Uno de los frutos que más presencia ha tenido en nuestra historia ha sido la uva y no solamente como fruta, sino que además por su principal derivado, que es el vino.
Se cree que el vino tiene orígenes milenarios y si bien son muchas la fechas que se manejan, creo que sólo puedo mencionar algunas grandes culturas donde estuvo presente con relevancia, como la griega y la romana, y de ahí en adelante por el hecho de ser considerado como parte importante de la misa católica, fue llegando a todos aquellos lugares donde ésta se realizaba.
Hoy por hoy este producto goza de una alta valoración no sólo por los finos paladares, sino también en un sector medio que entendió el valor del producto y la forma de disfrutarlo sin excederse en su consumo.
Lo vinos que hoy inician su proceso de elaboración nos sorprenderán en los meses venideros o en los años siguientes si se consideran para la guarda. Seguramente serán parte de alguna actividad social, almuerzos, cenas o recepciones de invitados, por lo cual lo que ocurra durante febrero y marzo será crucial para el resultado de este proceso.
Asimismo, está también el goce de la uva en sí, la que puede ser ofrecida en un postre o incorporada en las colaciones de nuestros hijos. También hay quienes la hacen jugo y otros, más aventureros, le dan uso culinario en guisos y postres.
De esto último creo que es bueno indicar algunas características para considerar. Lo primero es que su textura es blanda, a excepción de su piel y pepa, por lo cual esto puede incomodar al comensal si no se trata. Y lo segundo es que el grado de maduración determinará el nivel de azúcar en el fruto, por lo que podría sugerir las más maduras y dulces para uso de pastelería o repostería, y las menos dulces, por lo tanto más acidas, para uso en cocina salada.
Para finalizar sólo decir que nuestro país cuenta con una gran variedad de excelentes vinos, los cuales son uno de nuestros mejores embajadores en el extranjero, ya que no hay muchos lugares del mundo donde no conozcan de las bondades de este producto. Prueba de ello puede ser la visita del príncipe Carlos, que incluyó en su programa una visita a una viña de la Quinta Región.
Ají de Uva
1 Racimo de uvas verdes.
1 Ají verde.
2 hojas de albahaca.
1 Cucharada de aceite oliva.
Sal.
Preparación
Separe las uvas del racimo, luego lávelas y resérvelas. El ají verde requiere que le retiren sus semillas para evitar un picor alto, luego reservar (también está la opción de incorporar las semillas). En un procesador de alimentos muela todos los ingredientes para finalmente, agregar sal a gusto y una cucharadita de aceite de oliva.
Este ají de uva puede ser utilizado como salsa de carnes blancas frías o con bocados que acompañen un cocktail.
La receta original contempla que se realice con uva sin madurar de color claro. Esto dará más acidez a la salsa, de ser así el nombre original será Ají de la Viuda.
Salsa de uvas
1 racimo de uvas pequeño
2 tazas de jugo natural de uva
1 cucharada de maicena
2 Cucharadas de azúcar
¼ taza de vino blanco
Preparación
Separe las uvas del racimo, luego lávelas pélelas y resérvelas. Aparte realice un caramelo con el azúcar, luego agregue el vino blanco. Tener precaución dado que puede encender el alcohol del vino con la temperatura. Si eso ocurre, retire del fuego con calma y tape la olla.
Agregue el jugo de uva y deje hervir hasta disolver el caramelo; luego, la maicena diluida en un poco de jugo de uva y revolver. Cocinar uno a dos minutos.
Finalmente incorporar la uva. Ésta también puede ser incorporada antes, eso sí, deberá considerar que al hacerlo de este modo cambiará su textura.
Esta salsa puede ser utilizada fría o caliente en carnes blancas y postres. También está la opción de agregar el doble de maicena y realizar una crema de uva.