Pequeña de 11 años se robó los aplausos en el Concurso de Jóvenes Talentos, de Corcudec, con una emocionante interpretación de “Meditación de Thais”, de Jules Massenet.
“Es sólo el principio”, dice Sarvia Toledo Navarrete, quien a sus escasos 11 años reconoce el valor de ganar un concurso como éste. La pequeña violinista del Conservatorio de Música Laurencia Contreras fue una de las ganadoras del Concurso de Jóvenes Talentos de la Corporación Cultural de la Universidad de Concepción que llegó a su fin en enero.
Su madre, Damaris Navarrete, la mira con orgullo y no deja de destacar que ella siempre ha brillado por sus talentos innatos, los que ha sabido aumentar con el esfuerzo y disciplina del estudio. Y bueno, el estímulo de la familia pues, curiosamente, todos los niños de su hogar estudian un instrumento.
Sarvia es de Hualqui, estudia en el Colegio Adventista de Concepción y desde los seis años se puso “manos al violín”. Es un instrumento que le encanta y al que ha sabido “entender y querer” a medida que van pasando los años.
Por eso, el valor de haber ganado el concurso de los jóvenes talentos de la Corcudec, certamen extenso que tiene distintas etapas y que Sarvia supo superar con la certeza de que el trabajo del ensayo lo puede todo.
“Para mí el regalo más grande, el premio más importante es haber podido tocar junto a la Orquesta Sinfónica de Concepción. Es muy lindo para una niña estar ahí igual como estaría un músico importante, con todos los maestros, muchos de ellos son mis profesores. Como que uno puede soñar en convertirse un día en un violinista muy famoso”, explica Sarvia.
La pequeña violinista dice que puede sentir el orgullo de la gente que le rodea y le apoya en esto, especialmente de su familia. “Mis papás están muy contentos, pero me dicen que este logro debe ser también una motivación para seguir estudiando y perfeccionarme”.
-¿Y tú quieres dedicarte a la música para siempre?
“Yo creo que la música siempre va a estar conmigo. Independiente de que yo me dedique sólo a esto o tenga otro trabajo. Hay que ver qué va pasando a medida que vaya creciendo y estudiando. En todo caso, yo veo este concurso como el principio de más concursos. Por eso es tan importante para mí. Cuando yo llegue a tocar a otros lugares o me presente a otros certámenes, ya puedo decir que gané un concurso muy importante. Es decir ya soy alguien con un poquito de experiencia”.
Sarvia dice que las primeras fases del concurso de JóvenesTalentos fueron muy ansiosos y con mucha incertidumbre. Sin embargo, la etapa final fue más serena y cómoda, tal como la pieza que interpretó en el certamen.
“Me encanta Meditación de Thais, de Jules Massenet. Creo que es una pieza tan linda que se convirtió en mi favorita. Le doy muchas gracias a mi profesor, Benjamín Aedo, que estuvo para apoyarme y que cuando gané sólo me dijo: “Ve que se podía”, precisa.
-¿Que les dirías a los niños que sienten que tiene un talento musical y quieren desarrollarlo?
“El talento es algo que sólo se descubre con mucho trabajo. Eso es lo que siempre me dicen los profesores. Y yo creo que es así, porque yo ensayé harto para este concurso. Hay niños con mucho talento y muy buenos. Eso es al menos lo que yo pude ver en el concurso. Entonces creo que tienen que animarse a seguir con mucho interés sus estudios y buscar cómo poder demostrar lo que saben. Todos tenemos talento y sólo debemos saber descubrirlo”.