Y finalmente llegó el verano. A pesar de las lluvias de enero y de uno que otro frío matinal, ya tenemos nuestro verde verano en pleno.
Frutas y verduras llenan nuestros mercados, dando paso a guisos y a ensaladas estivales que refrescan este cuerpo tan marcado por los asados domingueros o por las minutas carentes de naturalidad de algunos casinos o, incluso, del comedor de nuestra casa.
En noviembre, espárragos y alcachofas son la antesala de todo lo que vendrá en verano: tomates, sandías, guindas, melones, damascos, porotos verdes y granados, choclos, zapallitos italianos, uvas y duraznos, entre otras tantas maravillas que asoman en esta temporada casi calurosa, al menos acá en el sur.
Si bien es mucho lo que se puede hacer con tanta maravilla, la verdad es que es muy poco lo que hacemos o, al menos, lo que se ve puesto en cartas, menús o minutas colectivas. Es por eso que se hace necesario una columna que en algo contribuya a hacer uso y abuso de verduras y frutas.
Si únicamente consideramos los aportes nutricionales de cada uno de los productos estivales, la verdad es que por sí solo se justifica su consumo. Ahora, si agregamos lo mucho que podemos disfrutar de sus sabores y su bajo costo terminamos convencidos de que debemos tenerlos en nuestras mesas.
Como la gama de frutas y verduras es bastante amplia, creo que será bueno acotar un poco el panorama para poder avanzar en sugerencias culinarias. Por lo tanto, descartaremos referirnos a frutas dulces y nos concentraremos sólo en dos grandes del verano: los porotos y los choclos.
Los primeros, que habitualmente comemos guisados en esos clásicos de la cocina chilena, como lo son “Porotos granados con mazamorra” o en “Porotos granados con pilco” saborizados y aromatizados con ese pequeño toque de color casero, pueden ser consumidos también en ensaladas, entradas, guarniciones e, incluso, en helados, para quienes gustan de lo exótico en su paladar. En el caso de los choclos resulta un manjar, cuando al sacarles de la olla se les agrega un toque de mantequilla o mayonesa para los más golosos. Por supuesto que no dejaremos de mencionar la clásica humita acompañada con ensalada de tomate veraniego y un poquito de ají verde fresco recién picado, que conjugan parte de lo mejor del verano. También pueden ser consumidos en ensaladas, en sopas, asados o por qué no, solos, fríos y con una pizca de sal.
Finalmente, la invitación es a no dejar que pase el verano y junto con ello perder la posibilidad de consumir alimentos frescos, naturales, sanos, nutritivos y, por cierto, muy llenos de sabor.
Choclos asados (6 personas)
Ingredientes Cantidad
Choclos frescos 3 unidades
Mantequilla 100 grs.
Albahaca Un tercio del paquete.
Ajo 1 diente
Aceite de oliva 100 cc.
Sal A gusto
Preparación:
Cocinar el choclo en agua con sal y dejar escurrir. Después marcar en la parrilla sobre carbón sólo un par de minutos. Opcionalmente rebanar tal cual indica la fotografía. Al momento de servir acompañar con un poco de pesto y ensalada de tomates.
Ensalada de porotos granados (4 personas)
Ingredientes Cantidad
Porotos granados sin cáscara 1/2 kilo
Pimientos rojos 2 unidades
Habas sin cáscara 100 grs.
Cebolla morada 1 unidad
Ajo 2 unidades
Aceite de oliva 100 cc.
Choclo 50 grs.
Sal y pimienta A gusto
Preparación:
Cocinar los porotos en abundante agua y reservar. Cocer las habas, enfriarlas y pelarlas. Asar los pimientos y cortar en cubos. Reservar.
Cortar la cebolla en cubos o juliana y reservar.
Mezclar los ingredientes y condimentar. Procurar servir bien frío.