En los últimos años, el control de la natalidad está dejando de ser una responsabilidad netamente de las mujeres para pasar a ser un compromiso compartido con sus parejas. Es así que cada vez son más los hombres que optan por acceder a una vasectomía como método de anticoncepción permanente, entendiendo que se trata de una cirugía ambulatoria, mínimamente invasiva, altamente eficaz, y más simple y segura que la esterilización femenina.
Muchas son las opciones anticonceptivas disponibles en el mercado, la mayor parte de las cuales está enfocada en la población femenina. Para los hombres, en tanto, el preservativo es la alternativa por excelencia, una realidad que en la última década ha cambiado radicalmente con la masificación de la vasectomía.
“Esta cirugía de esterilización quirúrgica masculina, de carácter ambulatorio, consiste en hacer una pequeña incisión en la bolsa escrotal y cortar los conductos deferentes, que son los encargados de llevar los espermatozoides desde los testículos hacia el exterior. Con ello, se logra interrumpir el flujo de espermios hacia el semen, lo que impide la concepción”, detalla el Dr. Gianfranco Innocenti, urólogo de Clínica Biobío.
Añade que se trata de un procedimiento quirúrgico simple, prácticamente indoloro; que es bastante rápido, pues no suele extenderse por más de 20 minutos; que tiene un bajo riesgo de complicaciones y que es altamente eficaz para controlar la natalidad. “Además, tiene un postoperatorio simple que permite que, tras la cirugía, el paciente pueda regresar de inmediato a su casa e, incluso, si su trabajo no conlleva esfuerzo físico, volver a su vida laboral… En cuanto a la actividad sexual, puede reanudarla a la semana”, afirma.
Explosivo aumento
Sin embargo, a pesar de todas las ventajas que ostenta esta cirugía, en Chile sigue siendo mayor el número de mujeres que se someten a una ligadura de trompas que el de hombres que optan por realizarse una vasectomía como método de anticoncepción permanente. “Pero esa realidad está cambiando”, sostiene el Dr. Rodrigo Baeza, urólogo de Clínica Andes Salud, quien afirma que en los últimos años ha habido un crecimiento explosivo de las consultas de hombres por esta cirugía.
Y así lo ratifican cifras publicadas en 2022 por el Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), del ministerio de Salud, que dan cuenta de que en 2012 se habrían realizado en Chile 342 vasectomías, un número que se elevó para 2018 a 1.840, lo que representaría un alza de un 500%. Ya en 2021, la cantidad llegó a 8.000.
En opinión del Dr. Baeza, este explosivo aumento se relaciona con distintos factores. “Por un lado, la sociedad ha ido avanzando hacia la equidad en la forma de abordar la responsabilidad del manejo de la fertilidad, por lo que los hombres hemos empezado a tener un rol más participativo en este tema. Y, por otro, también incidió en este aumento el que las Isapres lanzaran planes de ‘paquetización’ del procedimiento y, luego, la aparición del Bono PAD en Fonasa, que acercó a los pacientes la posibilidad de hacerse esta cirugía a un valor conocido”, opina.
Dicho Bono PAD (Pago Asociado a Diagnóstico) de Fonasa es un paquete de prestaciones que incluye todos los procedimientos médicos y quirúrgicos asociados a la vasectomía a un valor que el paciente conoce de antemano, y que en 2022 era cercano a los $780 mil, siendo el copago de casi $390 mil.
A estas causales se sumaría que hoy en día se habla más libremente de estos temas, logrando que en grupos de amigos se comparta la información y experiencia de quienes ya se han realizado una vasectomía. “Hay pacientes que llegan diciéndome: ‘usted operó a mi amigo el mes pasado, y dice que todo funciona igual, que no ha tenido ningún problema, así es que yo también quiero operarme’. Y esto pasa porque es distinto leer que la vasectomía es un procedimiento seguro a que te lo diga un amigo, alguien que tienes validado como de confianza. Si él te lo dice, le crees”, dice el Dr. Baeza.
Relacionado con esto, el Dr. Gianfranco Innocenti agrega un factor más que explicaría el alza exponencial de hombres que optan por esta cirugía como método anticonceptivo: el mayor conocimiento de esta técnica que, si bien es antigua, hasta hace unos años estaba rodeada de mitos, los que en el último tiempo se han ido derribando.
En este sentido, enfatiza, “es completamente falso que la vasectomía afecte el deseo sexual o la sensación de placer, que produzca una disminución de la testosterona, que afecte la masculinidad, que el semen varíe en cantidad o color, o que haya dificultad para tener erecciones”.
Lo único que sí variaría tras este procedimiento es que ya no habría espermatozoides presentes en el semen, hecho que sería comprobado un par de meses después de efectuada la vasectomía con un espermiograma, examen que ratifica la inexistencia de espermios. Hasta entonces, el paciente y su pareja deben cuidarse con otro método anticonceptivo, advierten ambos especialistas.
“La vasectomía tiene una efectividad cercana al 100%, la que es verificada dos o tres meses después del procedimiento con un espermiograma de control, examen que no es efectivo inmediatamente tras la cirugía, pues hay que esperar a que en promedio el hombre eyacule unas 20 a 25 veces para que se eliminen los espermatozoides residuales. Solo cuando este examen muestre ‘cero espermatozoides’, consideramos que la cirugía fue efectiva”, dice el Dr. Innocenti.
Vasectomía versus ligadura de trompas
Son muchas las ventajas que presenta la vasectomía como método de anticoncepción permanente por sobre su símil femenino, la ligadura de trompas, que consiste en bloquear o cerrar las trompas de Falopio, que son los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero. Al impedir que estos lleguen, se impide la fecundación y, por lo tanto, el embarazo.
Sin embargo, se trata de una intervención más compleja y que presenta más riesgos, enfatiza el Dr. Baeza, detallando que si bien se trata de una cirugía laparoscópica es mucho más invasiva que una vasectomía. “En el hombre, el procedimiento implica hacer una incisión en la piel de las bolsas escrotales para luego cortar los conductos deferentes que están a un nivel más bien superficial. Es decir, es más simple llegar a este conducto que a las trompas de Falopio, que están en un lugar de difícil acceso… Y si bien la tasa de complicaciones en ambas cirugías es muy baja, y dicen relación principalmente con infecciones o sangrados, en el caso del hombre basta con darle antibióticos o analgésicos orales, mientras que en la mujer lo más seguro es que el tratamiento implique que deba volver a internarse para resolver adecuadamente”.
A eso se sumaría que el postoperatorio de la vasectomía es más simple y que, por tratarse de un procedimiento ambulatorio, permite al paciente volver de inmediato a su casa y reincorporarse al trabajo al día siguiente, algo que no sucede en el caso de la ligadura de trompas.
Además, si bien ambas cirugías tienen una tasa de éxito cercana al ciento por ciento, en el caso de la vasectomía sus resultados pueden corroborarse con un espermiograma.
¿Definitiva o reversible?
Si bien la vasectomía está pensada como un procedimiento definitivo de anticoncepción, existe una cirugía que puede revertir sus efectos: la vasovasostomía, informa el urólogo de la Clínica Biobío. “Esta cirugía lo que busca es deshacer la anterior, y reconectar o volver a unir los conductos deferentes que se cortaron con la vasectomía, para así permitir de nuevo el paso de espermatozoides hacia el exterior”, explica.
Sin embargo –aclara- este procedimiento es muy infrecuente y tiene una tasa de éxito variable (entre 60 y 75%), que además se ve afectada, entre otros factores, por el tiempo transcurrido desde la esterilización. “Se ha estudiado que el resultado es más favorable si se realiza antes de los 10 años desde la realización de la vasectomía”, detalla.
El Dr. Rodrigo Baeza añade que otro factor a considerar es la edad de la pareja del paciente vasectomizado. “Si la mujer tiene más de 40 años, su tasa de fertilidad ya no es la óptima, por lo que la vasovasostomía en el varón podría no ser la solución si esa pareja está buscando tener hijos. En esos casos, una mejor opción para lograr un embarazo es realizar un rescate espermatocítico en el hombre para luego inseminar artificialmente a la mujer”, detalla.
Pero aun cuando existen opciones para revertir los resultados de la vasectomía, ambos médicos recomiendan que sea vista como un método anticonceptivo permanente. “En los últimos años ha crecido mucho la cantidad de hombres que quieren tener una participación más activa en la planificación familiar, y que ven en la vasectomía una buena opción para ello… Es un procedimiento seguro, muy eficaz, con una tasa de complicaciones muy baja, que no interfiere en la función sexual ni tampoco genera ningún problema a largo plazo. Así es que, efectivamente, es una opción anticonceptiva muy recomendable”, finaliza el Dr. Innocenti.
Algunas cifras de la vasectomía
Viendo el incremento sostenido de hombres interesados en esterilizarse con este método, y buscando conocer la experiencia de quienes ya se habían vasectomizado, entre 2019 y 2022, el Dr. Rodrigo Baeza efectuó un estudio en el que analizó sus 200 últimas vasectomías, recabando algunos datos estadísticos que resultan interesantes.
- La edad de quienes optaron por realizarse una vasectomía va desde los 18 a los 67 años, ubicándose la mayoría en un rango etario de entre 35 y 45.
- 70% de los pacientes era casado; 19%, soltero y 10%, separado.
- La cantidad promedio de hijos en estos pacientes era de 2.1, y nueve de ellos no tenía ninguno.
- El 83% de los pacientes no requirió uso de analgésicos después de la cirugía, y la tasa de complicaciones tras operarse fue de 1.8%, comprobando la seguridad de la técnica.
- Y si bien el 100% de los pacientes afirmó que recomendaría la vasectomía como método anticonceptivo, tres de ellos decidieron tiempo después volver a tener hijos. Por la edad de sus parejas, ninguno era candidato a vasovasostomía, por lo que se optó por rescate espermatocítico para inseminación artificial de la mujer.