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Todo un éxito resultó la muestra “Chile, país de contrastes”, que Rodrigo Retamal y Jonathan Millán presentaron en Bilbao en septiembre pasado, en el marco de nuestras Fiestas Patrias y del Open House vasco. Los artistas adelantan que ya hay conversaciones para repetir la experiencia en otros países.
Entre el 16 y el 30 de septiembre de 2019, el Palacio Yohn, ubicado en pleno casco histórico de Bilbao, en el País Vasco, se llenó de cientos de visitantes que querían observar de cerca las obras de dos talentosos pintores penquistas: Rodrigo Retamal y Jonathan Millán.
La exhibición -denominada Chile, país de contrastes- mostró a través de 14 óleos inéditos los paisajes, tradiciones, cultura y folclore de nuestro territorio, en una muestra que logró ser un crisol de las costumbres chilenas del norte, sur y centro del país. “Esta maravillosa experiencia nació de la invitación que nos hizo la agrupación cultural y folclórica Chile Lindo, de Bilbao. Ellos, y la comunidad chilena residente en País Vasco, nos presentaron la propuesta en 2018, y en marzo del año pasado nos confirmaron que la exposición sería en septiembre, para nuestras Fiestas Patrias y el Open House vasco”, detalla Retamal.
Millán agrega que lo que no sabían, y solo descubrieron al llegar allá, era que su trabajo había sido postulado a la mesa directiva del Palacio Yohn, donde compitió con las obras de pintores españoles y de otros países europeos. “Fue extraordinario que siendo de Sudamérica, chilenos, y ni siquiera de Santiago, nos hubieran invitado a exponer en Europa; que nuestras obras fueran escogidas por sobre las de otros y que, más encima, nos hubieran considerado para un evento como el Open House… Nos sentíamos verdaderos rock stars”, ríe.
En la opinión de estos artistas, unidos por su pasión por la pintura, proyectos artísticos en común, y una amistad de casi 10 años, el nombre de la exposición estuvo muy bien escogido, pues mostró que Chile “realmente tiene de todo: desierto, cordillera, glaciares, campo, y que en cada uno de estos lugares hay personajes únicos. Fue eso lo que tratamos de mostrar en nuestras obras”, comenta Rodrigo Retamal.
Si bien él no pudo asistir a la exposición en Bilbao, reconoce que se enteró de los detalles de cada jornada a través de las conversaciones diarias con Millán y las fotografías que le enviaba. “Jonathan me contaba que una pregunta recurrente de los visitantes era si realmente Chile era así. Estaban sorprendidos de su diversidad territorial y paisajística, y agradecían que nuestra obra fuera figurativa porque eso les permitía conocer nuestro país y a su gente. Al final, nuestras pinturas se transformaron en imágenes vivas de Chile”, sostiene.
“Fue mucho el público que visitó la muestra durante esas dos semanas, y los días del Open House, que es como su Día del Patrimonio, la galería estaba llena. La gente hacía fila afuera, y entraban por grupos a recorrer el Palacio Yohn y a ver nuestra exposición”, recuerda Millán.
Esos días, entre 10 y 18 horas, él estuvo recibiendo al público y contándole un poco sobre los trabajos expuestos. “Preguntaban mucho sobre nuestras obras y sobre Chile: por qué las pintamos, qué queríamos representar… Había un cuadro del río Loa, por ejemplo, y querían saber dónde era eso, si el color del cielo o lo cristalino del río era real, o por qué había un río en el desierto más árido del mundo… Después miraban los paisajes sureños y no podían creer que fuera el mismo país”, reflexiona.
Fue tal el éxito de esta muestra que los artistas penquistas ya tienen invitaciones para repetir la experiencia en otra ciudad de Europa y en un país centroamericano. Mientras, ya trabajan en la creación de nuevas obras para la muestra In Situ, que levantarán en Sala Blanco, en San Pedro de la Paz, en julio de este año.
Retamal dice que están contentos porque la exposición en País Vasco cumplió su objetivo: mostrar Chile. “Nuestro trabajo fue bien recibido, tuvo muchos espectadores y una potente repercusión mediática, que se vio reflejada en que Jonathan fue invitado a programas radiales. De hecho, después de Bilbao, las obras se fueron a la ciudad de Barakaldo para ser expuestas… Pero quizás una de las cosas que más nos emocionó fue leer los comentarios que la gente dejó en el libro de visitas. Nos decían que le habían encantado nuestras pinturas y que era una linda forma de conocer nuestro país. Incluso, chilenos que llevaban décadas sin venir, nos agradecían por permitirles reencontrarse con sus raíces y volver a ver un pedacito de su país”.