Convencida de que una nueva Constitución es la mejor forma de limitar el poder político, la abogada penquista pretende aportar a la convención constitucional representando las ideas de una sociedad libre y democrática, apoyando en lo técnico-jurídico, y contribuyendo al diálogo y la generación de acuerdos.
Por Cyntia Font de la Vall P.
Ayer, 11 de enero, último día establecido para la inscripción de listas para la Convención Constitucional, la abogada Rocío Cantuarias sorprendió a todos presentando su candidatura al órgano constituyente que redactará la nueva carta fundamental.
En las elecciones, en las que correrá como independiente (aunque como parte de la lista de Chile Vamos, por un cupo provisto por Evópoli), buscará representar al distrito 20, que reúne a las comunas de Hualpén, Talcahuano, Chiguayante, Concepción, San Pedro de la Paz, Coronel, Florida, Hualqui, Penco, Santa Juana y Tomé.
Rocío Cantuarias Rubio es abogada de la Universidad de Concepción, magíster en Administración de Empresas y magíster en Tributación, por la Universidad de Chile; directora de empresas y abogada independiente, además de docente universitaria y vicepresidenta de la Fundación para el Progreso. También es hija del conocido político Eugenio Cantuarias, quien fuera alcalde de Talcahuano entre 1981 y 1988, y senador por la VIII Región Costa en el período legislativo 1990- 1998.
-Hasta aquí no había mostrado interés en participar en política, ¿por qué ahora?
-“Siempre me ha interesado la política, porque es la forma en que las sociedades se organizan, pero nunca había participado como candidata a algún cargo de elección popular porque hasta ahora no me había interesado. Sin embargo, sentí que este proceso es, de alguna manera, ‘la madre de todas las batallas’, porque al menos para mí, como abogada, la Constitución es la norma más importante, la base de nuestro ordenamiento jurídico (…) Su redacción, de la que quiero ser parte, implicará defender muchas ideas que se han desnaturalizado a lo largo del tiempo, y que son muy importantes para nuestra convivencia social y democrática, como el principio de servicialidad del Estado y el rol de la Constitución como límite al poder político”.
-¿Cuál sería su aporte a la Convención, y a la redacción de la nueva Constitución?
-“Si la ciudadanía me apoya con su voto y me permite ser miembro de la Convención, mi aporte irá por el lado de contribuir al diálogo y a la generación de acuerdos, colaborando a que en nuestra carta fundamental estén representadas las ideas de una sociedad libre y democrática. Además, como abogada, puedo apoyar al órgano constituyente desde el punto de vista técnico y político. Estoy segura de que puedo ser un aporte para quienes voy a representar, no solo en la redacción de los derechos fundamentales que deben plasmarse en la Constitución, sino también desde la perspectiva de los organismos autónomos y de las bases de la institucionalidad que deben estar presentes en ella”.
-En su opinión, ¿hacia dónde debiera ir la nueva carta fundamental?
-“Hay mucha controversia y discusión al respecto, pero me parece que hay temas centrales en los que se debiera avanzar. Entre ellos, los que impliquen mantener o defender ideas liberales, como el principio de la subsidiariedad o la autonomía de los cuerpos intermedios, aunque también hay instituciones que deberían permanecer, como la propiedad privada”.
Añade que la nueva Constitución “sí o sí” debiera implicar una modernización del Estado, tendiente a que la provisión de bienes y servicios públicos alcanzara un estándar más alto.
En cuanto a su vigencia, la abogada enfatiza que “su plazo de duración no es lo relevante. El punto central de reescribirla es fijar un límite al poder político”.
“La Constitución no va a solucionar los problemas del país”
-¿Está de acuerdo con quienes dicen que la Constitución debe redactarse a partir de la famosa “hoja en blanco”?
-“En mi opinión, la hoja en blanco no existe. Los chilenos traemos una historia constitucional, social y política, con precedentes, con jurisprudencia, no solo nacional sino también internacional, y con la voz de la doctrina, con un contexto. Entonces, partir con una hoja en blanco, como si nos hubieran borrado la memoria respecto de todo lo que hemos logrado construir hasta ahora, no me parece lo correcto”.
-Y en su opinión, ¿una nueva carta fundamental vendrá a solucionar los problemas que hoy viven los chilenos?
-“No. A pesar de la propaganda política o ideológica que se escucha por ahí, y de lo que dicen quienes le han vendido a la gente la idea de que es la solución a todos los problemas del país, eso no es así. De hecho, si generar nuevas constituciones fuera la gran solución, ya lo habríamos hecho hace mucho tiempo, ¿no crees? Pero en ninguna parte del mundo es así”.
-¿Entonces por qué es tan importante reescribirla? ¿Y por qué quiere ser parte del proceso?
-“Quizás no solucione los problemas por ella misma, pero fijará el marco para que la sociedad pueda crecer y progresar, de modo que podamos solucionar los problemas que nos aquejan. Entonces, redactar esta nueva Constitución es muy importante, porque se trata de la norma suprema de nuestro ordenamiento jurídico, lo que implica que es la base para arreglar muchas cosas pero, ante todo, es un verdadero marco que permite poner límites al poder político”.
-¿Con qué apoyo cuenta para obtener un resultado positivo el 11 de abril?
-“No tengo apoyo seguro de nadie, pero espero contar con el voto de las personas de trabajo, de esfuerzo, de quienes queremos a Chile y buscamos que sea un país cada día mejor (…) Estoy haciendo un esfuerzo personal para defender las ideas en las que creo, y que pienso que son las que se necesitan para construir un Chile que mire al futuro.
-Y en ese camino, ¿cuánto pesa el apellido Cantuarias? ¿Es una carta segura?
-“No, no lo es. El apellido Cantuarias me honra y me hace sentir muy orgullosa siempre, pero no garantiza nada, porque en una elección popular, y en política, en general, nunca hay nada seguro”.