Es comunicador audiovisual y un creador sin tregua. Samuel Rubilar (29) trabaja a toda máquina por estos días para avanzar al máximo en dos de los varios proyectos que aborda como guionista y director. Se trata de la serie de televisión “8 Vidas”, propuesta que actualmente está en fase de pre producción apoyada con financiamiento CORFO. La otra iniciativa que lo tiene ocupado es el cortometraje “Transacción”, historia que este año también obtuvo recursos de CORFO para iniciar la etapa preparatoria.
Ambas realizaciones tienen en común el ser “drama-ficción”, género con el que Rubilar rompió el esquema del lenguaje que tradicionalmente ha sido utilizado por los audiovisualistas. Además, tienen la particularidad que son todas inspiradas en locaciones de Concepción, con personajes y situaciones que a los penquistas resultarán familiares.
Su carrera profesional es prometedora y comenzó allá por el 2002, cuando se vio con el título en la mano, pero en medio de un mercado que se diluía ante las dificultades de financiamiento para las realizaciones locales. No se dejó llevar por la corriente, al contrario. El 2005 hizo lo que en ésa época nadie hacía: escribió una serie de ficción para la televisión (8 Vidas). No conforme con salir del esquema de documentales -que por esos años era el producto estrella entre los realizadores- decidió entregarle a sus más cercanos colegas un capítulo para que ellos lo dirigieran. “Es la historia de un niño que después de 10 años de vivir en un hogar vuelve con su madre, pero que arranca de su lado porque cree haber matado a su hermano al que disparó en un arranque de ira al enterarse que él robó la plata que guardaban para comprar la casa propia”, explica.
Tras ganar el fondo de CORFO, Samuel grabó un piloto y con él comenzó a golpear puertas. “Creí que iba a ser fácil, pero me equivoqué. Cuando presenté el proyecto al Canal 13 me di cuenta que no dominaba ciertas cosas que para el negocio de la televisión es fundamental”. Ante la evidente debilidad que le impedía materializar su proyecto, decidió prepararse aún más. Viajó a Santiago donde cursó un año en la Escuela de Cine y más tarde hizo un diplomado de guión en la Universidad Católica. En el 2007 mandó el guión del cortometraje (Transacción) a un concurso en Argentina. Su texto fue seleccionado como guión del MERCOSUR y como premio realizó una pasantía de capacitación. Al otro lado de Los Andes se codeó con la crema y nata de los audiovisualistas latinoamericanos. “Compartí con los que hacen cine independiente, con los que hicieron la ley del cine en Argentina y viví cosas que nunca me van a pasar en Chile. Eso me subió el ánimo”, confiesa.
De vuelta en Concepción tomó el guión y lo presentó a CORFO donde obtuvo el financiamiento para la pre producción de su ópera prima en formato de 35 mm. En este caso, la historia se genera a partir de una sobredosis de droga de dos personajes. Con esta experiencia arma una analogía con la muerte.
La lista de proyectos de Samuel Rubilar suman, y siguen, es el guionista y director del largometraje “Kinen el comienzo”, un proyecto surrealista de un colectivo de artistas que pondrá en la pantalla un mito urbano basado en las consecuencias del aborto. Como las anteriores será una propuesta inédita, porque en su proyección se pretende conseguir en la audiencia un efecto 4D. Sin embargo es muy celoso de revelar detalles de esta pieza audiovisual. En todo caso son “8 Vidas” y “Transacción” las propuestas más prontas a concretar de este “fantástico” comunicador.