Reconocidos por su trayectoria en el servicio público, hoy compiten por ocupar un sillón en el concejo municipal. Desde tiendas políticas opuestas, Christian Paulsen y Rodrigo Díaz abren fuego en la previa electoral con propuestas y desafíos para hacer de Concepción una ciudad de clase mundial.
Intercambiaron calendarios con el rostro ganador de cada uno en ellos y los guardaron celosamente en sus respectivas billeteras. Este gesto fraterno entre Christian Paulsen y Rodrigo Díaz, candidatos a concejales por el municipio de Concepción, me hizo creer que la conversación sobre sus propuestas iba a ser políticamente correcta. Afortunadamente me equivoqué y en esta entrevista revelan los matices que proponen para la nueva administración municipal.
– ¿Cuáles son sus tres tareas prioritarias para la ciudad?
CP: He reiterado mi interés por dotar a la comuna de una infraestructura deportiva de primer nivel. Que el estadio municipal esté acorde a los requerimientos internacionales y terminar con la implementación de multicanchas en los barrios. Promuevo el deporte porque es formador de personalidad y disciplina, pero fundamentalmente porque aleja a la juventud de la droga y la delincuencia. En segundo lugar está el fortalecimiento de la actividad cultural con escenarios adecuados para producciones de mayor envergadura como óperas, ballet y otras disciplinas. Y terminar con los campamentos. Que la vivienda y calidad de vida de los más vulnerables sea de condiciones aceptables.
RD: Primero cumplir con 3 compromisos pendientes del Gobierno. Canalización del sistema Andalién; ejecutar obras para impedir la anegación de aguas servidas de la población Juan Pablo II y terminar el proceso de radicación de los vecinos de Pedro de Valdivia Bajo. En segundo término, concuerdo con Christian en que Concepción de verdad debe ser de clase mundial. Adhiero al desarrollo cultural, pero con monumentos que hablen de nuestra historia y con circuitos turísticos que la expliquen. Tercero, aportar desde mis capacidades a un clima de cooperación. Vienen elecciones presidenciales, pero creo que primero hay que poner el acento en Concepción y evitar la separación municipio-autoridad regional a partir de la militancia.
– ¿Está a favor de la consulta ciudadana para decidir el destino de la ciudad?
RD: Hay que tener un justo equilibrio. Con la elección de alcalde se aprueba un programa determinado, pero creo que hay espacios para generar participación. Creo en los presupuestos participativos donde los vecinos puedan resolver sobre las prioridades de determinado porcentaje de recursos. Así se promueve el aprender a priorizar, porque los recursos no son infinitos y además cooperar entre barrios; unos tendrán canchas, otros el consultorio, otros la escuela, y unos y otros se potencian. Y volvería a implementar los Cabildos Culturales como una instancia donde los diferentes actores sociales pueden plantear temas relevantes en esta área.
CP: La participación es importante, pero hay que reconocer que el país tiene una democracia representativa. Los vecinos eligen concejales para que los representen, esta relación debe ser muy estrecha. Ahora hay instancias de participación para opinar en la definición del Plan de Desarrollo Comunal y Plano Regulador que no funcionan por falta de interés, porque no son resolutivos o porque son demasiado técnicos. Hay que incentivar la participación de las diferentes organizaciones sociales y reeditar el “Municipio en su Barrio” donde los directivos van a terreno para resolver las situaciones de mayor urgencia que planteen los vecinos.
– ¿Cómo resuelve el tema del comercio ambulante y la seguridad en el centro?
RD: Uno tiene que ser claro y asumir medidas que no son populares, pero que contribuyen al bien común. Apoyar con decisión al presupuesto de Carabineros e Investigaciones en la lógica de dar para recibir. Creo que la Comisión de Seguridad Ciudadana del Municipio, en conjunto con la Cámara de Comercio pueden pedir al Gobierno que reedite la iniciativa que perseguía a los responsables de la venta ambulante.
CP: Hay una ordenanza municipal dictada hace poco que sanciona al comerciante ambulante no autorizado y al que compra productos en el comercio informal. Ahora, lo que corresponde es que la ley y la ordenanza se hagan cumplir. Los que hacen cumplir la normativa es la policía. Desgraciadamente el número de policías no es suficiente.
RD: tengo una propuesta para esto….
CP: ¿Qué? ¿Policía municipal?
RD: No, no creo en la policía municipal…
CP: Ah, yo tampoco.
RD: Creo que una de las limitantes para ampliar la dotación de Carabineros es contar con dependencias para alojar al contingente. Creo en hacer un esfuerzo desde el municipio para comprar o arrendar casas en torno a la 1ª Comisaría donde alojar al nuevo contingente. Así no hay justificación para no dotarnos de la cantidad de policías que necesitamos
CP: Pero en el Concejo se ha discutido el tema de los recursos para financiar la actividad policial. Se aportan recursos, pero en rigor debe proceder del presupuesto de la Nación.
-¿Regularía la entrega de patentes municipales como medida para controlar a los barrios bohemios?
RD: Así como apoyo la decisión de la alcaldesa de no distribuir la píldora del día después, creo que debe haber la misma actitud para no permitir que se establezcan locales que claramente atraen desorden o delincuencia. Apoyaría la decisión de no dar patentes para los café con piernas, no por moralismo, sino porque la experiencia significó el deterioro radical del entorno cercano al correo. Para prevenir situaciones como las que se dan en la Plaza Perú, en que comienza a perfilarse como un segundo Barrio Estación, la respuesta es mayor fiscalización.
CP: No hay que olvidar que existe una ley de alcoholes y una constitución que permite la actividad comercial sin limitantes más que las restricciones legales. Además, hay una ordenanza municipal que regula la entrega de patentes. Ahora estos centros comerciales y su funcionamiento son fiscalizados, pero lo que sucede es que las ciudades crecen de manera dinámica. Es decir, no es que se perpetúe un barrio en determinada condición. Es evidente que la Plaza Perú de hoy es distinta a la de una década atrás, pero la entrega de patentes no es arbitraria, sino que está determinada por una norma legal.
RD: Discrepo contigo. Creo que no deben quedar barrios como células cancerígenas para la ciudad. El Barrio Estación se ha vuelto peligroso y no puede ser indiferente a la autoridad municipal. No basta con observar o decir que la seguridad es facultad de las policías. Hay que tener una respuesta desde el municipio, como sociedad y como autoridades.
– ¿Por qué debiera ser concejal de Concepción?
RD: Se me pidió responder al mandato bíblico que se ve en la parábola de los talentos. Si tengo determinadas competencias y compromiso con el mundo social no puedo dejarlo de un día para otro. Lo pensé y decidí que voy a tratar de compatibilizar mi vida privada con mi responsabilidad pública para responder a la vocación de servicio público.
CP: Sin perjuicio de la vocación, debo ser concejal, porque represento a una colectividad política que aboga por una sociedad libre entre otros principios, objetivos y valores que deben estar representados en el concejo municipal. Es una corriente importante en el país que aspira a conducirlo a través de su candidato presidencial y en Concepción debe haber una representación que impulse los valores, objetivos y principios de esta colectividad.
– ¿Cuál es su candidato a alcalde y qué méritos tiene para serlo?
RD: Ariel Ulloa es mi candidato. Él conoce la realidad comunal y puede desarrollar iniciativas a la altura de construir una ciudad de clase mundial. Creo que el periodo que le correspondió dirigir el municipio fue de grandes iniciativas: se vinculó al mundo, se logró traer a Pavarotti, las bases para la ampliación del eje Los Carrera, la construcción del puente Llacolén, el avance de la costanera. Él tiene una visión de mundo que va a ser que Concepción definitivamente se integre al concierto nacional y mundial.
CP: Jacqueline van Rysselberghe, porque compartimos el proyecto de ciudad que hemos trabajado en estos años. Tiene una vasta experiencia en el liderazgo del municipio con especial atención a los sectores más vulnerables de todos los barrios. Por el desarrollo de proyectos en proceso que concluyen un trabajo de 3 periodos desarrollando la ciudad. Me refiero al aprovechamiento del Cerro Caracol con funicular incluido, estacionamientos subterráneos, aprovechamiento definitivo del sector Costanera cercano del barrio cívico, la adecuación de Pedro de Valdivia Bajo en calidad y densidad. Todos son proyectos que requieren continuidad.
Un apretón de manos y cordiales palmadas en la espalda sellaron esta conversación. Diálogo que abrió las cortinas de la contienda electoral que se avecina.