El británico es el principal nicho para los blancos y tintos nacionales en Europa. En supermercados y, particularmente en hoteles, pubs y restaurantes del Reino Unido, los vinos chilenos son populares, comienzan a entrar en la categoría Premium y las oportunidades de crecer en el mercado emergen como burbujas en el vino espumoso.
Los ingleses son conocidos internacionalmente como buenos bebedores. Esta fama no es sólo por los “hooligans”, fanáticos del fútbol que borrachos de cerveza celebran el triunfo -o lloran la derrota- de su selección causando desórdenes en las calles. El renombre se lo ganaron también porque en las grandes ciudades abundan los pubs. No es una exageración decir que en cada esquina de Londres hay uno de estos locales o restaurantes donde ejecutivos de traje y corbata, mujeres de vestido y tacos altos, jóvenes e incluso gente de mayor edad pasan gran parte del día en torno a una bebida. El número de comensales aumenta especialmente cuando son las seis de la tarde, hora en que termina el horario de oficina y las tiendas comerciales comienzan a cerrar. Y es que el inglés suele terminar su día en un pub. Una escena típica es verlos beber de sus copas de pie, fuera del local, ya que es la única forma de disfrutar al mismo tiempo de un cigarrillo. Fumar en recintos cerrados está prohibido por ley.
La nueva norma no es lo único que hizo cambiar la rutina del británico. Aunque Inglaterra no produce vino, beberlo está de moda y las cepas blancas y tintas comienzan a ganar terreno en la preferencia del público. Es así que hoy es común encontrar bares y restaurantes dedicados a estos mostos y tiendas exclusivas para su venta. En este nuevo escenario de consumo, el vino chileno tiene un lugar privilegiado tanto en el mercado como en el favor del público.
RADIOGRAFÍA A LA EXPORTACIÓN
Son 129 las viñas chilenas que actualmente exportan al Reino Unido. En conjunto suman 11 millones de cajas, es decir, 132 millones de botellas. El 55% de ellas corresponde a cepas tintas, principalmente Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Carmenère. El 40% lo tienen las cepas blancas, como el Sauvignon Blanc y el Chardonnay. La variedad Rosé (hecha principalmente de Cabernet, Merlot y Syrah) se lleva el 5% de la exportación nacional, mientras que el porcentaje restante lo tiene la producción local de vino espumoso.
Acceder al mercado británico no es fácil, pero se puede. Las viñas tienen que contactar a un importador/distribuidor en el Reino Unido que pueda encontrar clientes para ellas, ya sea en el mercado del retail (off-trade market) o en el nicho de hoteles, pubs y restaurantes (on-trade market) para que ellas incluyan etiquetas chilenas en sus respectivas cartas de vino. Y las oportunidades están dadas para que el vino chileno emerja como burbujas en una copa de champagne. “Nos interesa conocer más vinos chilenos para traerlos al mercado británico porque representan una buena combinación de calidad y precio”, comentó Mike Webb, representante de la empresa importadora Ellis of Richmond.
Michael Cox, Director de la oficina en Londres de la Asociación de Vinos de Chile, Wines of Chile, explica que el 75% de las ventas retail en el mercado británico se realiza a través de supermercados y que los envíos chilenos tienen un 8% en este nicho y un 9% en el on-trade inglés. Esta estadística sitúa a Chile en el sexto lugar en la cuota de mercado, puesto que hasta 2007 era de España. Por esta torta además compiten Australia en el primer lugar, seguido por Francia, Estados Unidos, Italia y Sudáfrica. Sin embargo, la ubicación chilena es mejor que la de España, Alemania, Nueva Zelanda, Argentina y Portugal.
“Los últimos cinco años los vinos chilenos en el Reino Unido han crecido en valor y volumen en forma notable. Hay grandes oportunidades para que Chile continúe este impresionante crecimiento en el mercado británico, especialmente, en la categoría de los vinos Premium, es decir, en el rango de precio retail sobre las 5 libras”, enfatiza.
VINOS DEL NUEVO MUNDO
En términos de consumo, el mercado británico es altamente competitivo. Entre las razones está el alto nivel económico de la población y su localización geográfica dentro de Europa. La cercanía con Francia e Italia juega a favor de estos países que gozan del prestigio y calidad como productores de vino en el viejo continente. Además, son etiquetas que por lo general están en la categoría Premium en un rango de precio retail por sobre las 15 libras. Y aunque no es una situación declarada, existe una suerte de competencia entre los vinos del Nuevo y Viejo Mundo. Esta es una realidad que se puede observar en tiendas como Oddbins o Nicolas, empresas que se dedican exclusivamente a la venta de vinos. Sus estanterías están claramente organizadas en relación con la procedencia de las botellas y a su vez ordenadas por precio. En ellas sorprende reconocer etiquetas de Concha y Toro, Errázuriz y Cono Sur, entre otras.
Oddbins es una empresa británica que tiene locales distribuidos en todo Londres. En ellos se apila una buena cantidad de botellas chilenas. Y debido a la competencia en la venta retail de supermercados, la oferta en términos de precio es de amplio espectro. En etiquetas chilenas los valores van desde las 4 libras y pueden encontrarse exclusividades por 17 o incluso 20 libras. Sin embargo, en sectores donde el nivel económico es mayor, como el barrio de Kensington, Knightbridge o Notting Hill, el escenario es distinto.
GRAN CALIDAD
Bruno Etienne, del local Nicolas de Notting Hill, explica que siendo una empresa francesa la selección de vinos es muy rigurosa. “La mayoría de nuestros vinos son de origen francés, pero el comité ejecutivo también selecciona otras producciones en función de su calidad. En nuestra lista hay varias etiquetas chilenas debido a que ofrecen una gran calidad en relación al precio”.
En Kensington, uno de los barrios más caros de Londres, existen varias casas de venta exclusiva de vinos. Y este adjetivo no es sólo para explicar que se dedican a ellos, sino porque además ofrecen vinos de elite. Sandor Hamar, de Lea and Sandeman London Fine Wine, señala que entre los vinos del nuevo mundo, los chilenos son muy populares. “Primero los encuentran en el supermercado, los prueban y se sorprenden por su sabor frutoso, color y cuerpo a pesar de que en muchos casos son cosechas jóvenes. Luego buscan nuevas cosechas u otras etiquetas que por precio y calidad son convenientes”.
El maridaje vino y comida es otro ámbito donde el vino chileno tiene grandes oportunidades en el mercado londinense. The Kensington Wine Rooms es un restaurante y sala de venta de vinos Premium donde una copa de vino puede costar desde 15 y hasta 25 libras. Por botella los precios se empinan incluso por sobre las 60. Richard Okroj explica que el negocio “se basa en contar con una carta de vinos distinta a la que el público pueda encontrar en los negocios de retail, pero especialmente en brindar una verdadera experiencia de placer al beber”. Para lograrlo, el restaurante tiene una especie de hornos donde mantienen la temperatura apropiada de las botellas.
El restaurante tiene una etiqueta chilena en su carta de vinos -Casa Azul de la Viña Morandé- y sus dueños reconocen que les gustaría tener más porque aprecian la calidad del vino chileno. Thor Gudmundsson, socio de Okroj, asegura que “queremos encontrar una viña que no esté en el supermercado y que sea suficientemente exclusiva como para agregarla. Creo que es una tarea de las viñas chilenas y de los importadores ser lo suficientemente audaces para acercarse a negocios como nosotros y mostrar lo que tienen”.
Un desafío a superar
Según la estadística de AC Nielsen, empresa británica de estudios de mercado, las exportaciones de vino chileno al Reino Unido durante el primer trimestre de 2009 aumentaron 21,1%, pero disminuyó el valor en 16,3% respecto del primer trimestre del 2008. Esta baja se explica en gran medida por la apreciación del dólar frente a la libra y por un ajuste en los patrones de consumo como reacción a la crisis.
Aún con este fluctuante escenario, el futuro es alentador para los mostos chilenos. La razón por la que los vinos nacionales estén tan bien posicionados en el mercado británico está en el “terroir”. La regionalización de la producción, caracterizada principalmente por los diferentes valles, especialmente aquellos de climas templados como los de Casablanca, Colchagua, Bío Bío y Maule, entre otros. También, se debe a la diversidad y naturalidad de los vinos chilenos. “Cultivos sustentables y ecológicos y la ausencia de pesticidas y enfermedades son condiciones que el consumidor británico espera encontrar y Chile tiene estas características, las que debe proteger y potenciar”, asegura Michael Cox.
El camino a seguir es aumentar la presencia, venta y distribución en el rango de precio entre las 6 y las 15 libras, que es donde la producción nacional está posicionada. Para lograrlo, las viñas deben presionar aún más para acceder a las oportunidades que ofrece el mercado inglés. El vino está “in” y es la nueva pasión de los ingleses.