En la Región del Bío Bío, las empresas adheridas a la ACHS tienen un promedio de accidentabilidad de 4,9%, mientras que el del país se empina a 5,5%. Es todo un logro, ya que la mayoría de las actividades productivas que se desarrolla en la zona son de alto riesgo. La disminución de estos índices es reflejo de la implementación de los sistemas de gestión preventivo creados por la ACHS.
Contribuir a que las personas no tengan accidentes en el trabajo ni sufran enfermedades profesionales es la razón de ser de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS). La institución, con 50 años de trayectoria, cumple este objetivo implementando sistemas de gestión preventivos en sus empresas adheridas.
Pedro Ramírez, Gerente Octava Región ACHS, reconoce que si bien en la zona se desarrollan actividades catalogadas de alto riesgo, como las industrias del área forestal, pesquera y construcción, entre otras, el último tiempo se han venido sumando condiciones para que la seguridad sea considerada un factor relevante. En primer lugar, la Ley de Subcontratación obliga a las empresas a implementar sistemas de gestión en prevención de riesgos y, por otra parte, la ACHS cuenta con metodologías creadas para administrar el tema en cualquier empresa, ya que están elaboradas según a las características de cada una.
Segura subcontratación
La ley de Sub Contratación (Ley 20.123) obliga a todas las empresas a tener un sistema de gestión preventivo y hace a la empresa mandante responsable de lo que ocurra dentro de su faena o límite geográfico. Como se trata de una reglamentación nueva, la ACHS se ha encargado de promover la comprensión del concepto Sistema de Gestión Preventivo. Pedro Ramírez explica que en definitiva se trata de contar con un conjunto de herramientas unidas bajo el objetivo de impedir la ocurrencia de incidentes o enfermedades profesionales.
Como es una obligación por ley, muchas empresas deberán implementar sistemas de gestión preventivos. Sin embargo, la sola existencia de la ley no asegura el éxito. La ley es una herramienta que permite motivar al empresariado para aplicar estos sistemas. “Nosotros recomendamos y sugerimos determinadas medidas, pero la empresa es la que decide. Y, en definitiva, son los fiscalizadores del Ministerio de Salud y del Trabajo quienes se encargan de velar por su cumplimiento”, puntualiza Pedro Ramírez.
Asimismo, la ley define como accidente grave las caídas de más de 2 metros, las fractura, los politraumatismos, la amputación y un incidente masivo. En estos casos, la actividad donde ocurrió el evento debe detenerse hasta realizar las investigaciones de rigor. Ello trae como consecuencia una pérdida económica significativa toda vez que se interrumpe el proceso de producción. De ahí la importancia de lograr que los sistemas de gestión preventivo sean aplicados en forma correcta.
Sistemas de gestión preventivos
Según el registro histórico de accidentabilidad de la Región del Bío Bío, en los últimos 5 años existe una tendencia de decrecimiento en los índices de las empresas adheridas a la ACHS. A junio de este año el promedio regional está en 4.9%. “Nuestra meta es llegar a diciembre con un 4,45% y al 2010 a un 4% y, en definitiva, seguir bajando hasta llegar a cero accidentes”, enfatiza el directivo. Agrega que estas cifras son resultado de la asesoría que ACHS entrega a las empresas y que está materializada en los sistemas de gestión preventivo GPS ACHS, ACHS PRO y ACHS PRO PLUS, modelos creados en función de la dimensión, tamaño y número de trabajadores de las empresas.
Pedro Ramírez explica que para las organizaciones con más de 50 trabajadores, el modelo adecuado para implementar es el GPS ACHS, compuesto por 19 elementos divididos en 4 niveles. Con este sistema, las empresas quedan en condiciones para someterse -si así lo deciden- a la auditoría de certificación de las normas de seguridad y salud ocupacional (OHSAS 18.001-2007).
Para aquéllas con menos empleados, el sistema indicado es el ACHS PRO, mientras que las empresas que quieren un plan intermedio pueden acogerse al ACHS PRO PLUS. Sin embargo, cualquiera sea el sistema de gestión preventivo que se decida implementar, estarán integrados por una visión multidisciplinaria que incluye ingenieros en prevención de riesgos, higienistas industriales con ingenieros civiles químicos e ingenieros acústicos, ingenieros en medio ambiente, ingenieros en ergonomía, kinesiólogos y psicólogos.
Operación y actitud
La ACHS tiene un sistema integrado de gestión que incluye la certificación de medio ambiente, la de seguridad y salud ocupacional y de gestión de calidad. De ahí que tanto sus operaciones como sus sistemas de gestión preventivo tienen incorporado el concepto de PHVA, que implica Planificar – Hacer – Verificar – Actuar; en un círculo virtuoso que permite el logro del objetivo mayor, que es la reducción a cero de los accidentes y enfermedades profesionales.
Junto a la gestión, Pedro Ramírez comenta que la ACHS aplica una visión humanista toda vez que fomenta en las personas la disposición hacia la seguridad. Lo consigue a través del trabajo que realizan los psicólogos para lograr cambios de actitud en las personas. Explica que su objetivo es que los trabajadores estén conscientes del riesgo y que controlen las variables para evitar los accidentes. “Veo que las personas comienzan a entender el valor de la seguridad y las empresas han ido tomando conciencia de la utilidad de los programas relacionados con la prevención de riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, porque en definitiva, si no hay incidentes del trabajo y enfermedades profesionales nos va bien a todos”, concluye.