2017: Un buen año para invertir en bienes raíces

/ 16 de Agosto de 2017

A pesar del difícil momento económico que vive el país, y de un 2016 marcado por la lentitud en las ventas de proyectos inmobiliarios, los entendidos del rubro ven con optimismo el repunte que está experimentando el sector, debido, entre otros factores, a que los compradores están aprovechando las bajas tasas de interés bancarias.

 

 

publi-bienes raíces-Río-ciudad-2“Una década se demorará el país en remontar los magros resultados económicos que está dejando la aplicación de la reforma tributaria que implementó el actual gobierno”, afirma tajante Enrique Ulloa, ingeniero comercial de la Universidad de Concepción y socio director de Inmobiliaria Domus, de Concepción. En su opinión, son varios los años que deberán pasar antes de que el país vuelva a crecer “a las tasas a las que nos habíamos acostumbrado, cercanas al 6,5 o 7 % anual. Eso pasa porque se pusieron los incentivos en los lugares erróneos, en la demanda en lugar de en la oferta, lo que provocó en la práctica un desincentivo muy fuerte a la inversión”, explica.

Añade que a esta mala decisión del Ejecutivo se suma la baja en el precio del cobre, lo que contrajo la actividad minera. “Aunque una vez que se normalice este precio, los proyectos del área se van a ir factibilizando y se reactivará el rubro. Pero, a nivel de inversión en general, estamos fácilmente en los niveles más bajos de los últimos 40 años, una situación de la que nos va a costar bastante salir”, enfatiza.

En cuanto a la influencia que tienen los mercados internacionales en la recesión que experimenta nuestra economía, los que han sido utilizados por sectores oficialistas para explicar la baja en la inversión, Ulloa lo descarta de plano. “Europa y Estados Unidos van al alza, y van a seguir consumiendo cobre, el que ha subido un cinco por ciento su valor en las últimas semanas. Esto es algo que no ocurría hace mucho tiempo, por lo que responsabilizar al escenario internacional es un error. Aquí el problema es interno, claramente. Basta con fijarse en países como Perú y Colombia, que estando en la misma región están creciendo a tasas muy superiores a la nuestra”, detalla Ulloa.

 

Repunte en las ventas

De acuerdo con el ingeniero comercial, el difícil momento económico que vive el país es fruto de las reformas establecidas entre 2014 y 2015, “las que, sin embargo, fueron bastante positivas para el sector inmobiliario, pues se registró un aumento promedio de ventas cercano al 29 % en 2015, respecto de 2014, sólo en la Región del Biobío. Esto se debió a una fuerte anticipación de la demanda, la que se generó ante el advenimiento de la modificación legal que entraría en vigencia y que aumentaría el precio de las viviendas en un 19 % (efecto IVA)”, afirma.

Sin embargo, la entrada en vigencia de la reforma tuvo como efecto directo que “el 1 de enero del 2016 la demanda cayera estrepitosamente. Este año, en tanto, vemos una normalización y una estabilización de la demanda”, detalla Ulloa.

Esto se debe, entre otras razones, a que en el mercado privado de viviendas se ha incorporado un efecto muy relevante: las tasas de interés han ido a la baja de manera muy sostenida y fuerte, lo que ha permitido que los clientes puedan acceder a créditos hipotecarios a tasas de 2,9 %, algo que no se había visto hace mucho tiempo. “Por esto, hoy es un muy buen momento para invertir en este sector, o en la solución habitacional de la primera vivienda”, enfatiza Ulloa, explicando que hay varios factores que favorecen esta situación.

Sin duda, el primer factor que incide en considerar este año como un buen momento para adquirir una vivienda lo constituyen las bajas tasas de interés bancarias, a lo que se suma la estabilidad macroeconómica de que goza Chile como país. “Esto nos permite figurar como un lugar seguro para invertir, pues, a largo plazo, se prevé que las tasas de interés se mantendrán estables”, afirma.

Otro elemento que beneficia el escenario inmobiliario es que en Estados Unidos y Europa los mercados han comenzado a repuntar, tras las consecuencias generadas por el llamado “efecto Trump”, a lo que se suma que en el escenario local, en palabras de Ulloa, “la oferta de vivienda en la Región se ha mantenido fuerte, potenciando la sana competencia, lo que ha provocado que los precios se estabilicen, al contrario de lo que ha pasado en Santiago, donde hubo un importante salto en los precios. Hoy, comparativamente, en Biobío se encuentran propiedades que, en términos globales, son un 35 o 40 por ciento más baratas que en la Región Metropolitana, con igual nivel de terminaciones y cantidad de metros cuadrados. Eso ha causado que lleguen a la Región inversionistas de la capital, que buscan una mayor rentabilidad de sus inversiones”.Soft focus of House and Golden Coins Stacks with blur Background.Savings Plans for Housing,Finance and Banking about House concept.

Sin embargo, Ulloa pone las alarmas en un elemento distorsionador del mercado, cuyos efectos -dice- ya se han visto durante 2017. Se trata del DS 116, subsidio con el que el Estado ha buscado generar mayor dinamismo, entendiendo que el sector inmobiliario es uno de los que genera mayor cantidad de puestos de trabajo. Sin embargo, en su opinión, esto provocará un efecto negativo en el mercado, porque la cantidad de subsidios a la oferta que se han asignado en la Región del Biobío es tan grande como el mercado privado total.

“Esto es positivo desde el punto de vista del empleo, pero desde la perspectiva de la competitividad es un efecto distorsionador similar al dumping, que va a implicar una contracción importante en el mercado privado. Será un efecto a mediano plazo que pronto vamos a empezar a notar, porque, además, la mayor parte de esos subsidios se han otorgado a empresas nacionales, y no locales. Es decir, construyen grandes paños con subsidios y vuelven a Santiago, sin dejar acá los recursos que se podrían reinvertir en la Región. Los efectos que va a tener este subisidio se van a notar, especialmente, en proyectos de entre mil y dos mil UF, que es la enorme mayoría de los proyectos en la zona”, augura Ulloa.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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