Este drama trágico en tres actos -un clásico de la lírica- llega al Teatro UdeC buscando cautivar y emocionar al público con la historia de amor y desencuentro de Lucía y Edgardo, dos enamorados que cobrarán vida en las talentosas voces de Patricia Cifuentes y Sergio Járlaz.
Con una innovadora puesta en escena, un gran elenco y un experimentado equipo de producción y dirección, perteneciente a la Corporación Cultural de la Universidad de Concepción (Corcudec), se presentará la ópera Lucía di Lammermoor, creación de Gaetano Donizetti, pieza clave del romanticismo gótico de este ámbito de la expresión artística.
Esta ópera, presentada por primera vez en Nápoles, Italia, en 1835, cuenta con música de Gaetano Donizetti y libreto de Salvatore Cammarano. Está basada en la novela La novia de Lammermoor, de Sir Walter Scott, obra que se inspira en la lucha de dos clanes enfrentados: los Ashton y los de Ravenswood.
El montaje, que cuenta con la dirección musical de Francisco Rettig, además de Gonzalo Cuadra, Germán Droghetti y Carlos Traverso en las direcciones escénica, de vestuario y de coro, respectivamente, se presentará en el Teatro UdeC los días 23, 25 y 26 de agosto, a las 19:30 horas, teniendo a cargo de los roles principales a un gran elenco lírico, encabezado por Arturo Jiménez (Enrico), Patricia Cifuentes (Lucía) y Sergio Járlaz (Edgardo).
La historia comienza con Edgardo y Lucía, dos jóvenes que están profundamente enamorados, pero cuyas familias se odian a muerte, desavenencias que se arrastan por muchos años y que son fruto de disputas por motivos políticos y religiosos. Enrico Ashton, hermano de Lucía, buscando proteger sus bienes y estatus social, ante la compleja situación imperante, ve en el casamiento de Lucía con el influyente Arturo Bucklaw una forma de asegurar a su familia, objetivo que se ve amenazado por los avances amorosos de Edgardo.
Lucía y Edgardo en voz de sus intérpretes
La destacada soprano chilena, Patricia Cifuentes, ganadora de los premios APES (2005) y Altazor (2011), entre otros reconocimientos, quien además se desempeña como jefa de la especialidad de Canto de la Facultad de Artes de la U. de Chile, será quien interpretará a Lucía. Describe al personaje como “vulnerable, ingenuo, y que se deja llevar por sus emociones. Al verse enfrentada a una situación extrema, en la que no puede decidir su futuro, y es obligada a estar con otro hombre, simplemente enloquece”, explica.
Es justamente esa vulnerabilidad la que transforma este papel en uno de gran complejidad técnica. “Es un trabajo actoral y sicológico muy potente. Hay frases de sus arias, o dúos, que insinúan su inestabilidad, por lo que es muy importante definir exactamente dónde comienzan estos cambios síquicos, para dar una progresión orgánica al personaje”, comenta.
Por su parte, Sergio Járlaz, conocido por ganar la primera temporada de Factor X Chile (2011), es quien da vida a Edgardo. “Es un joven educado, aunque temperamental. Sabe que su amor es imposible por el odio entre ambas familias, pero cree en el amor, por ello se arriesga. Su carácter se ve bien representado en la escena en que irrumpe en una fiesta a la que no ha sido invitado, en presencia de toda la familia de Lucía, quienes lo odian. Allí demuestra su impulsividad, dándose los primeros atisbos del probable desenlace de la obra”.
En cuanto al desafío que conlleva su personaje, Járlaz detalla: “La tesitura es altísima, exige un volumen de voz importante para que se escuche con claridad, dada la potente presencia del coro en esta obra, lo mismo para la soprano. La aria final requiere de un intérprete con una técnica segura, porque está cerrando la ópera después de haber cantado mucho y, además, es la escena con mayor temperamento, fundamental para el desenlace”, enfatiza.
Ambos intérpretes coinciden en calificar esta ópera como un imperdible para el público penquista, dada su trascendencia en el género lírico, lo atractivo de su trama y la belleza de su presentación. “Lucía di Lammermoor es una de las óperas más lindas que existen, y una muy exigente en todo sentido para los participantes, por lo que es un espectáculo tremendo de virtuosismo, actuación y dramatismo. Se trata de una obra que, por su belleza, puede marcar la vida de una persona”, enfatiza Járlaz sobre esta ópera que describe “como un regalo para su propia carrera artística”.
Patricia concuerda con su compañero, destacando lo atractiva que resulta su trama y puesta en escena para el público. “Es un clásico de la ópera en el mundo. En ella, la música va dando giros en cada una de sus escenas, es muy descriptiva, y sus personajes resultan muy interesantes por cómo se desarrollan los cambios en su ánimo, los que están muy bien definidos. Es una obra llena de matices que, de seguro, los envolverá desde el primer momento. Sin duda, será un espectáculo que no olvidarán”, afirma.