera que su vecino socialista Gastón Saavedra lo invite a fumar la pipa de la paz. “Una amistad de 30 años no se pierde por diferencias políticas”. Tienen en común haber luchado en contra del gobierno militar y ahora aspira a repetir la experiencia,
Y a las habladurías que lo tienen construyendo una casa por $50 millones, imita al gorrión de Conchalí: no se cambia ni de casa ni de barrio. Seguirá viviendo en Bristol 3159, Hualpén, cada día más contento con sus patrones, sus electores que- en esta pasada- lo salvaron de la horca política si no conseguía transformar en diputado a su jefe de gabinete, el PPD Cristian Campos. Y lo hizo pues.
En estas páginas, le ofrecemos el “mea culpa” del alcalde y juez de Hualpén, del dirigente político y del concertacionista a la vena que ayer desafió a Pinochet y hoy notifica a Sebastián Piñera: “No le voy a doblar las piernas…”
Concertacionista a la vena
“Nos hicimos los lesos y nos pasaron la cuenta” –reflexiona- todavía abatido con los resultados del 17 de enero. Le ha costado resignarse a la era Piñera, blande espadas en contra de quienes no hicieron bien la pega para asegurar el triunfo a Frei y entre frutilla y frutilla, en la terraza de su casa de campo al atardecer -cazurro como es- notifica que a Sebastián Piñera lo va a traicionar su ADN: “Se va a tentar con hacer nuevos negocios y ahí lo vamos a pillar”. Ad portas del nuevo gabinete, vaticina que Piñera se rodeará en la Moneda de sus generales Jovino Novoa, Andrés Allamand, Joaquín Lavín y Pablo Longueira. De ahí para abajo –agrega, socarrón- coroneles y tropa no más.
-Debería alegrarse: Sebastián Piñera ha hablado de dos temas bien concretos y sensibles para la ciudadanía: batida total al narcotráfico y delincuencia, que en su comuna hasta a usted lo ha salpicado…
“Mire, si pasado dos años sigue habiendo más delincuentes, micro traficantes, alcohólicos y prostitución, obviamente sus políticas habrán sido un fracaso. Con la plata que tiene el Estado de Chile –fondos soberanos por US$ 22 mil millones- puede fortalecer las policías y a las municipalidades para desarrollar programas más fuertes para los jóvenes.
-Ojalá Dios lo bendiga dándole sabiduría para decisiones adecuadas, pero el problema no se resuelve sólo con más detectives o carabineros ni más cárceles.
Y agrega: Un picante de Hualpén que trafica no es el que mete la droga a Chile. La tienen que estar metiendo otros grandes, como ese que la traía en contenedores en un barco y que pillaron en Valparaíso. En esto, Sebastián Piñera tiene que armar estructuras para capturar a los que traen la droga de otros países y esos no son lo atorrantes de La Pincoya ni de Conce. A esos les entregan magnates de cuello y corbata. Si al pescado grande lo dejamos vivir, puede matar a uno chico pero van a aparecer diez iguales”.
-¿Cómo reaccionó a la pérdida del poder de la Concertación?
“Como toda persona que trabaja y se saca la mugre por lo que cree mejor. Estaba convencido de que el triunfo podría ser muy estrecho, pero triunfo al fin a pesar de los errores de la campaña y de lo que se venían dando antes en la Concertación. Hay que asumir la realidad”.
– ¿Lloró?
“No, me dio mucha pena, pero no lloré”.
-¿A quien maldijo?
“A nadie. Cometimos errores, y me incluyo porque a lo mejor no tuve la fuerza, la valentía de pararme frente a los poderes y estructuras. En el diagnóstico, estábamos convencidos de que lo estábamos haciendo mal, era anormal que la Concertación llevara cuatro candidatos y tres de un mismo partido.
Toleramos errores y en eso la derecha tuvo una virtud: ocultaron muy bien sus debilidades, sus peleas y conflictos. No supimos administrar los conflictos y dimos espectáculos de los que la ciudadanía se aburrió no más. Perdimos por 200 mil votos. La diferencia la marcaron aquellos que se enojaron con nosotros, a los que no escuchamos ni quisimos atender”.
-¿Por dónde vinieron los enojos…?
“ Los profesores, deudores habitacionales, pescadores artesanales. Toda esa gente que necesitó de nosotros y no atendimos. Por cuidar un sistema, un modelo, dimos la espalda a los nuestros y nos equivocamos. ¿Qué le costaba al ministro de Hacienda sacarle una alita a las arcas del Estado? Nos equivocamos. Dijimos que la transición había terminado y que seríamos capaces de ofrecerle al país un sueño distinto. Nos quedamos dormidos y Piñera recogió nuestras banderas del progresismo, de la justicia.
Y agrega: Hoy estamos conociendo la derecha de verdad, la que está hablando de rebajar la indemnización por años de servicio, el sueldo mínimo y privatizar Codelco. Esa derecha conservadora, neoliberal la ocultaron en el clóset y no supimos sacarla de ahí. Ahora están saliendo y va a ser complicada. Eso me molesta”.
– ¿Qué tipo de oposición harán? En una columna de opinión, el profesor Jaime Etchepare dice que no les queda más que ser una cohesionada y constructiva, que fiscalice, denuncie excesos y errores, pero que también planteen soluciones ¿Están en condiciones?
“Creo que sí, sabemos ser oposición y nos vamos a reagrupar rápidamente para eso. Esta democracia de los acuerdos no la comparto. Chile no está viviendo lo que la década de los 90, y no me voy a prestar para seguir haciendo acuerdos que hagan más ricos a quienes han usufructuado de los privilegios que dejó la dictadura, y que no supimos desbaratar”.
-¿Y eso significa que lo vamos a tener en la calle liderando barricadas…?
“No, las condiciones son otras. Hoy, los dirigentes de la Alianza hablan muy suave, pero hasta hace un par de meses eran crueles para calificarnos. No deberían extrañarse escuchar a un Monckeberg -pero ahora desde la vereda contraria- criticándoles. O repitiendo la irreverencia del secretario general de la UDI para referirse a las autoridades del gobierno. No nos pidan ahora agüita. Vamos a cuidar la obra de la Concertación y a los más débiles del país, trabajando por temas nobles.
Los partidos políticos y los movimientos sociales no vamos a estar dispuestos a vender el cobre ni a privatizar las empresas de todos los chilenos. La revolución social de la Presidenta Bachelet no la vamos a estancar. No pueden venir a pedirnos lo que no nos dieron a nosotros.
Nos dejamos pegar, nos dejamos insultar y calumniar. No tenemos el control de la prensa, pero se van a tener que buscar los medios”.
-¿Y cómo piensan hacerlo?
“Creatividad no nos va a faltar para salir a la calle, para denunciar. Lo peor que podríamos hacer es irnos a nuestras casas y encerrarnos, dejar que pasen cuatro años y recién entonces ver si podemos hacer algo. Hoy tenemos que empezar a construir y a trabajar esta derrota, transformarla en una próxima victoria. Los partidos están tomando decisiones correctas”.
-¿Usted cree que de verdad la gente espera más descalificativos, peleas y ninguna propuesta para mejorar calidad de vida, jornadas de trabajo mejor remuneradas y con menos estrés?
“Tengo la impresión que a la gente le da lo mismo quien gobierne. Lo que quiere es que le hagan bien la pega. Perdimos en eso, pero hicimos una administración eficiente, austera. No sé si (el diputado) Bobadilla que lideró y llevó al Congreso a los deudores habitacionales va a golpear ahora la mesa como Alianza para que les resuelvan los problemas o le van a rebajar a los jubilados el 7% de salud, como exigían”.
No a la democracia de los acuerdos
El alcalde Rivera declara su oposición a la democracia de los acuerdos, al tira y afloja de tú me das, yo te doy, como ocurrió con la Educación. Y reclama porque hasta con el escándalo de la colusión de precios de los fármacos “fuimos tibiones” e insensibles a las demandas de los deudores hipotecarios.
Dice: “Nos confundimos. Cuando las deudoras hipotecarias se colgaban de los puentes, dimos un paso al costado. Para nosotros eran personas medio locas. En vez de atender sus demandas, hacer una mesa, buscar acuerdos, titubeamos. Car’epalo debimos ayudar a esta gente, pero siempre tuvimos temores porque queríamos conservar un país ordenado. Por eso, la autocrítica: no hicimos bien la pega.
Con los puros cachos
– En el ampliado de su partido, en Santiago, usted pasó la cuenta como miembro de la comisión política ¿En qué términos fue?
“El PPD cometió menos errores, pero errores al fin. Tenía que haber sido más fuerte. Ahora estamos viendo qué hacer con los 30 mil funcionarios del gobierno. Algunos seguirán colaborando y otros tendrán que irse. Los partidos políticos van a tener que recibir una buena cantidad de técnicos que no tenían compromiso político, que entraron a colaborar en los gobiernos de la Concertación, y estando adentro pasaron a jugar el partido de los tecnócratas. Al menos el PPD tiene que habilitar espacios para que vuelvan y con esas herramientas técnicas políticas hacer una oposición de verdad, en serio y responsable.
Tengo la impresión de que a lo menos en un año Sebastián Piñera no va a necesitar del Parlamento. Tiene todo hecho. Los parlamentarios van a ser un poco decorativos. Piñera va a tener gallos de excelencia, pero sin tino político”.
-¿Van a actuar como patrón de fundo, dice usted?
“No van a tener la capacidad política para resolver conflictos, y ahí se les va a generar problemas. Nosotros somos espectaculares para crear conflictos”.
-Pero la Alianza se ha instalado muy bien en los estratos sociales bajos, antiguamente dominios del PC. ¿Cómo los van a infiltrar?
“Infiltrarse para denunciar a otros es una cosa, pero meterse con la guitarra, tocar y cantar es bien distinto. No van a ir a juzgar a los intendentes, gobernadores o seremis de su propio gobierno encargados de solucionar sus problemas. En ese contexto van a pegarse contra la pared. Hablan de eficiencia, de dinamismo, pero se van a encontrar con las mismas leyes con que opera la burocracia en Chile. Todo proyecto tiene un calendario de tramitación de 6 meses y transcurrido el período los recursos se tienen que gastar y con el dinero desvalorizado, porque los costos operacionales han subido. Y van a tener que dar las explicaciones que hoy nos exigen Monckeberg o Pérez Varela”.
-Pero ya han dicho que no negarán ni la sal ni el agua
“El discurso es bonito, pero no tenemos que dejarnos engañar. Para engrupir, son mandados a hacer. Una persona puede ser muy linda, pero si orquestadamente ellos se proponen transformarla en fea, lo logran y la gente termina convencida que es fea.
Tienen una agenda guardada que no la han dicho al país y van a tratar de implementarla de a poco. ¿Se acuerda cómo se nos tiraban al cuello cuando nosotros sacábamos la agenda progresista?”
-De esa agenda, ¿con qué podrían sorprender diría usted?
“Privatización de Codelco con un 30% de capitales privados a lo menos. Es el negocio que le permite a Chile un montón de beneficios sociales. No me parece justo entregarles un 30% de las utilidades además del 10% a los militares como estipula la ley del cobre. Despostando así al animal, al final sólo los cachos van a ser para todos los chilenos”.
Saavedra, Sunico y Pillado
– ¿Están todos de acuerdo con su línea opositora? En estos días se han recriminado usted y Gastón Saavedra. ¿Siguen peleados o ya dieron vuelta la página?
“Hemos tenido diferencias políticas legítimas, pero hay temas de fondo que nos unen. Si quiere que lo visite, como su amigo que soy, iré. Las amistades se construyen y la nuestra es de 30 años. No se va a borrar así como así”.
– ¿Pero se han dicho de un cuanto hay?
“Le he hecho crítica política, en lo personal lo respeto mucho, sufrió tanto como yo en dictadura cuando éramos cabros. El fue tibión en este proceso y a lo mejor yo arriesgué más de lo que tenía que arriesgar. Son estilos distintos”.
-¿Y qué siente cuando dirigentes juveniles como Álvaro Pillado, de la UDI, les llama la atención por la prensa?
– No lo conozco.
– Usted ha sido bien crítico con el intendente Tohá también ¿qué cuenta le pasa?
-“Tengo una bonita relación con él, pero en esta coyuntura de dolor, de molestia y confusión mi visión es distinta. El debió ser más jugado, creo que se equivocó”.
-¿En tomar tecito con la alcaldesa…?
“Se equivocó porque en las comunas en que trató de revertir resultados a través de cariños, perdimos. Trató de manifestar cariño con proyectos y obras y no consiguió comunicarlo a los ciudadanos. A una semana o dos de una elección tan importante, apareció al lado del alcalde UDI de Los Ángeles inaugurando un gimnasio polideportivo por 2 mil 500 millones de pesos. Esa decisión política podría haberse postergado.
A la alcaldesa de Concepción le facilitó su juego. Ella tenía una Alianza muy dividida y optó por buscar un aliado en el intendente Tohá; logró hacer la tarea y de la mano con la principal figura de la Concertación en la región.
Fueron mensajes erróneos. Si alguien me dice que este acercamiento Tohá-Van Rysselberghe era para neutralizar el trabajo político hacia la Alianza, se equivocó: la alcaldesa hizo el trabajo político, las relaciones públicas y terminó imponiendo a la Alianza en una zona tradicionalmente de izquierda”.
– Eso lo incomodó o es que quiere hacerlo a un lado para sus aspiraciones parlamentarias ¿Usted quiere ser senador, cierto?
“Estoy contento donde estoy, no sé lo que va a pasar mañana. Analistas, comentaristas y políticos me han proclamado candidato a senador o alcalde por allá o acá. Electoralmente estos últimos años me ha ido bien. Fuimos capaces de elegir un diputado. Las tareas políticas las hemos cumplido a cabalidad, pero que Navarro diga que quiero ser senador, no. Con la amistad que tenemos, nunca le he dicho que quiero competir con él. Tampoco Jaime Tohá me ha dicho que quiera serlo y que yo esté en su equipo. Decir que las diferencias que tengamos hoy sean producto de este desafío sería mentir.
El escenario cambió y estamos pensando cómo situarnos. Si seguimos pensando de manera individual, lo único que vamos a conseguir es agudizar nuestra derrota y contribuir a que la Alianza siga muchos años”.
– Y en ese mismo sentido, ¿por qué no apoyó a Raúl Sunico?
– Fue un mal parlamentario.
– ¿Cómo? Hasta el ministro Velasco, el mejor evaluado del gabinete (67%) destacó públicamente sus bondades.
-“A lo mejor lo fue para los intereses del gobierno, pero para el distrito, no. Una persona que quiere reelegirse tiene gestos y hace cosas para no comprarse enemigos. Sunico no hizo nunca nada para tener más amigos en Hualpén y en Talcahuano. Por eso perdió. No fui yo el que sacó a Rául de la Cámara de Diputados, el que lo sacó fue el propio Sunico”.
-¿Y a Barrueto, cuál es la cuenta que le pasa?
“Lo quiero harto, soy su incondicional, pero políticamente se equivocó. Fue el primer político en apoyar a la Presidenta Bachelet y se imaginó un lugar privilegiado en su gabinete. Sus cálculos fallaron y al final terminó a cuadras de La Moneda, en la Intendencia de la Región Metropolitana, olvidándose de los afectos y cariños que aquí tenía. No me endose la mala decisión política de mi querido amigo Barrueto. Cuando quiso volver, dos años después, era tarde. Con Cristián Campos sacamos la primera mayoría porque hubo un trabajo arduo, disciplinado, constante y perseverante. ¿Qué señal dábamos en la región en contra del centralismo si hubiéramos cedido? Campos es un ejemplo clarísimo de descentralización, de oponerse a las decisiones políticas del nivel central y lo logramos, aunque me amenazaran con las penas del infierno”.
-Dicen sí que su intervencionismo electoral llegó a niveles obscenos. ¿Tenía a todo el mundo trabajando por Campos?
“Son comentarios de picados, no más. El 99% de la gente que trabaja con nosotros fue contratada por mí. Es obvio que ha sido gente joven y que ha apostado a este sueño de ciudad para poder transformar Hualpén. El Hualpencillo de ayer no tiene nada que ver con la comuna que es hoy y eso es obra nuestra.