Las salas de baño ya no satisfacen sólo las necesidades básicas, sino que han adquirido protagonismo al interior de la vivienda, donde intervienen elementos del diseño contemporáneo y una preocupación y conciencia en torno al ahorro de agua y energía.
Los gustos de los penquistas han cambiado en los últimos años y las tendencias en el diseño de salas de baño no son la excepción. Hoy se les exige diseño de vanguardia y tecnología. Ya no sólo importa que estos espacios respondan a necesidades básicas, sino también se pide que sean luminosos, que se vean bien estéticamente, que tengan diseño y que permitan ahorrar recursos como agua y electricidad. Si bien las nuevas construcciones ya incorporan estos cambios, muchos consumidores han decidido invertir en este tipo de instalaciones al remodelar sus viviendas.
María Antonieta Moreno, encargada en la Región del Biobío de GRUPO CHC ROCA-WASSER, empresa dedicada a la venta de productos para salas de baño, entrega algunos detalles sobre las preferencias de los clientes locales. “Hoy hay que responder a nuevos requerimientos en materia de confort, diseño y tecnología. La bañera ha cedido espacio para incorporar un plato de ducha a elegir entre distintas medidas; la cortina de baño está en retroceso y las personas aspiran a tener una mampara de vidrio, de diseño minimalista; también hay una mayor conciencia por el tema medioambiental, y para este efecto se incorporan productos de renovada tecnología. Sanitarios con doble descarga o descarga reducida, incorporación de aireadores o reductores de caudal en las griferías. Nos preocupamos en ese sentido de ser un aporte constante para constructores, arquitectos y diseñadores”.
A la hora de hablar sobre los estilos que predominan, la ejecutiva destaca que, principalmente, las líneas puras y limpias son las más usadas por los diseñadores. Además, resalta el hecho de que en los baños se han sumado nuevos estándares que buscan satisfacer necesidades netamente de confort, como cabinas, spa, columnas de ducha, bañeras con hidromasaje, luz, sonido y rociadores con efecto de lluvia o cascada. “La gente es exigente y privilegia introducir elementos que buscan proporcionar momentos de relajación y bienestar”.
Con la experiencia de más de tres décadas liderando el concepto de salas de baño, tanto en edificaciones institucionales como residenciales, atendiendo a empresas constructoras e inmobiliarias como también a residencias particulares, el balance que hace CHC es que, actualmente, para los chilenos “el baño ya no está en un segundo lugar, ahora la gente se quiere lucir con sus salas de baño ya que éstas aportan valor a sus viviendas y les incorporan los detalles y el encanto que los haga únicos. Así, buscan muebles hechos con maderas especiales, accesorios de bello acabado, espejos suspendidos que le dan mayor luz y modernidad, cierto tipo de revestimientos de colores de vanguardia, todo con el objeto de lograr un ambiente más estético”.
Existe un fuerte prejuicio en torno al alto costo que tiene renovar una sala de baño, sobre todo pensando un una cabina de hidromasaje de última generación que puede costar por sobre el millón de pesos. Sin embargo, la relación precio calidad de los productos CHC es altamente satisfactoria. En esta línea, María Antonieta Moreno reconoce que “el mix de productos ofrece líneas y marcas para atender las necesidades de distintos segmentos, todas ellas con los inconfundibles atributos de vanguardia, diseño y tecnología que caracterizan la propuesta CHC”.